Fue a Jorge Alberto Castillo Núñez a quien le reventó en plena cara, el grave problema que vive el SEAPAL en estos momentos. Directores pasaron fueron y vinieron, pero nunca pensaron que el agua se agravaría.
Honestamente el problema que se vive en buena parte de las colonias de Puerto Vallarta es ocasionado por la escasez del vital líquido.
LA LLUVIA DE ANOCHE
Anoche vi llover y la gente vive el desabasto como nunca, pero eso tampoco es culpa de Jorge Alberto Castillo, sino de Tlaloc que se niega a derramar unas cuantas gotas.
EN 20 DÍAS, AGUA PARA TODOS
Ayer de comprometieron el propio Jorge Alberto y el presidente municipal, profe Luis Alberto Michel que habría agua para todos en veinte días.
Por el momento, tendremos que esperar a que el agua nos siga llegando en tandas.
RECARGUEN LOS MANTOS
Mientras tanto, tendremos que esperar a que los mantos friáticos se recarguen de agua… ¿y cómo se van a recargar? Todo depende de las lluvias, y que Ameca, el Río Mascota y Pitillal, vengan cargados de agua.
Mucho tuvo que ver la temporada de estiaje que se prolongó, por más tiempo de lo debido.
LA PROMESA
Cayendo las primeras tormentas, de aquí a veinte días, que fue a lo que se comprometieron las autoridades municipales de Puerto Vallarta.
JUNIOR LES SALVÓ
Ayer se vivió una jornada caótica. Si había molestia principalmente de la gente proveniente de El Progreso, San Nicolás y Las Carboneras, porque es a ellos a quienes no les cae ni una gota de agua.
Ayer les comentó uno de los auténticos líderes del movimiento, el maestro Alejandro de Dios Virgen, que estaban afectando al turismo, “pero no se ponen a pensar que nosotros atendemos a esos turistas”.
HUELE A PELIGRO
Es cierto que la gran mayoría adolecemos del vital liquido, pero no se vale que mezclen la gimnasia con la magnesia: Es importante decir qué hay partidarios del partido verde y sus dirigentes que le están sacando raja política a todo lo que huela a “agua”.
Una cosa es jugar limpio y otra cosa mezclar asuntos que tienen que ver con el agua, los servicios y la seguridad pública. Un batidero y eso a nadie le va a convenir.