Por Salvador Cosío Gaona
Uno de los grandes retos para los órganos electorales, empresas, academia y medios de comunicación, con el uso de la Inteligencia Artificial (IA) durante los procesos electorales es identificar las noticias falsas generadas con esta tecnología para que la ciudadanía no sea engañada con estos datos y pueda emitir un voto informado, coincidieron personas especialistas durante el foro: “Diálogos Electorales: Desafíos y Oportunidades en el Uso de IA en la Democracia”.
Durante un encuentro organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), la consejera electoral Erika Estada Ruiz, señaló que la democratización de la tecnología ha generado una transformación profunda en la forma en que se llevan a cabo los procesos electorales en todo el mundo.
Es así como la integración de la Inteligencia Artificial en los comicios emerge como un fenómeno de importancia crítica.
Indicó que, si bien existe una potencialidad para alterar los procesos electorales, la IA tiene ventajas positivas para mejorar los procesos electorales, las cuales se pueden ir perfeccionando paso a paso.
Sin embargo, mencionó que es importante vislumbrar los riesgos que conlleva el uso de la IA, tales como la manipulación de la información, la discriminación algorítmica que restringe el acceso equitativo a los contenidos políticos y la rápida propagación de los discursos polarizadores.
Además, dijo que se debe poner atención a los mensajes de odio de violencia política, que se pueden multiplicar en las redes sociales, lo cual es una preocupación de los órganos electorales, porque incluso la IA se podría estar usando para difundir noticias que dañan a la democracia.
En su oportunidad, el director general de la Consultoría Comunicación Política Aplicada, Luis Ángel Hurtado, consideró que con la regulación de internet y la IA se allana el derecho a la información, la libertad de expresión y el derecho a las audiencias.
En este sentido, consideró que se debe apostar por políticas públicas que promuevan la educación de la ciudadanía para el uso correcto de los medios de comunicación y con ello, la discusión sería no por la regulación sino cómo potencializar las herramientas tecnológicas que están surgiendo.
Por su parte, la profesora e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rocío Aldeco Pérez, consideró que las personas creadoras de tecnología, además de ser éticas, deben incluir en sus contenidos un proceso que ayude a identificar a la Inteligencia Artificial por lo que una alternativa es etiquetarla desde el momento en que se está creando.
¿Se debe regular la Inteligencia Artificial?
Refirió que hace unos meses se emitió una regulación en Europa sobre la Inteligencia Artificial, en la que se propone etiquetar todos los contenidos de este tipo y así identificarlos cuando se hacen con esta tecnología.
En tanto, el profesor de la Universidad Iberoamericana y experto en comunicación, Alejandro Cárdenas López, expuso que el reto técnico para los órganos electorales es diferenciar cuándo se usa IA.
Indicó que una ventaja de la Inteligencia Artificial es que lograría un mayor acercamiento con las juventudes.
Además, propuso que los órganos electorales deben realizar simulacros con las instituciones académicas y las empresas especializadas para determinar casos probables de noticias falsas durante los comicios y con ello frenar alguna probable crisis política.
A su vez, el investigador del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad en la UNAM, Julián Atilano Morales, se dijo convencido de que sí es necesaria la regulación de aspectos muy específicos de la Inteligencia Artificial porque sí están teniendo consecuencias durante los comicios. Por ello, dijo que los órganos electorales deben involucrarse en este debate de regulación de la IA.
La periodista y conductora en Radio UNAM, Deyanira Morán Garduño, indicó que México no cuenta con una legislación clara en torno al uso de la IA por lo que no está regulada, lo que genera un uso malintencionado durante los procesos electorales o en cualquier otra situación.
Indicó que el reto es que la ciudadanía debe aprender a diferenciar cuándo la información es verídica o falsa y contar con elementos para ello, con el fin de estar en condiciones de participar con información verídica en los comicios.
El coordinador de Ingeniería en Ciencias de Datos de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, Andrés Tortolero Baena, consideró que la mejor manera de potencializar la IA es con la preparación y educación de las personas porque esta tecnología ya está habilitada para todas las áreas de la sociedad.
En este sentido, dijo que es necesario que todas y todos conozcan lo que es la Inteligencia Artificial y su funcionamiento porque en todo momento se tiene contacto con esta tecnología.
Finalmente, el periodista especializado en Tecnologías de la Información y la Comunicación, Emilio Saldaña Pizu, se dijo convencido de que la llegada de la Inteligencia Artificial es un hito relevante porque tiene la capacidad de hacer una infinidad creaciones, desde lo legal, académico, estudiantil o procesos democráticos.
Indicó que actualmente vivimos los primeros procesos electorales de la IA, en donde la ciudadanía carece de tiempo y elementos para discernir sobre lo que es real y lo que es producto de estas nuevas tecnologías para tomar una decisión al momento de votar.
Por ello, habló de la necesidad de involucrar a todas las personas en la Inteligencia Artificial.
La Inteligencia Artificial (IA) no puede alterar los resultados oficiales de las próximas elecciones presidenciales, los cuales son responsabilidad del Instituto Nacional Electoral (INE), sin embargo, lamentablemente, el uso de esta tecnología sí puede incidir en las percepciones y preferencias de los votantes, a través de los deepfakes o falsedades profundas, escribió la destacada periodista Surya Palacios para la revista Alto Nivel.
Menciona, “los deepfakes son videos, audios e imágenes que se producen con IA, su objetivo es difundir opiniones y hechos falsos, usualmente suplantando la identidad de una o varias personas, o incluso de empresas o instituciones.
Con este tipo de falsedades se puede manipular a los electores antes, durante y después de los comicios, porque los deepfakes -que suelen difundirse y hacerse virales en las redes sociales informáticas- son capaces de modificar las creencias, sensaciones y pensamientos de los ciudadanos.
Como estos archivos presentan una realidad que simula ser verdadera, hay amplios sectores de la población que pueden ser engañados, a pesar de que se trata de datos y narrativas completamente falsos, erróneos o tergiversados.
En México, el 72% de las personas no sabe qué es un deepfake, de acuerdo con una encuesta de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, en tanto que 62% de quienes participaron en el sondeo admitió que no sabe reconocer un video falso o alterado.
En ese tenor, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) ha advertido que los deepfake son una amenaza que “podría tener un impacto sin precedentes” en los procesos electorales, introduciendo “serias dudas sobre la integridad” de los comicios”.
@salvadorcosio1’