Volantín | Scherer; el caso que evidenció la corrupción en el gobierno obradorista

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Por Salvador Cosío Gaona

Ningún régimen en México en los últimos años ha podido escapar a los escándalos y/o señalamientos de corrupción; es un cáncer que junto con la impunidad constituyen flagelos que frenan cualquier intento por avanzar en cuanto a desarrollo económico y cohesión social se refiere. De ahí la importancia que se exhiba y se denuncie de manera oportuna para que procedan las acciones correctivas correspondientes y se sancione a los responsables. Y en este contexto, resulta interesante preguntar por un hombre al que se acusó de crear una red de negocios judiciales bajo el actual gobierno, presuntamente a espaldas del presidente Andrés Manuel López Obrador. ¿Dónde está Julio Scherer Ibarra? ¿Qué sanciones ha recibido? ¿En qué reclusorio o penal se encuentra? ¿Quiénes de sus cómplices han sido investigados o retenidos por la justicia e igualmente en qué centro carcelario se ubican?

El caso Julio Scherer detonó uno de los mayores escándalos de corrupción bajo la égida del régimen actual en el poder.

El libro del autor Hernán Gómez Bruera, “Traición en Palacio”: El Negocio de la Justicia en la 4T, que exhibe al ex Consejero Jurídico del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Julio Scherer Ibarra, como el orquestador de una red de delincuencia organizada al amparo de los poderes del Estado, está debidamente sustentado y lo muestra de forma inequívoca como alguien que aprovechó para su beneficio personal el cargo de poder que ostentaba en el gabinete federal.

La obra de Gómez Bruera, -quien tras declararse abiertamente simpatizante del gobierno de López Obrador,  reconoció era necesario evidenciar el caso-, fue presentada el pasado sábado ante más de 400 personas que abarrotaron los salones principales de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara y Zapopan, convocados por la Agrupación Política Nacional Plural “Confío en México”, que me honro en presidir.

El reconocido politólogo Gabriel Torres Espinoza, encargado de hacer la presentación de la obra, planteó que en ella se pueden conocer los pormenores de corrupción, pero también de delincuencia organizada por parte del Consejero Jurídico, Julio Scherer.

“Este libro es el resultado de una investigación con 80 testimonios de funcionarios y litigantes que afirman conocer al personaje principal de la obra y su peculiar forma de trabajar; nos da santo y seña de cómo es que operaba esa red de influencias y ese tráfico de influencias, es decir, esa red del crimen organizado que había alrededor del aparato judicial y que bajo el esquema de amenazas o de pactos inconfesables se lograba torcer la justicia para beneficio de los intereses económicos o de un despacho que operaba como parapeto, como prestanombres de los intereses del consejero jurídico del presidente López”, expuso.

Gabriel Torres, añadió, el autor busca entender los desafíos de la justicia en México y cómo operan estos esquemas de corrupción que no es ni el primero y seguramente tampoco el último en el país.

“En esta obra el autor aporta luz sobre las prácticas y los mecanismos de corrupción en el sistema judicial mexicano y cómo en un sexenio que debió haber combatido la corrupción llegó a existir durante la primera mitad un personaje tan poderoso que, si estas condiciones son ciertas, traicionó al presidente López Obrador”.

Por su parte, Hernán Gómez Bruera, el autor, justificó que decidió escribir este libro porque nadie más lo quiso hacer y se dijo sorprendido de que ningún otro periodista lo publicara antes, “porque realmente de Julio Scherer Ibarra se hablaba en todas las mesas bajito, como en secreto, pero se oía mucho hablar de este personaje”, sostuvo.

Indicó que su libro trata sobre la forma en que opera realmente el Poder Judicial en México tanto en el ámbito local como en el federal y de alguna manera lo que busca esta investigación es desentrañar el modus operandi de la corrupción en el Poder Judicial o de una parte de la corrupción.

Detalló que la mayor parte del libro se basa en alrededor de 80 entrevistas que realizó, testimonios anónimos, documentos “y una revisión de casos que cayeron en ciertos juzgados, en ciertos tribunales, y ahí lo que se logra detectar es cómo los casos que le interesaban a esta red de corrupción que encabezó el ex consejero jurídico de la presidencia caían sistemáticamente en los mismos jueces y en los mismos magistrados”.

