“El día que llegó una licuadora a mi casa nos cambió la vida. Señores, a olvidarse de la salsa de molcajete. Señoras, a ocuparse más del petate que del metate”, dijo en la sierra huichola mientras entregaba licuadoras Xóchitl Gálvez, comisionada para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en el gobierno de Fox. Anoche anunció su renuncia pues su dependencia tendrá un significativo recorte presupuestal; no esperó que el Presidente la ratifique o la reemplace. Mujer e indígena de excepción, no se va por un berrinche sino por las consecuencias que esto tendrá en el pago de la deuda que México mantiene con los pueblos indios. Ella conoce el poder de una simple licuadora entre los pobres; los expertos en asignaciones presupuestales ni conocen las licuadoras ni la miseria. (Publicada en Meridiano el 8 de diciembre de 2006)