“Como madre de un adicto se viven noches de terror, noches de incertidumbre, siempre se vive con el temor de que un día mi hijo no regrese a casa, por las madrugadas la angustia me atrapa a cada minuto, cuando me despertaba y me asomaba al cuarto de mi hijo para ver si ya había llegado y no lo veía, se me iba el sueño, ya no podía dormir y me ponía a rezar, en ocasiones como que Dios me escuchaba y a los pocos minutos llegaba mi hijo, pero a la noche siguiente la historia se repite”, con lágrimas en los ojos narró su sentir la señora María Dolores Bugarín.
Comentó que como madre le dolía ver cómo su hijo estaba acabando con su vida al consumir diversas drogas y recordó que desde los 14 años su hijo consumía diferentes sustancias, entre las que mencionó mariguana, cocaína y pegamento.
Aseguró que ella siempre le brindó mucho amor, cariño y comprensión, a pesar de ello, el hombre de 38 años de edad se sumergió en el mundo de las drogas y ahora se encuentra recluido en un centro de rehabilitación.
La señora María Dolores explicó que su hijo ya lleva tres meses internado y ahora lo ve diferente: “Poco a poco ha cambiado la conducta de mi hijo, ahora lo veo más lúcido y hasta su forma de hablar es diferente, ahora tengo la esperanza de que mi hijo deje de consumir drogas y salve su vida, porque si no deja de consumir drogas tarde o temprano y más temprano que tarde él pagará las consecuencias, claro que si algo malo le pasa a mi hijo yo sufriría, por eso es necesario que él entienda que las drogas matan y sus adicciones poco a poco me están matando a mí también por tantas preocupaciones que me da, pero quienes lo atienden me dicen que cuando salga de aquí saldrá recuperado y yo tengo fe en que así sea”.
