Por Mariana Cortés Zayas
A lo largo de la historia en las comunidades y las ciudades ha habido eventos o hechos que han transformado la vida de las personas, como ejemplo las guerras, los fenómenos naturales, fenómenos antropogénicos, que por su naturaleza crean un impacto negativo entre los habitantes, el resultado de estos hechos obliga a la transformación de los espacios en los que fueron asentados esos territorios y con ello a recuperarse para volver a ofrecer las condiciones de vida apropiadas para los seres vivos.
Los eventos dan la posibilidad de reconstruir los territorios y dan también la posibilidad de que los ciudadanos nos repensemos, reflexionemos sobre las condiciones que deseamos vivir en un entorno y en el futuro.
Siempre he cuestionado que no deberíamos estar esperando un evento que nos lastime, que nos dañe, que nos ponga en riesgo a nuestra vida o a la de nuestra familia, vecinos y amigos, para cambiar, para transformar las condiciones en las que vivimos, ojalá que sólo hubiera impactos positivos que nos ayudarán a crecer y seguir desarrollándonos en comunidad.
La mente de muchos de nosotros no imaginaba vivir como lo hicimos en la pandemia, la enfermedad nos hizo sentir vulnerables, a menudo comento a mis estudiantes que el estilo de vida que llevamos no sólo originará nuevas enfermedades que afecten la salud pública de la población, sino que habrá eventos que nos llevará a vivir de nuevo en encierro, por ejemplo en el año 2021 España sufrió la pandemia y al mismo tiempo la erupción del Volcán La Palma, era triste ver imágenes en dónde los habitantes se desplazaron dejando sus viviendas en el perímetro en dónde la lava impacto al territorio, imágenes dolorosas de personas que al mismo tiempo se cuidaban del virus como de las peligrosas emisiones volcánicas, en México en plena pandemia circularon imágenes ese mismo año de una inundación en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas en dónde las autoridades desplazaban a los habitantes en botes inflables, al mismo tiempo de cuidarse del virus sufrían los embates de las lluvias.
La realidad es que los escenarios de los próximos años serán cada día más críticos, sin embargo los estilos de vida de las comunidades no terminan por modificarse, no aprendemos de las experiencias vividas y eso nos pondrá cada día en mayor riesgo.
Las comunidades requieren recursos en grandes cantidades para hacer frente a sus necesidades, poco o nada hacemos para que esa demanda que necesitamos para vivir se regenere de nuevo ambientalmente, es decir el agua no la tratamos, el aire no lo cuidamos, la basura no la separamos y no le damos un tratamiento inteligente, la tierra la erosionamos, no cuidamos su permeabilidad para recuperar agua subterránea, nuestros ríos llevan agua contaminada a los océanos, la energía la gastamos y cada día requerimos una mayor demanda en todo.
Aquí es dónde debemos reflexionar: ¿Qué estamos dispuestos a vivir para cambiar?, ¿Cómo podemos contribuir como ciudadanos corresponsables de nuestros entornos a aminorar los embates ambientales?, ¿Dé qué forma podemos cooperar para disminuir la exacerbada demanda de recursos?, ¿Qué esperamos para hacernos responsables?
Son preguntas duras, que nos deben llevar de la reflexión a la acción.
El pasado sábado 21 de abril nuestra ciudad de Tepic está atrapada en una densa capa de aire contaminado, con partículas que dañan nuestra salud, la de las plantas, la de los animales, pero también la de nuestros recursos, es una experiencia triste, lamentable y vergonzosa.
Esta dura experiencia debe servir para que esta Ciudad se convierta en la Ciudad más organizada en clasificar la basura, en darle tratamiento a nuestros desechos y/o residuos: orgánicos, a los plásticos, al cartón, al aluminio, al acero, al vidrio, no necesitamos un terreno con una gran extensión en dónde desechar los residuos.
Necesitamos hacernos responsables de la clasificación de nuestros residuos desde casa, en la oficina, en la escuela, en el trabajo, no es trabajo de las autoridades es trabajo de nosotros los ciudadanos y las ciudadanas que queremos vivir mejor, en entornos mejores a los tenemos.
Será tarea de las autoridades conjuntamente con la comunidad dar tratamiento y disposición a los desechos organizados y dar tratamiento no es desechar, es reciclar, tratar es dar trabajo a quién dé un uso a esos desechos, en composta, en elaboración de PET, reciclado de vidrio, de aluminio etc.
En la Ciudad de Tepic debemos olvidarnos de continuar con nuestros mismos hábitos, empecemos a poner el ejemplo de aquí se aprende la experiencia y hagámonos corresponsables de nuestros entornos.