Volantín | Ni él solo se la creyó; AMLO justifica ausencia en cumbre por trabajo

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Por Salvador Cosío Gaona

A pesar de que se sabe que la agenda del presidente de México se constriñe prácticamente a un solo acto todos los días, y es el de su conferencia Mañanera, Andrés Manuel López Obrador declinó asistir a la reunión de la CELAC (Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños) efectuada este martes 24 de enero en Buenos Aires, Argentina, con el pretexto de que debía atender “compromisos” contraídos con anterioridad, incluso se atrevió a justificar que tenía que “supervisar” el Tren Maya. 

 “Hay mucha especulación del por qué no fui, tengo compromisos en el país, tenía que estar en el Tren Maya, en la supervisión de la obra, pues (si iba a Argentina) era viajar ayer todo el día, estar hoy, regresarme mañana, llegar aquí el jueves, y tengo trabajo bastante”, declaró en su rueda de prensa diaria.

 El mandatario mexicano fue uno de los ausentes de la Celac, junto con otros mandatarios impresentables como Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, o el mismo Nicolás Maduro, quien sí tuvo la completa disposición de acudir pero se vio obligado a abortar el plan, toda vez de que existió la real posibilidad de que fuese detenido en territorio bonaerense donde la gente rechazaba su presencia y hubo amenazas en cuanto a que la DEA estaría ahí para concretar su arresto. 

 Pero ni falta que hicieron en la reunión que contó con representantes de los 33 países integrantes, incluyendo cerca de 15 jefes de Estado o de Gobierno, en un evento que culminó con la “Declaración de Buenos Aires”, la cual consta de 111 puntos y 28 páginas donde se destacan la recuperación económica post pandemia y la necesidad de trabajar para reducir la pobreza.

 Los presidentes de los países que asistieron  rubricaron el documento final en el que destacan el compromiso con la democracia y promueven la integración regional. Además, ratifican el reclamo de la soberanía de Argentina en las Islas Malvinas.

 “Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), reunidos en la Ciudad de Buenos Aires el 24 de enero de 2023, convencidos de la importancia que tiene este mecanismo intergubernamental de integración regional, de concertación, unidad y diálogo político para promover y proyectar a América Latina y el Caribe en el debate de los temas de la agenda global”, comienza el documento de 111 puntos.

Compromiso con la democracia

A lo largo del texto de 28 páginas, los firmantes destacan que “la democracia es una conquista de la región que no admite interrupciones” en una clara referencia al intento de golpe de Estado sufrido por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva semanas atrás en Brasilia. 

 Al mismo tiempo, el documento recoge las críticas realizadas contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su par de Venezuela, Nicolás Maduro, y reafirma – de manera colateral, sin mencionarlos – que la celebración de “elecciones libres, periódicas, transparentes” es una “expresión de la soberanía del pueblo”, mientras que remarcan la importancia de la “promoción, protección y respeto por los Derechos Humanos”, en un contexto en que se recrudecen la represión a las protestas en Perú.

 Además, la declaración destaca los acuerdos vinculados a la recuperación económica post-pandémica; a la seguridad alimentaria y energética; a la estrategia sanitaria y a la cooperación en materia ambiental.

 Por otro lado, los miembros de la comunidad manifestaron su compromiso por avanzar “con determinación” en el proceso de integración, “promoviendo la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural” de los pueblos, con el propósito de que América Latina y el Caribe “tenga plena conciencia de su proyección como una comunidad de naciones soberanas, capaz de profundizar los consensos en temas de interés común y contribuir al bienestar y desarrollo de la región, así como a la acuciante superación de la pobreza y las desigualdades e inequidades existentes”.

Mejores condiciones financieras

Respecto al incremento de la deuda pública pospandemia, los firmantes exhortan a las entidades financieras internacionales y regionales a que “mejoren las facilidades crediticias a través de mecanismos justos, transparentes, accesibles y sin exclusiones “para que los países puedan recuperar la solvencia y el acceso a los mercados. 

