Por Salvador Cosío Gaona
Lo dije antes y lo repito ahora: si en este país existe la justicia Hugo López-Gatell tendría que terminar tras las rejas por la negligencia e indolencia con que condujo la estrategia contra la pandemia de coronavirus, ocasionando que nuestro país terminara en el quinto lugar entre los países que registraron mayor cantidad de muertes durante el tiempo que duró la emergencia sanitaria, siendo que muchos miles -de los casi un millón de muertos- perdieron la batalla contra COVID-19 bajo su responsabilidad.
El tema se ha colocado de nuevo en la palestra luego de que esta semana que está por finalizar un juez federal instruyera a la Fiscalía General de la República (FGR) que se continúe la investigación en contra de Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien fue el encargado de la emergencia sanitaria por COVID-19 en México.
Y es que el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal en el Reclusorio Sur, Arturo Medel Casquera, revocó la determinación del Ministerio Público Federal, que había decidido no ejercer acción penal contra el funcionario por presuntas omisiones en las que habría incurrido durante la pandemia, teniendo un resultado material desastroso que ocasionó la muerte de miles de mexicanos.
“He mencionado algunos aspectos únicamente de manera enunciativa, más no limitativa, la fiscalía es la que tiene en su poder ese cúmulo de acciones que se han implementado y de ese cúmulo de acciones, pues puede consultar con expertos qué otra acción pudo haber sido eficaz o se dejó de hacer por parte del gobierno mexicano y de sus funcionarios como en el caso del subsecretario correspondiente”, señaló el juzgador durante una audiencia celebrada el pasado 2 de mayo.
De acuerdo con el abogado Javier Coello Trejo, el 25 de noviembre de 2020 se presentó por el caso del ciudadano Felipe del Carmen Jiménez Pérez, quien falleció víctima del virus por supuesta negligencia de diversas autoridades.
Ahí se detalló que el llamado “zar del coronavirus” no cumplió con sus obligaciones como encargado de controlar la enfermedad en el país.
“Reiteramos que seguiremos por la vía jurídica, reclamando justicia para los miles de víctimas indirectas que, por la falta de deber de cuidado, negligencia, falsos informes dados a la población, haber ocultado ante la nación la realidad de lo que esta epidemia causaría, responsabilidad que recae, en quien por ley tenía la obligación de preverlo y el deber de cuidar la salud de los mexicanos”, se lee en un comunicado que compartió este miércoles.
De acuerdo con Milenio, el asunto se turnó al agente del MP Federal, quien se abstuvo de seguir con la indagatoria. Sin embargo, el acuerdo fue impugnado ante un juez de control, pero confirmó la resolución ministerial.
Por ello, la familia de Jiménez Pérez promovió un amparo, en primera instancia se les negó la protección de la justicia. En la revisión, el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal lo concedió, motivo por el cual se tuvo que llevar a cabo una nueva audiencia, donde se dio la orden de iniciar la investigación.
Cabe mencionar que el despacho de Coello Trejo presentó dos demandas al respecto, en representación de dos de sus empleados: un abogado y una administrativa, cuyo esposo y padre fallecieron por COVID-19.
Este 9 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto que pone fin a la emergencia sanitaria de la COVID-19 en el país, iniciada el 23 de marzo de 2020, una decisión que llegó cuatro días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo lo propio.
La pandemia por el coronavirus ha dejado en México alrededor de 334 mil muertes y más de siete millones de contagios desde su inicio, según las cifras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Sin embargo, el propio Lopez Gatell había reconocido que por cada deceso había al menos 3 mas, de manera que la cifra rondaría el millón de muertes en nuestro país.
La enfermedad ha mantenido una tendencia clara de descenso en el país gracias a los altos niveles de vacunación.
López-Gatell ha apuntado a que el Ejecutivo dará inicio a un plan a largo plazo para enfrentar el coronavirus, una enfermedad que se mantendrá en estado “endémico”; es decir, que se mantendrá de forma habitual en el país.
En tanto, el abogado Javier Coello Trejo, quien lleva la denuncia, confía en que las autoridades apliquen la ley, pero en caso contrario, aseveró que acudirán a instancias internacionales.
El litigante recordó que luego de la muerte de Felipe del Carmen Jiménez Pérez, quien era padre de uno de sus colaboradores, se dio inicio a la queja en la cual se indica que el funcionario actuó con falta de medidas para contener la propagación de SARS-CoV-2, toda vez que nunca planteó el uso obligatorio de cubrebocas, ni restricciones sanitarias en aeropuertos y puertos fronterizos.
“No se busca más que justicia, es lo que siempre hemos buscado, del padre de nuestro compañero y abogado, así como muchos miles de gentes perdieron la vida por la negligencia y la irresponsabilidad del doctor López-Gatell y de otros funcionarios”, expresó Coello Trejo en entrevista con Radio Fórmula.
