Por Ernesto Acero C.
La actividad económica del estado se mantiene en crecimiento constante. Eso se refleja en empleo, en inversiones, en presencia del gobierno en las áreas prioritarias. La seguridad pública se mantiene en un excelente nivel y no se descuida por exceso de confianza. La inversión social se manifiesta en un enorme despliegue de las tareas del DIF y de las dependencias que actúan conforme a la perspectiva social del mandatario estatal Miguel Ángel Navarro Quintero.
Esa dinámica de la vida en el estado, no es resultado del azar ni de una entelequia como la suerte que se impone a las acciones humanas. La vitalidad de la economía y de la actividad de la sociedad nayarita es consecuencia de la obra de gobierno. No todo es gobierno, afortunadamente. No obstante, cuando la autoridad cumple con sus funciones, cuando cumple con sus atribuciones y responsabilidades, el resultado se manifiesta de manera generalizada. La función del gobierno en materia de desarrollo es el de garante de bienestar, y en el entorno de la democracia, a ello se agrega el de facilitador de todo el potencial de la sociedad.
Las condiciones adecuadas para la producción, para el trabajo, para que los factores sociales realicen sus tareas en paz, con tranquilidad, con confianza, ahí están y se aprovechan. Afortunadamente no todo es gobierno. En buena medida, un buen gobierno es el que se siente en la vida cotidiana, aunque no se note.
No ha sido sencillo llevar al estado a esa etapa de su existencia. Se ha debido sortear la inercia de la atonía o del subdesarrollo. Incluso, en algunas áreas se han debido sortear las inercias de la involución. Esa es la relevancia del gobierno del doctor navarro, que ha logrado vencer inercias con decisiones difíciles, complicadas y que tienen costos, sin duda.
Existen diversas evidencias de lo dicho. Verbigracia, se ha debido avanzar en la reconstrucción de todo el sistema de salud. La situación en la que recibe el gobernador Navarro Quintero ese sistema de salud, es la del abandono, de la indolencia y la abulia presididas por la corrupción. Pocos saben que en Nayarit se llegó a inaugurar un hospital del que ni siquiera se puso la “primera piedra”.
Las inversiones privadas han empezado a verse favorecidas por la paz y la tranquilidad, por los elevados niveles de seguridad pública que la gente vive y siente. Los indicadores que se observan al respecto son verificables, y quizá no sean los que desearían los nayaritas, aunque se debe reconocer que los avances empiezan a registrarse. La cuesta empieza a remontarse.
Es cierto, sin duda, que se requiere avanzar de manera tal que sean más los empleos que se generan anualmente, dada la dinámica demográfica de nuestra entidad federativa. También se requiere que esos empleos sean mejor remunerados y que se muestren más humanos con los trabajadores. Hay mucho camino para recorrer.
En cuanto al sector primario de la economía, se debe reconocer que el gobierno de López Obrador en coordinación con el gobierno que preside el doctor Navarro Quintero, está por dar un enorme salto cualitativo. Esto como consecuencia de los miles de hectáreas que serán incorporadas a la producción luego de que empiece a operar el Distrito de Riego que tiene como columna vertebral al Canal Centenario.
La campaña que ha desplegado el mandatario estatal para mantener sano el hato ganadero ha sido reconocido por los mismos productores nayaritas. Esa campaña significa igualmente que Nayarit no será trampolín de otras entidades para sacer a su ganado enfermo, como hasta hace unos pocos años solía ocurrir.
Actividades como la promoción del arte y la cultura, así como las actividades deportivas teniendo a Nayarit como foco de atención, han significado que el estado se coloque como zona de interés para turistas, para el resto del país. El Estado, entendido este en su manifestación como administración de las cosas públicas, no es el actor que lo hace todo. El gobierno del estado solamente genera condiciones favorables para que el poder creativo y productivo de los nayaritas se manifieste y se expanda en todo su esplendor.
La sociedad nayarita ha sabido ser creativa, ha mostrado su enorme potencial con la aportación que han hecho las grandes figuras como la de Luis Ernesto Miramontes, como la obra de Emilia Ortiz o la de Ernesto Galarza. Cientos de miles de nayaritas envían a sus familiares en la entidad remesas que son las que garantizan una mejor calidad de vida a quienes aún no logran incorporarse a la dinámica de progreso y de prosperidad.
El talento, la grandeza de los nayaritas está fuera de toda duda. Ni siquiera los grandes ladrones que han saqueado al estado, se lo han podido acabar. Ninguna potencia europea o de cualquier otra región habrían sobrevivido a los sinvergüenzas que abusaron de la sociedad nayarita.
Hoy, los nayaritas tienen un buen gobierno encabezado por una buena persona, como lo es el doctor Navarro Quintero. El desafío que se sitúa frente al mandatario, es el de sentar las bases para que el mundo no retroceda al finalizar su administración.
Formar cuadros políticos, no administrativos, es el desafío. Los cuadros administrativos son sencillos de obtener; los cuadros políticos son los que “no se dan en maceta”.
Los cuadros administrativos pueden egresar hasta de las universidades, pero no así los cuadros políticos. Los cuadros políticos no se dan en los campos universitarios, dado que la política es naturaleza humana y, lo que natura no da, Salamanca no presta.