En el creciente estado de Nayarit, el reciente Censo Agropecuario y Forestal de 2022 arroja luz sobre la compleja trama agrícola y forestal que define la identidad productiva del estado. Con una extensión declarada de 1.4 millones de hectáreas, la tierra nayarita se presenta como un tapiz diverso, donde 0.6 millones de hectáreas se dedican al uso agrícola, mientras que 0.8 millones abrazan la diversidad de agostaderos, pastos naturales, aprovechamiento forestal, enmontadas, bosques, selvas, y 8 mil 696 hectáreas con construcciones diversas. Este mosaico, que incluye habitaciones, bodegas, corrales, y áreas ensalitradas o erosionadas, constituye el crisol de la producción agropecuaria en el estado.
Las 82 mil 494 unidades de producción agropecuaria y forestal de Nayarit, que abarcan una impresionante superficie agrícola de 575 mil 513 hectáreas, son el pilar de la riqueza productiva. Entre ellas, 74 mil 702 unidades agropecuarias activas despliegan 503 mil 475 hectáreas de superficie agrícola, mientras que 62 unidades forestales activas contribuyen con 11 mil 703 hectáreas de superficie agrícola. Adicionalmente, 7 mil 730 unidades en descanso resguardan 60 mil 335 hectáreas de superficie agrícola, esperando el momento propicio para su activación.
De las 503 mil 475 hectáreas de superficie agrícola activa, 456 mil 031 corresponden a áreas sembradas, mientras que el resto yace en descanso o sin sembrar, víctima de diversos avatares como el mal tiempo, falta de crédito, enfermedades, carencia de recursos o simplemente la ausencia de manos dispuestas a sembrar.
El censo agropecuario pone en relieve la vitalidad de la agricultura a cielo abierto en Nayarit, con cifras elocuentes en toneladas de diversos cultivos anuales y perennes. Entre los cultivos anuales, el maíz forrajero destaca con 404 mil 669 toneladas (colocando al estado dentro de los primeros 15 principales productores nacionales), seguido por el sorgo grano con 313 mil 108 toneladas (cultivo que posiciona a Nayarit dentro de los primeros cinco productores nacionales) y el maíz grano blanco con 223 mil 369 toneladas.
En la categoría de cultivos perennes, la caña de azúcar se erige como líder con 2 millones 6 mil 146 toneladas (cifras que colocan al estado dentro de los primeros 10 lugares nacionales de producción), seguida por mango (395 mil 603 toneladas, lo que posiciona al estado como el tercer productor nacional), agave (183 mil 454 toneladas, siendo el tercer lugar a nivel nacional), aguacate (97 mil 899 toneladas, cultivo en el que ocupamos el cuarto lugar nacional), piña (51 mil 116 toneladas (cultivo en el que Nayarit ocupa el cuarto lugar nacional), y limón (24 mil 735 toneladas, fruto con el cual el estado se posiciona dentro de los 15 principales productores).
Detrás de estas cifras abrumadoras, la fuerza laboral en actividades agropecuarias se traduce en 493 mil 688 personas, donde el 88.7 por ciento son hombres y el 11.3 por ciento mujeres. Un aumento del 2.7 por ciento en la participación femenina desde el último Censo Agropecuario en 2007 refleja un cambio positivo en la equidad de género en el sector, cabe destacar que dentro de la fuerza laboral, los guardianes del campo están están envejeciendo, la edad de los trabajadores superan los 45 años, el 45.7 por ciento se encuentra entre esta edad y los 65 años, mientras que el 30.1 por ciento, supera los 65 años de edad.
Por otro lado, el parque vehicular de tractores propios ha experimentado un asombroso incremento del 99.9 por ciento, alcanzando las 9 mil 382 unidades en 2022. Este crecimiento anual del 4.7 por ciento evidencia una modernización constante en la maquinaria agrícola nayarita.
A pesar de estos avances, el acceso al crédito y al seguro sigue siendo una asignatura pendiente. Desde 2007, el porcentaje de unidades de producción con acceso a crédito ha permanecido en un 16 por ciento, mientras que sólo el 3.5 por ciento cuenta con seguro en 2022.
Los desafíos no pasan desapercibidos, y los productores señalan los altos costos de insumos y servicios como el principal obstáculo (91.6 por ciento), seguido de la baja de precios debido a la pandemia (31.6 por ciento), que aún continúa pegando; pérdida de fertilidad del suelo (28.2 por ciento), inseguridad (16.2 por ciento), y dificultades en la comercialización por la presencia de intermediarios, conocidos como coyotes (15.6 por ciento).
En resumen, el Censo Agropecuario y Forestal 2022 pinta un cuadro fascinante y desafiante de Nayarit, donde la tierra y sus guardianes enfrentan un futuro en el que la tecnología, la edad y la equidad de género pueden ser claves para un desarrollo sostenible.