Comentó que en caso de que la FGR no quiera indagar al funcionario, seguirán insistiendo para ir a instancias mundiales como la Corte Internacional de Justicia en busca de alcanzar una sanción por este delito.
“Incluso hemos estado preparando para ir a instancias internacionales porque es el colmo que sea la Corte Internacional la que marque la justicia de México, cuando existe en México un Poder Judicial Federal autónomo. (…) La guerra es larga, pero creo en la justicia y esta llega.”, apuntó el jurista.
La realidad es que la actuación de López-Gatell fue deficiente desde el primer día y todo ello es documentable, teniendo como resultado el cúmulo de homicidios de comisión por omisión, provocando con sus “lineamientos de atención” la
existencia de casos de SARS-CoV-2 no detectados de manera oportuna, impidiendo al personal médico activar protocolos como el uso de cubrebocas, aislamiento de los pacientes, desinfección, tratamiento pertinente, entre otros.
Solo hay que recordar que el 19 de marzo de 2020, mencionó que las pruebas no tenían utilidad alguna.
La desastrosa estrategia implementada por el Gobierno de México bajo la la dirección de Gatell, originó severas críticas más allá de nuestras fronteras.
En noviembre de 2020, la OMS alertó que México estaba “en mal estado”, dicho por el máximo representante de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien añadió que “cuando ambos indicadores, las muertes y los casos, aumentan, es un problema muy serio. Nos gustaría pedirle a México que sea muy serio”.
A los puntuales señalamientos que ya había externado la Organización Mundial de la Salud, se sumaron las críticas del prestigioso diario The New York Times, que en una publicación tituló “México tergiversó los datos sobre la gravedad del coronavirus en la capital”.
Días después, The British Medical Journal (BMJ), lanzó un severo juicio al acusar que las autoridades de nuestro país habían minimizado la amenaza por covid-19 y la falta de una estrategia, combinada con mensajes contradictorios del presidente Andrés Manuel López Obrador habían exacerbado la situación.
En una publicación del 30 de diciembre de ese mismo año, llamó la atención un texto titulado “Covid-19: cómo el negacionismo lideró el desastroso esfuerzo de control de la pandemia en México”, en el que subraya que el gobierno se negó a hacer más pruebas y rastreo de casos “a pesar de tener una de las peores cifras de muertos del mundo”.
Destacó que nuestro país se convirtió en la cuarta nación en rebasar las 100 mil muertes por coronavirus y que estas continuaban en aumento, mientras que los hospitales estaban saturados y por lo tanto se veían forzados a rechazar a pacientes porque ya no había camas ni insumos suficientes.
La revista médica británica recordó que el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a México ser muy serio con el manejo de la pandemia, al señalar la compleja situación del país.
Sin embargo, abundó que “El gobierno de México respondió a la súplica como lo ha hecho a todas las recomendaciones anteriores de la OMS: con poca preocupación y abundancia de arrogancia. ´Si Tedros quisiera darme ese mensaje a mí, o al secretario de salud, o al presidente, tal vez nos hubiera enviado un cable diplomático´, dijo Hugo López-Gatell Ramírez”.
En abril de 2021, un informe de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) comisionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló que si México se hubiera desempeñado como el país promedio, alrededor de 190,000 muertes habrían sido evitadas en 2020.
En él se detallan los errores que los especialistas observaron en el manejo de la pandemia hasta ese momento. Entre ellos, cuestionan el liderazgo del Gobierno, la subordinación política, la falta de deliberación y toma de decisiones colectivas en los momentos más difíciles y los problemas que arrastran las instituciones públicas, en específico las de Salud. El Consejo de Salubridad, el máximo órgano encargado de la gestión de la pandemia sobre el papel, fue relegado a un segundo plano y las decisiones de salud pública no fueron sometidas a una supervisión ni consultadas con expertos independientes. La respuesta a la pandemia “se mantuvo fragmentada”, señala el informe, debido a la falta de entendimiento entre el Gobierno central y algunos gobiernos de los Estados, afectadas por líneas partidistas y la polarización política.
Los especialistas señalan que para evitar la saturación hospitalaria, las autoridades alentaron a los pacientes a sobrellevar la enfermedad en casa y no buscar atención médica a menos que se presentaran síntomas graves. “Esto ha contribuido a las altas tasas de mortalidad, ya que los pacientes han buscado atención médica solo cuando estaban gravemente enfermos y se estima que el 58% ha muerto fuera del hospital”, apuntan. En este sentido, se señala que el 61,2% de las muertes en exceso de 2020 que no están relacionadas con el diagnóstico de la covid-19, es muy probable que sean directamente atribuibles a la enfermedad, debido a la escasez de pruebas y el diagnóstico limitado.
Por todo esto, Hugo López-Gatell debe terminar en la cárcel.
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