El Partido Laborista británico habría logrado una aplastante victoria en las elecciones parlamentarias celebradas este jueves en Reino Unido, según la encuesta de boca de urna encargada por la BBC. De hecho, se menciona que si las predicciones son correctas, los laboristas lograrán 410 escaños de los 650 que componen el Parlamento británico, frente a los 131 del gobernante Partido Conservador, que registraría su peor resultado histórico.
De esta manera, el líder laborista Keir Starmer, de 61 años, se convertirá en el próximo primer ministro de Reino Unido en sustitución del conservador Rishi Sunak.
Tras conocerse los datos de la encuesta, Starmer expresó su agradecimiento a todos los que trabajaron y votaron por su partido.
Los laboristas regresarán al poder después de 14 años de gobiernos conservadores superando la mayoría necesaria en la Cámara de los Comunes (326) para poder gobernar en solitario.
Estas elecciones suponen el colapso de los conservadores, precisamente después de que lograran un triunfo histórico en las elecciones de diciembre de 2019, cuando Boris Johnson ganó con una mayoría aplastante.
Aquel había sido el mejor resultado del Partido Conservador desde 1987, cuando gobernaba Margaret Thatcher.
En Reino Unido rige un sistema parlamentario, al contrario que en América Latina, donde la mayoría de los sistemas son presidencialistas. Por eso, el líder del partido que logra la mayoría de los escaños en el Parlamento se convierte en primer ministro.
Starmer fue elegido en 2020 para suceder a Jeremy Corbyn como líder del Partido Laborista. Anteriormente había sido abogado de derechos humanos y director del Ministerio Público, el fiscal penal de mayor rango en Inglaterra y Gales.
Según la encuesta de boca de urna encargada por la BBC, los laboristas obtendrían 410 escaños, los conservadores 131, los liberales demócratas 61 y los populistas de Reform UK 13.
Mientras, los nacionalistas escoceses del SNP se desplomarían, logrando solo 10 escaños. Los nacionalistas galeses de Plaid Cymru conseguirían 4 y los verdes 2.
La encuesta de boca de urna se basa en datos de votantes en unos 130 colegios electorales en Inglaterra, Escocia y Gales.
A pesar de los esfuerzos del hasta ahora primer ministro, Rishi Sunak, los conservadores no lograron darle la vuelta a lo que anticipaban las encuestas publicadas en las últimas semanas.
En cambio, las proyecciones de la BBC confirman que Reform UK, el partido de derecha populista liderado por Nigel Farage, contará con una representación de 13 escaños en el Parlamento británico.
Farage, impulsor del referendo del Brexit en Reino Unido, forjó su carrera política haciendo campaña en favor de la salida del país de la Unión Europea.
Desde hacía meses los sondeos sobre intención de voto ya vaticinaban una abultada victoria de los laboristas.
El laborismo ha centrado su campaña en la palabra “cambio”, en un momento en el que el país afronta importantes problemas económicos y sociales.
Los votantes de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, las cuatro naciones que componen Reino Unido, acudieron a las urnas con una sensación generalizada de estancamiento económico en el país, agudizada por la fuerte inflación de los últimos años.
Eso, sumado a las dificultades por las que atraviesa el sistema de salud público británico, el NHS, y a el número récord de migrantes que han llegado al país en los últimos años, habría animado a los votantes a apostar por el cambio.
Las últimas elecciones generales británicas se celebraron en diciembre de 2019 y las siguientes debían ser en enero de 2025. Sin embargo, Rishi Sunak anunció en mayo el adelanto de los comicios.
El premier aceptó que el país se enfrentaba a circunstancias “inciertas” debido a eventos como la guerra en Ucrania y la inflación que afecta al bolsillo de los británicos.
Las presiones que Sunak recibió en su entorno, según apuntaba en mayo el editor político de BBC News, Chris Mason, aceleraron su decisión de adelantar la cita ante las urnas.
¿Qué pasará ahora?
En Reino Unido, el líder del partido con más diputados se convierte en primer ministro, después de que el Rey lo invite oficialmente a formar gobierno.
El líder del partido con el segundo mayor número de diputados se convierte en lo que se conoce como líder de la oposición.
Si el primer ministro en ejercicio pierde, el cambio es rápido, en comparación con muchos otros países.
Con estos resultados, Rishi Sunak probablemente saldrá del número 10 de Downing Street –la residencia del primer ministro británico– en un día, y Starmer se instalará en la residencia oficial poco después.
Sacar al país de la crisis económica, de los servicios públicos como el de salud y recomponer la confianza en el gobierno, son las prioridades. Sin embargo, no hay claridad sobre el plan de ejecución y el cómo cumplirá sus ambiciosas metas. Expertos advierten que es inevitable el aumento de impuestos.
Incremento de impuestos o aumento de endeudamiento, esa es la cuestión
La monarquía parlamentarista establece que el partido que obtiene las mayorías en la Cámara de los Comunes conforma el gobierno.
El segundo partido en número de votos, recibe el título de leal oposición de su majestad y conforma el gobierno en la sombra, con un gabinete exacto al del gobierno, para fiscalizar cada movimiento del Ejecutivo.
En teoría, los laboristas han estado preparándose por catorce años para gobernar. Sus políticas corresponden al contexto nacional.
“Habrá menos dinero disponible para el próximo gobierno que cualquier otro desde 2010”, explica Pannell.
Los expertos advierten que el tamaño de la crisis requiere decisiones radicales, con grandes sumas de dinero que no existen. La ecuación resulta sencilla: aumentar la deuda o subir los impuestos o ambas.
En la campaña, Starmer evadió, pero no descartó subir impuestos, salvo uno bien polémico: poner IVA a las escuelas privadas. Busca que todos los niños accedan a una educación de calidad. No solo los quienes la pueden pagar.
“Sus promesas no dicen nada sobre cómo el Estado británico va a superar sus diferentes crisis en términos de presupuesto en los diferentes departamentos”, afirma Pike.
Recuperar la economía
La fórmula es fomentar y estimular el crecimiento económico en todo el país. Es cierto, Londres es una ciudad muy próspera, pero lejana a la realidad en cada rincón de las cuatro naciones donde abundan el desempleo y la falta de empresas y de oportunidades para jóvenes.
“Los laboristas están diciendo que van a generar un enorme crecimiento económico, pero no cómo”, explica el profesor Anand Menon, director de UK in a Changing Europe.
Para aliviar el pago de facturas de luz y de paso, tener seguridad energética, proponen crear Great British Energy, una empresa pública de energía limpia, “financiada con el impuesto a las ganancias inesperadas de los gigantes del petróleo y el gas”, explica el manifiesto laborista.
Ese florecimiento económico requiere además inversión en nueva infraestructura.
“Tratar de impulsar la economía, aumentar la productividad, facilitando la construcción de cosas. El Reino Unido es famoso por ser un país difícil para construir”, sostiene el experto electoral y profesor de política de LSE, Tony Travers.
Por otra parte, prometen construir 1.5 millones de nuevas viviendas. Otra deuda histórica con varias generaciones que por los bajos salarios no pueden comprar una vivienda, pagar un depósito o una hipoteca, en un sector donde la demanda supera la oferta.
‘The Economist’ se pregunta, sin embargo, qué tan “radical” será Starmer en buscar el crecimiento de la economía.
“Ha llevado a cabo una campaña exasperantemente cautelosa, optando por tranquilizar a los votantes en lugar de buscar un mandato para una oportunidad audaz”, señala.
@salvadorcosio1