Gómez Bruera, quien categórico aseguró que de nada de los turbios manejos de Scherer estuvo enterado López Obrador, reveló que para poder escribir la obra tuvo  acceso a información, a carpetas de investigación, y pudo platicar con muchas de las propias víctimas del ex consejero; gente que fue extorsionada y/o sufrió algún tipo de despojo.

Otro punto de vista valioso fue el de la ex magistrada Patricia Campos González, quien dio fe de la veracidad de la investigación porque conoció de muchos de los casos en forma directa.

“Lo que sucedió con este señor Julio es que tenía una ambición desmedida y ahí él se desbordó, y todos los asuntos los empezó a catapultar para él enriquecerse y hacer de este negocio de funcionario el abuso de poder, la extorsión, el tráfico de influencias, el prevaricato, y todo lo que él podía ejercer sin ninguna restricción”.

La también jueza, discrepó con el autor en el sentido de que el presidente ingenuamente confió en Scherer, y afirmó: “el señor presidente primero, no es ningún ingenuo, nada desconoce, y sabe perfectamente -porque sí investigan a las personas que van a trabajar dentro de la presidencia y más en esos cargos tan importantes-; entonces el presidente le permitió crecer y hacer bajo el amparo de que lo estaba ayudando y que le sirve para los fines que él los necesita utilizar, abiertamente en el Poder Judicial  requieren una persona que esté de intermediario para conocer y resolver los asuntos en los que la presidencia no puede operar políticamente, tiene que hacerlo por vía judicial o vía jurídica, y entonces pues buscan a una persona que tenga el nexo directo con los personajes que requieren en este ámbito en el poder judicial”.

Patricia Campos reconoció existe corrupción en el Poder Judicial pero en casos específicos, “son pocos los jueces y magistrados o ministros que se prestan a seguir esas instrucciones…”

Sin embargo, dijo, todos los abogados litigantes y entre el público saben quiénes son los corruptos. Indicó que este tipo de personajes son resilentes lo mismo que el propio Poder Judicial y que de poco sirve hacer una Reforma porque ya se ha intentado y a los seis meses los nuevos ya están incurriendo en mismas prácticas carentes de ética en las cuales la corrupción es imperante.

Al respecto, la abogada María del Pilar Fernández Ruíz, encargada de la exposición de motivos, reconoció que de manera muy valiente el autor describe lo que ha sido la justicia en la 4T, al tiempo que recordó y cuestionó si se habrán cumplido las premisas y promesas de quien se proclamó como la esperanza de México, en cuanto a “No mentir, no robar y no traicionar”.

Sin menoscabo de la responsabilidad de Scherer Ibarra y su cartel o grupo delincuencial que lo acompañó en estas conductas delictivas, hay que subrayar que, para que haya un corrupto debe haber un corruptor, y en sentido, ni todos los jueces ni todos los magistrados ni todos los abogados ni todos los notarios ni todos los que tenemos que ver con la administración y con la impartición de la justicia somos corruptos, ni tampoco todos somos santos; hay que seguir respaldando a quienes tienen que seguir trabajando para forjar un país mejor en su desarrollo, y hay que seguir atacando la corrupción sea de quien sea y venga de quien venga. Y para que un gobierno, el actual o el que venga, pueda colgarse la medalla de luchador contra la corrupción debe ir a fondo y deben caer todos los culpables del tamaño que sean y no solamente chivos expiatorios o peces menores.

Lo cierto es que mientras la corrupción y la impunidad continúe campeando en el Gobierno obradorista, por más que se quieran colgar las medallas y catapultarse como luchadores contra estos flagelos, estarán tan manchados como sus antecesores. Las oportunidades para mostrarse diferentes las tienen todos los días, y bien haría el presidente en vetar las posibles candidaturas de Omar García Harfuch y Hugo López-Gatell, si realmente quiere gozar de credibilidad.

Opinion.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1

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