Breverías | Ciencia y milagro

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En los años que dediqué mi vida a la investigación experimental leí un libro de rehabilitación en lesiones cerebrales que entonces juzgué como superficial. Palabras más, palabras menos, la autora consideraba para el terapista innecesaria la neurofisiología, fotógrafa de los límites,  pues debería trabajar con el paciente como si éstos no existieran; el cuerpo se encargaría del resto. Sin duda es una posición simplista a la luz de la ciencia, pero cercana a la sabiduría. Es actuar como esos hombres de fe que esperan de Dios todo como si su esfuerzo personal de nada sirviera, pero trabajan con tal fuerza como si Dios nada pudiera. Ni ciencia que ahogue la esperanza ni Dios que apague la iniciativa humana. Es dejarle abierta la puerta a los milagros; a veces llegan y la encuentran cerrada.

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