Fracaso. A la Selección no le alcanzó y quedó fuera de la Copa América. Los pasajes de buen juego no fueron suficientes y se consumó el naufragio. Nunca tuvo claridad. Santiago Giménez se fue en blanco. La oncena nacional marcó un mísero gol en todo el torneo. A pesar de que la Federación Mexicana de Futbol desestimó de antemano el certamen, las consecuencias de la eliminación pueden ser graves, incluyendo el posible cese del entrenador. Futuro incierto de la Selección, a dos años del Mundial.
Con la obligación de ganar, el equipo nacional se volcó durante el segundo tiempo sobre la portería ecuatoriana. Incesante ataques. Antuna puso entrega y habilidad por la banda derecha. Huerta y Orbelín Pineda abandonaron el terreno de juego.
A diferencia de partidos anteriores, Jaime Lozano no sacó a Santiago Giménez, sino que agregó al voluminoso Guillermo Martínez para acompañarlo en el eje del ataque.
Un hombre que había brillado por su ausencia, Jordi Cortizo, también fue enviado a la batalla en un intento desesperado por encontrar el anhelado pase de gol.
El público profirió el grito homofóbico tres veces sin que el árbitro detuviera el encuentro. Martínez se tiró un clavado dentro del área sudamericana y tras la revisión en el VAR, el silbante determinó correctamente que no había penal. Así terminó esta lamentable historia.
