Por Julio Casillas Barajas
En México, de acuerdo con la ENOE, al tercer trimestre de 2023, había 2.5 millones de personas de 15 años y más ocupadas en trabajo doméstico remunerado, cifra que representó 4.2 % del total de personas ocupadas. En 2023, nueve de cada 10 personas dedicadas al trabajo doméstico eran mujeres. La ENOE muestra que 69.5 % de las personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado en 2023 no recibió ningún tipo de prestación laboral.
En 1988, durante el Congreso de Trabajadoras del Hogar que se desarrolló en Bogotá, Colombia, se estableció el 30 de marzo como Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar. El objetivo es reivindicar los derechos de este sector, promover el trabajo en condiciones dignas y reconocer lo que aporta esta labor a la economía mundial. Así es que, para conmemorar este día, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) integra indicadores sobre las características sociodemográficas y condiciones laborales de las personas trabajadoras del hogar en México.
PERSONAS TRABAJADORAS DEL HOGAR
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) define a las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado como aquellas que prestan su servicio en labores de aseo, asistencia, así como en las relacionadas al hogar de una persona o de una familia, a cambio de una remuneración económica. El personal ocupado en trabajo doméstico remunerado incluye a personas empleadas domésticas, cocineras, choferes, a cuidadoras de personas, vigilantes, lavanderas, planchadoras, así como a quienes se dedican a la jardinería en casas particulares. Al tercer trimestre de 2023, los resultados de la ENOE mostraron que, de la población ocupada de 15 años y más, 2.5 millones de personas estaban ocupadas en el trabajo doméstico remunerado en hogares. Lo anterior representó 4.2 % del total de la población ocupada en México: nueve de cada 10 eran mujeres. Por grandes grupos de edad, la población en trabajo doméstico remunerado se concentró en el grupo de 30 a 59. En este, 71.7 % correspondió a mujeres y 63.4 %, a hombres. Siguió el grupo de 60 años y más, en el que el porcentaje de hombres fue mayor que el de mujeres, con 20.2 y 13.5 %, respectivamente. Las personas trabajadoras del hogar tenían, en promedio, 44.5 años.
LA UNAM OPINA
A pesar los esfuerzos significativos para brindar protección a sus derechos laborales, las trabajadoras del hogar enfrentan serios problemas de explotación y discriminación, urgentes de erradicar desde el ámbito familiar y escolar, considera la UNAM. Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, establecido el 30 de marzo por la Organización de las Naciones Unidas como fecha para reivindicar esta actividad y las prerrogativas de quienes la realizan, la institución resalta que históricamente han sido un grupo excluido y discriminado a partir de una construcción socio-cultural, en la que a las mujeres se les se les asigna un rol en el ámbito del hogar.
Incluso se les asocia también a las tareas de cuidado de niñas, niños y de personas adultas mayores; al asumir esta función como algo natural por ellas mismas y la sociedad, se constituye en una actividad invisibilizada y menospreciada, se enfatiza.
MALOS TRATOS Y DEFICIENTE PAGA
El trabajo doméstico remunerado ha sido mal pagado; se desarrolla en condiciones desfavorables, de explotación, las cuales crean una serie de estigmas sociales que solo se podrán erradicar con un cambio sociocultural sobre la forma en que lo vemos y apreciamos, pues esta actividad resulta vital para el bienestar de millones de hogares, abunda la UNAM.
Datos del INEGI de marzo de 2023, indican que el trabajo del hogar en México incorpora a 2.5 millones de personas de 15 años y más, y continúa como una de las asignaturas pendientes en términos de reconocimiento y garantía de derechos.
La invisibilización, se presenta porque no se entiende como una relación laboral y, en consecuencia, no se da el reconocimiento igualitario respecto de otro tipo de empleos en el país. Tampoco se asume la importancia de remuneraciones justas, acordes con el volumen de quehaceres y la duración de las jornadas, que además suelen ser poco dignas.
Cifras del INEGI también revelan que, a pesar de ser un espacio laboral predominantemente femenino, en 90.2 por ciento, existe una brecha salarial vinculada con la condición de género que es otra evidencia de la deuda de justicia que existe.
SALARIOS DISPARES ENTRE MUJERES Y HOMBRES
El promedio de ingreso mensual en el sector es de 3 mil 829 pesos, pero cuando se desglosa por género queda en evidencia que ellas perciben una paga menor, es decir, 3 mil 767 pesos mientras que los hombres trabajadores del hogar 4 mil 399, lo que significa que por día es menor al salario mínimo vigente en nuestro país. Lo anterior, además de sus derechos laborales: vacaciones, espacios seguros, trato digno y no discriminatorio, así como aguinaldo, entre otros, los cuales no suelen ser proporcionados por la mayoría de los empleadores.
A pesar de las resistencias y debido al trabajo colectivo de las mujeres, se ha logrado avanzar en el acceso y ejercicio de algunas garantías, aunque siguen siendo insuficientes. En México, se modificó la Ley Federal del Trabajo que protege sus derechos laborales; sin embargo, en la mayoría de los casos la normatividad se incumple y prevalece el estigma y la invisibilización.
LOS REGISTROS DEL IMSS
De acuerdo con los últimos datos que reporta el Instituto Mexicano del Seguro Social hasta diciembre del 2023, sólo 62.000 trabajadoras habían sido registradas por sus empleadores lo que representa apenas el 2.5 por ciento de total de los trabajadores del hogar, lo cual resulta lamentable” abunda. Enfrentan otras segregaciones que se suman al hecho de ser mujeres y que tienen que ver con la clase social, pertenencia a alguna etnia, o si están embarazadas y/o tienen hijos, lo cual abona a que los niveles sean mayores.
VEREMOSY DIREMOS.