“Reconocemos la necesidad de que los modelos económicos de los países de la región prioricen el desarrollo productivo con inclusión social y orienten sus recursos disponibles para alcanzar este fin”, aseguran los firmantes y señalan que “este objetivo sólo puede materializarse a través de una fuerte cohesión social dentro de los países, lo cual requiere de instancias y mecanismos de diálogo de alto nivel político”. 

Garantizar seguridad alimentaria

En cuanto a la seguridad alimentaria y la desigualdad, reconocen que las “múltiples crisis interrelacionadas afectan particularmente a la región” y que esto puso de manifiesto “la fragilidad del sistema agroalimentario y las desigualdades” y además “han agravado los efectos adversos del cambio climático”. 

Siguiendo esa línea, reiteraron el “compromiso para impulsar acciones efectivas tendientes a garantizar la seguridad alimentaria” mediante el apoyo del desarrollo agrícola y rural “promoviendo el aumento de la producción sostenible de alimentos” como también “un sistema de comercio internacional de productos agrícolas más justo (…)”. 

Cooperación ambiental

Otro de los puntos destacados del documento tiene que ver con la acción climática “como una prioridad global”. En esa línea, la declaración reitera la “disposición a apoyar de manera conjunta el proceso multilateral con base en la urgente necesidad de actuación de cada país (…)”. 

Sin embargo, le envía un claro mensaje a las potencias al recordar “la urgencia de que los países desarrollados cumplan su compromiso de movilizar conjuntamente los u$s100.000 millones por año a partir del 2020 hasta el 2025 para el financiamiento climático” para apoyar a los países en desarrollo. Además del compromiso de la COP26 de duplicar la financiación. 

En sintonía con la acción climática remarcan que “la contaminación por plásticos es una de las principales problemáticas ambientales globales” y reafirman la necesidad de promover energías renovables para acelerar la transición. 

Brecha de género

La “Declaración de Buenos Aires” también dedica varios puntos para hablar sobre la situación de las mujeres, jovenes y niñas durante y post pandemia. Y señala que se evidenció “un impacto diferenciado por motivos de género” dejando al descubierto “el aumento de los niveles de violencia doméstica”. 

“Reconocemos con preocupación la persistencia de brechas entre hombres y mujeres en el mercado laboral, los salarios, el empleo de calidad y el acceso a la protección y a la seguridad social (…)”, expresa el texto.

Fin del bloqueo a Cuba, diálogo en

Venezuela y soberanía en Malvinas

Por último, el texto pide expresamente por el “fin del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba”, no solo por ser contrario al derecho internacional sino también porque “causa graves daños al bienestar del pueblo”. 

Además, pide “la exclusión de Cuba de la lista unilateral sobre países que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional”. 

 Respecto a Venezuela, saludan los acuerdos en el proceso de diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición agrupada en la “Plataforma Unitaria de Venezuela”. 

En cuanto a la cuestión Malvinas, el documento manifiesta el compromiso “a seguir trabajando en el marco del Derecho Internacional” para “lograr que la región de América Latina y el Caribe sea un territorio libre de colonialismo y colonias”.

Y expresa: “Reiteramos el más firme respaldo regional a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como el permanente interés de los países de la región en la reanudación de negociaciones entre la República Argentina y el Reino Unido” para “encontrar una solución definitiva” según lo dispuesto por Naciones Unidas. 

 El presidente Andrés Manuel López Obrador había perdido a los mandatarios que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños firmar un comunicado para poner fin a la represión en Perú, pidió por la libertad de Pedro Castillo, mandatario depuesto y se solidarizó con su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva: “No podemos aceptar intentos y mucho menos golpes de Estado”.

“No debemos dejar solo al pueblo hermano del Perú, fue una infamia lo que hicieron con Pedro Castillo y la forma en que están reprimiendo al pueblo”, insistió.

 Sin embargo, hasta este momento se desconoce si sus solicitudes fueron incluidas en el dómine to firmado por los 33 países integrantes de la Celac.

 Opinión.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1 

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