Por Heriberto Murrieta
El América derrotó claramente a los Tigres, la noche del sábado en la cancha del Estadio Azteca.
Llama poderosamente la atención que, aún jugando con suplentes, el conjunto amarillo no se descompone, sabe a lo que juega y vence sin despeinarse a uno de los grandes trabucos del futbol mexicano.
En cambio, el desconcertante e inconsistente Cruz Azul, que apenas la semana anterior había goleado 3-0 al Guadalajara, ahora perdió por ese mismo marcador frente a uno de los equipos más flojos de la competencia, el Santos Laguna, que ha empezado a enderezar el rumbo bajo la dirección técnica de Ignacio Ambriz. Me da la impresión de que los rivales ya saben cómo anular la presión alta, el juego colectivo y la propuesta ofensiva de la Máquina Cementera. Deplorable actitud la del central Ditta, que nuevamente se hizo expulsar, y además provocó con ademanes al público lagunero.
Por su parte, el Guadalajara va de mal en peor. Está en picada. A pesar de que Javier Hernández inició el partido contra el León, salió de cambio en los primeros minutos del segundo tiempo y el Guadalajara perdió, dejando una pobre imagen en la cancha del Bajío.
Se ha desdibujado completamente el conjunto dirigido por el argentino Fernando Gago. Tendrá que acelerar en la recta final del torneo si quiere clasificar a la liguilla por el título.
Nueva plaza
Avanza la construcción de la plaza “Heriberto Murrieta” en Tequisquiapan, Querétaro. El empresario queretano José Luis Trejo tuvo la iniciativa. Se lo agradezco profundamente. ¡Un honor! Ya cuenta con los permisos correspondientes. José Luis ha contado con el apoyo del aficionado Rodrigo Orozco.
Tendrá cupo para 3000 espectadores. El ruedo tiene un diámetro de 28 metros. Contará con museo, capilla, enfermería, vestidores, patio de cuadrillas, toriles, ocho corrales y un restaurante conectado a los palcos del coso. El muro del callejón ya está terminado. Es de ópalo, un mineraloide rosado, parecido al cuarzo, que se extrae de las minas cercanas. Es la única gema que puede reflejar la luz del sol y transformarla en todos los colores del arcoíris. El piso es de tepetate y arena sílica.