Por Salvador Cosío Gaona
El ánimo de Andrés Manuel en contra del Instituto Nacional Electoral se activó sin marcha atrás cuando, apenas unos días después de que el tabasqueño ganara la Presidencia, el INE decretó una multimillonaria multa a su partido/movimiento por un fideicomiso supuestamente creado para canalizar ayuda a damnificados del terremoto de 2017.
“Al fideicomiso ingresaron 78.8 millones de pesos a través de depósitos en efectivo (44 mdp), cheques de caja (14.7 mdp), transferencias bancarias y SPEI (19.7 mdp), mientras que egresaron a través de cheques de caja 64.4 millones de pesos, principalmente a miembros del partido, los cuales fueron cobrados en efectivo”, informó el INE el 18 de julio de 2018 en un comunicado sobre esa multa. La sanción que se impuso fue de poco más de 197 millones de pesos, pues según explicó el consejero Ciro Murayama, presidente de la Comisión de Fiscalización, “no se trata de una conducta irregular aislada, sino de una trama de financiamiento paralelo. (…) Se incumple la obligación de informar a la autoridad, además de que el fin de dar dinero a la población es ilegal para un partido”.
Luego, en marzo de 2021, el INE tumbó a Morena, por irregularidades en sus reportes en gastos de precampaña, sus candidaturas para Michoacán y Guerrero. El resto es historia.
En el caso del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), a principios de mes había quedado conjurado el riesgo de parálisis en ese organismo: el 1 de marzo el Senado nombró a dos comisionados; con ello se evitaría que al retirarse el comisionado Francisco Javier Acuña –quien concluye su periodo–, hubiera menos de cinco integrantes en el pleno, cantidad mínima para operar.
Pero, en un recurso extremo e inédito, el 15 de marzo el presidente López Obrador vetó los nombramientos de Ana Yadira Alarcón Márquez y Rafael Luna Alviso.
AMLO no puede hacer todo lo que quisiera en el Legislativo, pero puede evitar que se atore todo aquello que no desea. Así que o estaba muy distraído cuando se eligió a Alarcón y al polémico (por sus malas calificaciones en su examen) Luna Alviso, o algo encendió el mal ánimo presidencial.
Ese algo pudo haber sido una resolución del INAI sobre una persona que el tabasqueño quiere y procura como a pocas, y para más señas una corcholata de la elección capitalina: Rosa Icela Rodríguez.
El 6 de marzo el INAI instruyó que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana entregara los resultados de la evaluación de control de confianza de Rodríguez, titular de esa dependencia. Eso habría caído en el hígado del oficialismo.
Morena detesta al INAI: recientemente, en un debate donde la oposición pedía no paralizar a ese organismo, senadores morenistas descalificaban la necesidad del mismo, argumentando que hoy tenemos un gobierno transparente, según dijeron.
Nada justifica el asalto al INAI. Pero en una de esas, el haber decidido justo ahora una resolución en contra de Rosa Icela Rodríguez, ayuda a entender que se pusieron en la mira del Presidente, y éste decidió estrujar a ese organismo.
Así las cosas, el INAI queda paralizado hasta nuevo aviso al no haber acuerdo entre las bancadas de los diferentes partidos en el Senado sobre los tres comisionados que deben nombrar. Este jueves fue la última oportunidad que tuvieron los senadores para definir y votar un dictamen que contuviera la propuesta de al menos un comisionado del pleno del organismo autónomo, de tres vacantes que habrá a partir de este 31 de marzo, cuando terminó el periodo de Francisco Javier Acuña.
El nombramiento de Acuña, y el de dos de sus excompañeros que dejaron sus cargos en abril de 2022, están atascados en la Junta de Coordinación Política del Senado (Jucopo), donde los líderes de los partidos, particularmente, varios senadores de Morena no quieren votar los nombramientos ante las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador contra el INAI y los intentos de su gobierno de frenarlo. Ahora se sigue la estrategia que ha funcionado para paralizar a otros órganos autónomos por la falta de quórum legal en sus plenos que los imposibilita a llevar a cabo sus funciones. Fue el caso de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), que durante casi un año no pudo operar por falta de comisionados hasta que la Suprema Corte obligó al presidente a enviar sus propuestas para las vacantes.
El 16 de marzo pasado, López Obrador vetó la selección que hizo el Senado de dos nuevos comisionados del Instituto y aseveró que lo hizo porque los senadores llevaron a cabo un “reparto de cuotas” para que un partido pudiera elegir a uno de los comisionados y otro partido al segundo. Aunque los líderes de los partidos sostuvieron una reunión para intentar resolver los nombramientos y a pesar de que estuvieron en sesión durante seis horas, las designaciones no se llevaron a cabo. De acuerdo con el calendario de sesiones aprobado por los senadores, la Cámara alta tendrá vacaciones hasta el 12 de abril, cuando volverán reunirse. Los legisladores deberían llegar a un acuerdo antes del 26 de abril, cuando termina el periodo ordinario de sesiones del Senado, que no reinicia hasta septiembre.
Mientras esperan los nombramientos, el INAI continuará trabajando en la integración de expedientes y en la capacitación de las oficinas gubernamentales para que sean más transparentes, según ha dicho su presidenta, Blanca Lilia Ibarra. Además, el instituto ha presentado una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que el máximo órgano judicial mexicano le permita funcionar con cuatro comisionados, cosa que aun no se sabe si pasará.
@salvadorcosio1