Por Ernesto Acero C.
En Tepic, el relleno sanitario no lo es. Sencillamente es un basurero a cielo abierto. Ese lugar es conocido con el nombre de El Iztete. A ese lugar se ha tirado la basura que se generó en la ciudad de Tepic durante las tres últimas décadas, aproximadamente.
Una persona produce diariamente casi un kilo de basura. El municipio tenía 266 mil habitantes el año 2000, cerca de 349 mil en 2010 y unas 380 mil en la actualidad. Los datos demográficos son aproximaciones en línea con los datos de los Censos del INEGI. Eso significa que de 2000 a 2010, Tepic produjo unas 250 toneladas de basura al día; de 2010 a 2020 cerca de 330 toneladas diarias y de 2020 a la fecha, más o menos 370 toneladas diariamente.
Los datos a los que aquí me refiero son conservadores. El “Informe de la Dirección de Aseo Público. H. XXXVII Ayuntamiento de Tepic” se refiere a datos muy superiores. El documento de dicha dependencia municipal (integrado con 58 páginas) indica que la generación de residuos sólidos urbanos “ha aumentado de 300 ton en el 2003 a 600 ton en el 2011 y se espera que aumente a 800 ton en 2015 (DAP 2010), con una población de 380249 habitantes (INEGI 2010) –sic–”. Este documento fue elaborado durante la administración de Manuel Humberto Cota Jiménez (2005-2008). Los autores de dicho estudio son Claudia E. Saldaña Durán, I. Paz Hernández Rosales, Sarah Messina Fernández y José A. Pérez Pimienta.
Dicho en modo conservador, solamente la ciudad de Tepic genera más de 135 mil toneladas de basura por año. En modo más estricto y con datos de la misma autoridad (idem), Tepic podría estar generando unas 300 mil toneladas de basura al año. La diferencia entre los indicadores es abisal, aunque para lo que resulta, da lo mismo 135 mil que 300 mil toneladas.
Ahora bien, partamos del supuesto que nos define el peso volumétrico de la basura de Tepic como del orden de 200 kilogramos por metro cuadrado. Sobre esa base, podemos suponer también que el volumen de basura producida por Tepic al final del año en curso, será de unos 675 mil metros cúbicos. Este es el dato conservador, que parte del supuesto de que Tepic genera 135 mil toneladas de basura al año. Si nos ceñimos al otro dato que nos habla de unas 300 mil toneladas de basura al año, entonces debemos concluir que Tepic generará un millón y medio de metros cúbicos de basura este año.
¿Qué comparación podemos hacer para darnos una idea más cercana a nuestras percepciones concretas? Tenemos los datos del terreno donde se asentaba el estadio de futbol en Tepic, destruido durante la administración gubernamental del ex gobernador Ney González. Dicho terreno mide 100 por 60 metros. Por tanto, se trata de un terreno de seis mil metros cuadrados.
Si en el tiradero de basura El Iztete albergará (solamente este año) la cantidad de 675 mil metros cúbicos de basura, tendríamos como conclusión que el terreno donde se asentaba el estadio de futbol podría contener una montaña de más de 112 metros de alto. Esta primera estimación es la de perfil conservador. La otra estimación de corte más académico, nos habla de un millón y medio de metros cúbicos de basura, nos lleva al asombro. Desde esta otra perspectiva, tendremos a fin de año, en El Iztete, una montaña de unos 250 metros de altura de las dimensiones del terreno donde se asentaba el estadio de futbol.
Los problemas que ocasiona el basurero municipal al medio ambiente, se suman a otros, agravando las cosas. Los incendios en el cerro de San Juan son recurrentes en estos días. La circulación de miles de vehículos automotores y la contaminación del río Mololoa reclaman medidas drásticas.
Toda esa problemática es el legado de varias administraciones municipales que no hicieron nada o que hicieron muy poco con altura de miras. Cuando se escucha que los problemas los ha generado el gobierno actual, se deja entrever una visión interesada del asunto. Tanto el PRI como el PAN han estado al frente de la administración municipal de Tepic. De rebote, el PRD logró encabezar la administración municipal de Tepic en el cuatrienio pasado. Esos cuatro años no sirvieron de nada excepto para ver crecer la montaña de basura y la contaminación del río. Las que pueden considerarse como invasiones de terrenos con fines habitacionales, en los zanjones y en el cerro de San Juan y otros más alrededor de la mancha urbana de Tepic, han empeorado todo. Los deslaves (sin lluvia todavía) en el cerro de San Juan es también otro tétrico aviso.
Lo que vemos hoy, como el incendio del Iztete o los incendios forestales en el entorno de la capital, pueden compararse con lo que ocurre en varias partes del país en materia de seguridad. Las bandas criminales crecieron y se multiplicaron durante los gobiernos del PAN y del PRI; el fenómeno se intensificó en al menos los 30 años anteriores al actual gobierno federal, estatal o municipal. Los problemas en ambos casos no pueden ser resueltos en un sexenio ni en un par de sexenios.
La administración gubernamental que encabeza el mandatario estatal Miguel Ángel Navarro Quintero, ha desplegado acciones para resolver esa problemática. Debe decirse de una buena vez: no será posible resolver los problemas que nacieron, crecieron y se multiplicaron durante décadas de malos gobiernos. El gobierno del doctor Navarro requerirá de continuidad para que las estrategias se manifiesten en resultados favorables a la salud de los nayaritas que residen en la ciudad de Tepic. Para resolver los problemas que se crearon durante los 30 años anteriores a la actual administración, se requerirá de esfuerzo continuado durante los siguientes treinta años. Las buenas acciones que se realizaron durante el gobierno de don Toño Echevarría, no tuvieron continuidad en los años subsecuentes.
Lo que saca a relucir el incendio del tiradero de basura en el Iztete, es un ejemplo de lo que se ha hecho mal en administraciones municipales que mostraron ignorancia, negligencia o vocación por la rapiña.
Por Tepic hay mucho que hacer. Lo que nos queda claro es que no se debe dejar la administración pública de la capital del estado, en manos de quienes han dejado la ciudad. Y estamos en pleno proceso electoral concurrente. Esta es oportunidad para los ciudadanos, para que no se deje el gobierno de la ciudad en manos de los que sembraron los problemas que hoy padecemos todos.
Finalmente. Istete, Ixtete, Iztete: así es el nombre de origen náhuatl de un dulce muy especial que se elabora en Tepic. ¿A quién se le ocurrió la mala idea de llamar de esa manera al tiradero de basura de la capital?
Totalmente de acuerdo con la nota