Pues con la noticia, lectores, de que la felicidad es posible y puede medirse. Al menos eso cree la Organización de Naciones Unidas, y hasta un día internacional le ha dedicado, que es hoy. Hace tiempo en México se medía el nivel de felicidad y se comparaba con el de otros países. De hace algunos años a la fecha lo mide el INEGI con el nombre de bienestar autorreportado. Se puede consultar hasta por entidad federativa. Una genial idea en el Reino de Bután creó el concepto de Felicidad Nacional Bruta en lugar de Producto Interno Bruto. Las disciplinas que más estudian con métodos científicos la felicidad son, aunque usted no lo crea, la economía y la política. La búsqueda de felicidad, efectivamente, mueve la economía, y la razón última de la política debería ser el bienestar colectivo, que no es otra cosa que la felicidad.