Por Christian García Ruano
Si tuviera que definir qué es la fotografía para mí, no podría hacerlo con una sola palabra. Observar la cotidianidad de la vida, los sucesos importantes y los aparentemente insignificantes de nuestro paso por el mundo a través de una cámara fotográfica no es solo un oficio que he venido ejerciendo con pasión durante años, es un estilo de vida.
Desde la primera vez que apreté el obturador de una cámara, las cosas nunca volvieron a ser iguales para mí. La fotografía se ha convertido en una obsesión por capturar los contrastes que la vida nos presenta: lo bello y también aquello que preferiríamos no ver. En una mañana de sábado, podrían encontrarme fotografiando la llegada de un nuevo ser a este mundo, y por la tarde documentando el accidente más terrible en la ciudad.
Gracias a la fotografía, he llegado a conocer mi entorno de manera más profunda. Al fotografiar una variedad de temas, he tenido que interactuar con personas de distintas culturas, religiones e ideologías, lo que con el tiempo ha moldeado una perspectiva diferente y, sobre todo, más respetuosa hacia las cosas. Esta profesión también me ha brindado la oportunidad de viajar y conocer lugares, personas y tradiciones tanto dentro como fuera de mi país, experiencias que quizás nunca hubiera imaginado vivir.
Me considero un fotógrafo sumamente versátil, ya que mi trabajo abarca desde eventos sociales hasta publicidad, pasando por fotografía de viajes y naturaleza, y culminando en el fotoperiodismo. Hace aproximadamente un año, junto a mi gran amigo y compadre Hugo Cervantes, fundamos la agencia fotográfica “Nayar Foto” con el propósito de brindar servicios fotográficos a medios de comunicación locales y nacionales, centrándonos en este último género.
Entre todos los temas que abordo en mis imágenes, tengo dos favoritos. El primero es documentar ritos y festividades tradicionales, mientras que el segundo es la fotografía deportiva. En este último campo, tuve el honor de recibir el premio estatal de fotografía deportiva el año pasado.
¿Qué es lo que me depara el futuro como fotógrafo? No lo sé, pero de lo único que estoy seguro es que a cada paso que dé por este mundo seguiré buscando imágenes.
