Por Ernesto Acero C.
La defensa de la institución familiar es fundamental para el buen desarrollo de cualquier sociedad. La institución familiar en cualquiera de sus formas contribuye a la creación de lazos de solidaridad, de ayuda mutua. Esa institución se encuentra en crisis profunda. Crisis de tal magnitud que podría suponerse que, a estas alturas, la institución de la familia ya sería inviable, como de alguna manera podría haberlo supuesto Wilhem Reich.
Esa figura, la de la familia, ha sido el tema central y la de mayor trascendencia abordado de manera conjunta por el Gobernador de Nayarit Miguel Ángel Navarro Quintero y la Magistrada Presidenta del Poder Judicial, Rocío Esther González García. En ambos casos, destaca la preocupación por las manifestaciones de violencia que se registran en el estado, sobre todo, contra mujeres, niñas, niños y adolescentes.
La Magistrada González García, se ha referido a ese “terrible mal” como lo ha calificado, para llamar la atención de la sociedad, único lugar de donde pueden surgir todas las soluciones. El Gobernador ha llamado a realizar acciones para crear y fortalecer la conciencia en relación con esa dura realidad.
Se ha hecho alusión, asimismo, de los problemas que se vinculan en algunas ocasiones, como lo son el consumo y venta de drogas. Este fenómeno, ciertamente, se ha visto incrementado en Nayarit. Al lado de una pandemia que ocasionó el distanciamiento entre las personas y un colapso económico mundial, esa violencia podría tener parte de la explicación de lo que vemos, de los registros en esta materia. El fenómeno es sin duda multidimensional.
En parte, por tanto, se requiere de procesar políticas públicas que respondan a esa coyuntura. Las soluciones para el largo plazo requieren estrategias de fondo, aunque el Estado no puede ni debe desentenderse de las respuestas para la coyuntura. Esa es la razón por la que se requiere de acciones inmediatas que eviten la violencia, que la sancionen en términos que no empeore las cosas al seno de la familia.
El doctor Navarro ha propuesto la realización de una campaña de comunicación que genere conciencia entre la población, sobre todo, entre los mismos niños y niñas, entre los adolescentes. Esa campaña de concientización debe lograr que se modifique la forma de pensar y de actuar en una relación entre pareja, debe lograr que la violencia se erradique como forma para resolver los problemas entre las personas, entre los integrantes de una familia.
Por su parte, la Magistrada González García, promueve una estrecha coordinación institucional, para que se cierren filas entre los poderes en el afán de crear condiciones propicias para que la familia se fortalezca, para lograr una reanimación de la dinámica familiar solidaria. Esa coordinación sin duda debe derivar en una estrategia asertiva, de tal suerte que no sea la violencia parte de una estrategia maoísta para erradicar la violencia. En este orden de ideas, el Poder Legislativo requiere modificar profundamente su línea de razonamiento en la materia, pues hasta ahora ha privilegiado la violencia maoísta como estrategia para erradicar la violencia dentro del seno familiar.
Promover el empleo, promover los cambios en la esfera cultural, los cambios de forma de pensar las relaciones en el seno familiar, esa es parte de las soluciones para el largo plazo. La escuela es otro campo de re-culturización. Cabe insistir, empero, en la necesidad de generar estrategias para el corto plazo, para accionar y reaccionar de manera inmediata ante situaciones de crisis particulares.
Los indicadores, por otra parte, en este rubro, pueden resultar engañosos. Pueden serlo, hasta confusos, debido a que las series de datos no esculcan lo acontecido hace 30, 50, 70 años. Existe un vacío histórico en la estadística respectiva. La información data de apenas hace unos cuantos años, y pareciera que cuando crece la confianza en las instituciones de seguridad, paradójicamente también crecería la violencia.
Esa es la parte engañosa del caso. Cuando crece la confianza en las instituciones, crece también la confianza de las personas para denunciar. Eso significa que quizá la violencia ha disminuido por el temor, aunque los registros aumenten debido a que las mujeres confían en que, si presentan denuncia, esta procederá. Los datos pueden confundir porque las cifras se abultan por una mayor cantidad de denuncias. No obstante, aunque las denuncias se incrementen, en realidad el número de casos de violencia pueden haberse reducido en el plano de la realidad cotidiana.
Procede entonces analizar con el mayor detenimiento, sin prejuicios, el fenómeno de la violencia contra las mujeres, contra los niños y las niñas. No obstante que los datos pueden resultar confusos ante un análisis crítico, de lo que no puede haber duda es de la necesidad de crear una cultura de no violencia.
Un cambio de mayor trascendencia consistiría en promover un cambio de la forma de organización social, el cambio de una sociedad patriarcal a una sociedad igualitaria. Eso requiere de cambios verdaderamente radicales, sobre todo en materia de propiedad, en materia económica, para que la sociedad conyugal deje de ser una especie irregular, atípica, de una sociedad anónima.
Una buena parte de los problemas de la familia, tiene su origen en cuestiones de orden material, económico. Esa es la razón por la que puede explicarse, al menos en parte, la problemática de ese “terrible mal” como atinadamente denomina a la violencia familiar, la Magistrada González García.
Aparte el análisis de cualquier naturaleza o intención, procede promover una campaña para crear conciencia para evitar que la violencia se manifieste como solución a los problemas dentro del seno familiar. En ese sentido, todo esfuerzo que sume a esa intención para erradicar las manifestaciones de violencia, debe ser aplaudido, respaldado de manera clara y contundente.
El mandatario estatal se ha manifestado siempre en favor de la solidaridad familiar. Su origen familiar explica y es razón de sus convicciones. Sabe que una trinchera que debe defenderse es la que constituye el núcleo familiar. Cerrar filas en una estrategia así, es necesario para lograr una mejor vida para todos.