Las aportaciones de los Retes

Importa conocer y reconocer las aportaciones que la familia Retes hizo al periodismo, trabajo editorial, cultura y arte tipográfico, dice el autor de numerosos libros de historia regional, que ha concluido un recuento de las epidemias en Nayarit y con el resultado de sus investigaciones publicará un nuevo título

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A nadie le gusta que le cuestionen sus creencias ni sus orgullos. Así que es comprensible que haya generado tantos reclamos haber aclarado que la Librería Retes, el Hotel Bola de Oro y la huelga obrera de Bellavista no fueron las primeras o más antiguas de México.

El historiador Pedro López González (Xalisco, 1944) dice  que aunque la librería  no sea la más antigua de México, la familia Retes fue propietaria de una imprenta que hizo  grandes aportaciones a Tepic en el siglo XIX.  Su  librería sigue abierta en pleno siglo XXI.

Es puntual con el dato: La primera imprenta de Tepic llega al puerto de San Blas en 1843. Su propietario fue Miguel García Vargas. De sus talleres salió el primer periódico de la ciudad, El Vigía del Pacífico.

López González publicó El Arte Tipográfico en Nayarit (UAN, 1992), donde precisa la apertura de la Imprenta del Pacífico: 1856. Fue el segundo negocio tipográfico de la ciudad, ubicado en la esquina de las calles Puebla y Lerdo, propiedad de Pablo Retes Martínez.

Los lugares donde se exhibían y vendían los libros no eran como las librerías que hoy conocemos, sino que se ofrecían en tiendas de ropa, mercerías, imprentas y papelerías, explica el experto en historia local. La Imprenta del Pacífico en algún momento tomó el apellido de los propietarios y se convirtió en Imprenta de Retes, que con “precios muy moderados” se anunciaba en 1895 también como “taller de encuadernación, librería y papelería”, en el periódico El Tepiqueño, impreso en sus talleres. En el Directorio del Comercio del Imperio Mexicano para el Año 1867 consigna en Tepic una sola mercería y librería, del comerciante francés Adolfo Fessard. Registra un negocio de Benjamín Retes, pero es una botica.

Las aportaciones de la familia Retes tienen relevancia en la impresión y la difusión. Su empresa tipográfica editó el periódico liberal El Mosquito y el primer calendario local. Además, a partir de julio de 1893 imprimió el periódico Lucifer. Sacó a la luz una biografía de Manuel Lozada, de la autoría de Juan B. Sepúlveda.

Dos libros destacan en su producción: Ensayo Estadístico y Geográfico del Territorio de Tepic (1894) y Pequeña Geografía del Territorio de Tepic Escrita para los Niños (1894), de Julio Pérez González y Nicolás Muñoz Ruiz, respectivamente.

La imprenta fue heredada por el original propietario a su hijo José María Retes Peiro, quien la modernizó en 1879. Al morir en 1918, pasó a su hijo Carlos Retes Nolasco. Fue vendida en 1920 a Francisco Ruvalcaba. En 1925 quedó en manos de Félix Barbosa Valle.

Con el nombre de Imprenta Barbosa imprimió La Gaceta Comercial (1925-1929), El Heraldo de Nayarit (1929-1940), El Flajelo (1932), Prensa Libre (1932-1940) y Frente Obrero (1940). En sus talleres trabajaron los entonces muy jóvenes Antonio Pérez Cisneros y Álvaro Espinosa.

“El que sea o no sea la librería más antigua de México carece de importancia. Lo que se necesita es rescatar la aportación de la familia Retes al periodismo, a la cultura, la historia y el arte tipográfico de Tepic”, concluye el doctor en historia e investigador.

López González pide hacer una aclaración: No es autor de cien libros, como se dice. Apenas lleva 98. Le faltan dos: uno sobre epidemias en Nayarit y otro sobre la Casa Aguirre. Ya están en diseño editorial y en algunos meses serán publicados por la Universidad Autónoma de Nayarit y el Gobierno del Estado.

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