Volantín | Dardo envenenado

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Por Salvador Cosío Gaona

El inesperado respaldo del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a su homólogo estadounidense Joe Biden de cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre, luce más como un dardo envenenado que un mensaje de real apoyo.

 Ese día los estadounidenses elegirán a su nuevo presidente en una contienda en la que, salvo sorpresas de última hora, se enfrentarán Biden y el expresidente Donald Trump, igual que en las presidenciales de 2020.

Putin opinó que sería mejor para Rusia que Biden ganara las elecciones y encadenara un segundo mandato, pese a la fuerte tensión y rivalidad que caracterizan a la actual relación entre las administraciones de Moscú y Washington.

 Es la primera vez que el presidente ruso realiza comentarios públicos sobre las elecciones estadounidenses de 2024.

 “Para nosotros, ¿quién es mejor, Biden o Trump?” preguntó el corresponsal de la televisión estatal rusa Pavel Zarubin a Putin durante una entrevista retransmitida este miércoles.

El líder del Kremlin respondió en un instante sin dudar: “Biden” 

“Tiene más experiencia, es predecible, es un político al viejo estilo”, argumentó.

 Putin también defendió la capacidad de Biden para realizar su trabajo, en un momento en el que se han planteado preocupaciones sobre la memoria y lucidez del presidente de 81 años.

“Cuando conocí a Biden en Suiza -si bien fue hace unos años- algunos ya decían que era incapaz de funcionar. Yo no vi nada parecido”, relató.

Y entró en detalle: “Sí, miró sus papeles. Siendo honesto, yo hice lo mismo. No significa nada. Y en cuanto a que (Biden) se golpeó la cabeza al bajar de un helicóptero en una ocasión, bueno, ¿quién puede decir que nunca se ha dado un golpe en la cabeza?”.

 Resulta paradójico que sus palabras provengan de un líder a quien el propio presidente estadounidense ha llamado “dictador asesino” y ” matón”, y al que ha acusado de albergar “un cobarde deseo de territorio y poder”.

Como contrapunto, en su entrevista Putin también criticó la política de la Casa Blanca hacia Moscú, que consideró “gravemente defectuosa” y “equivocada”.

 Trump, por su parte, utilizó las palabras de Putin a su favor en un mitin de campaña la noche del miércoles.

El expresidente aseguró que la preferencia del mandatario ruso por Biden es un “gran halago” hacia él mismo.

Las nuevas declaraciones de Putin, de hecho, han llamado la atención, ya que por lo general ha mostrado una mejor sintonía con Trump que con Biden.

 Trump calificó recientemente a Putin como un líder “inteligente” y “un genio”, en un discurso para criticar la actual estrategia de Estados Unidos para combatirlo. 

Y días atrás advirtió a los aliados de la OTAN que, de salir elegido presidente, “alentaría” a Rusia “a hacer lo que quisiera” con aquellos que no cumplan con el compromiso de gasto de al menos un 2% en Defensa.

 Biden, por su parte, reafirmó que “si Putin ataca a un aliado de la OTAN, Estados Unidos defenderá cada centímetro del territorio” de los países de la Alianza Atlántica.

En todo caso, ¿qué busca Putin con sus declaraciones a favor del actual líder de Washington?

Las palabras del líder del Kremlin llegan en un momento de desavenencias en Estados Unidos sobre el modo de asistir a Ucrania en su resistencia contra la invasión de Rusia tras casi dos años de guerra.

 Algunos analistas creen que, con sus declaraciones de este miércoles, Putin trata de echar gasolina al fuego, fomentando la polarización política y las discrepancias en la democracia estadounidense sobre el conflicto en Ucrania.

Esto es especialmente relevante en un momento en el que el Senado estadounidense aprobó un paquete de ayuda de US$95.300 millones para Ucrania, Israel y Taiwán, del que US$60.000 millones se destinarían a apoyar a Kyiv contra Moscú.

Este paquete está pendiente de aprobación en la Cámara de Representantes (Congreso), donde se espera una dura oposición de la mayoría republicana, alineada con Trump. 

 Por otro lado, de confirmarse la candidatura de Trump por el Partido Republicano en las elecciones presidenciales, la declarada preferencia de Putin por su rival podría convertirse en un arma de campaña para el expresidente estadounidense en su intento de regresar a la Casa Blanca.

“Ahora el equipo de Trump puede señalar estos comentarios sobre Biden y utilizarlos para desviar las inevitables acusaciones de que Trump es la elección del Kremlin”, indicó Steve Rosenberg, editor del Servicio Ruso de la BBC en Moscú.

 Por otro lado, hay que decir que algo positivo para Biden es que el fiscal especial David Weiss, encargado de investigar a Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, ha presentado cargos de falso testimonio y obstrucción a la justicia contra un testigo que actuó como fuente confidencial de la Oficina Federal de Investigación (FBI) con declaraciones contra los Biden. Alexander Smirnov, de 43 años, dijo falsamente a agentes del FBI en junio de 2020 que ejecutivos asociados con la empresa energética ucraniana Burisma pagaron a Hunter y Joe Biden cinco millones de dólares a cada uno en 2015 o 2016.

 Ese testimonio falso, que el fiscal atribuye a motivaciones políticas, es el que ha servido durante años a los republicanos para acusar de corrupción a Joe Biden sin pruebas y el que les llevo a abrir una investigación contra el presidente  para un posible juicio político (impeachment). Durante el verano pasado, los republicanos consideraron heroica la actuación del ahora imputado y exigieron al FBI que publicara su declaración íntegra. El presidente de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, el republicano James Comer, envió un requerimiento al FBI el año pasado para obtener el llamado documento FD-1023 con la declaración. Ya entonces había muchas dudas sobre si sus alegaciones eran ciertas.

Weiss es el fiscal que ha acusado a Hunter Biden por la presunta compra y posesión ilegal de un arma y por supuestos delitos fiscales. Ahora, sin embargo, acusa a Smirnov en relación con las declaraciones que hizo al FBI acerca de los negocios de Hunter Biden en Ucrania, tratando de relacionarlos con su padre, el presidente.

 No había ninguna prueba que respaldase las afirmaciones de esa fuente confidencial. Pese a ello, los republicanos han citado en la Cámara de Representantes a Hunter Biden y votado abrir una investigación para un posible proceso político (impeachment) contra el presidente.

En el pliego de cargos presentado por el fiscal especial no se cita por su nombre a los Biden, pero no queda ninguna duda al respecto. Se señala que el imputado se trata de una antigua fuente confidencial que dio al FBI información falsa en 2020 “sobre una prominente figura política y su hijo”. Con esa y otras menciones aún más explícitas del pliego de cargos de 37 páginas, está claro a quién se refiere.

“A pesar de las repetidas amonestaciones de que debía proporcionar información veraz al FBI y de que no debía fabricar pruebas, el acusado proporcionó información denigrante falsa al FBI sobre el Funcionario Público 1, un cargo electo de la Administración Obama-Biden que dejó el cargo en enero de 2017, y el Empresario 1, el hijo del Funcionario Público 1, en 2020, después de que el Funcionario Público 1 se convirtiera en candidato a la Presidencia de los Estados Unidos de América”, dice el documento.

 La acusación desmonta el principal testimonio contra Joe Biden. Los fiscales dicen que Smirnov tuvo contacto con ejecutivos de Birmania, pero que fue rutinario y en realidad tuvo lugar en 2017, después de que el presidente Barack Obama y Biden, su vicepresidente, hubieran dejado el cargo, cuando Biden no habría tenido capacidad para influir en la política estadounidense.

 Opinionsalcosga23@gmail.com

@salvadorcosio1

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