El presidente estadounidense, Joe Biden, habló por primera vez de los motivos por los que decidió abandonar su candidatura a la reelección. Dijo que temía que la batalla dentro de su partido por su candidatura fuera una “verdadera distracción” para los demócratas y añadió que su máxima prioridad era derrotar a Donald Trump. Además, el mandatario de 81 años de edad respondió que no tiene “ningún problema grave” con su salud. El presidente de Estados Unidos se comprometió a hacer campaña a favor de Kamala Harris diciendo que haría todo lo que su vicepresidente le pida “para ser de mayor ayuda”.
Biden culpó de su mal desempeño en el debate frente a Trump, que disparó las dudas sobre su candidatura, a que estaba enfermo en ese momento y descartó cualquier preocupación sobre su edad y agudeza mental.
Biden añadió que si hubiera continuado su campaña, la contienda presidencial hubiera estado peleada “hasta el final”.
“Colegas”
“Varios de mis colegas demócratas en la Cámara y el Senado pensaron que los iba a perjudicar en las elecciones”, sostuvo Biden y agregó:
“Me preocupaba que, si permanecía en la carrera, las preguntas que ustedes me harían serían del tipo ‘¿por qué dijo Nancy Pelosi esto? ¿Por qué hizo aquello?’ Y creí que sería una verdadera distracción”.
Varios medios reportaron que había sido la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien había liderado la iniciativa para bajar a Biden de la candidatura -una afirmación que ella no ha desmentido directamente- después de su vacilante actuación en el debate contra Trump el 27 de junio.
Durante la entrevista pregrabada que se transmitió el domingo, Biden se equivocó varias veces, pero en general se le vio más coherente que durante el debate, que en su momento fue televisado en vivo.
El presidente le atribuyó su bajo rendimiento en el debate a que estaba enfermo; anteriormente también se había referido al jet lag y el cansancio como otros factores que influyeron en desempeño.
Conforme la presión de su partido aumentaba, Biden anunció su salida de la contienda el 21 de julio.
Una posible batalla para reemplazarlo en la cima de la lista demócrata nunca se materializó y el apoyo del partido se fusionó rápidamente en torno a la vicepresidente Harris, quien hasta ahora supera a Biden en las encuestas de opinión.
El presidente dijo que, cuando se postuló para la Casa Blanca en 2020, había tenido la intención de ser un puente para la próxima generación .
“Cuando me postulé por primera vez, me consideraba un presidente de transición. Ni siquiera puedo decir cuántos años tengo. Es difícil para mí hacer que salga de mi boca”.
En la entrevista de CBS, Biden volvió al momento en que decidió competir contra Trump: luego de que una reunión de activistas de extrema derecha en Charlottesville, Virginia, en 2017, hubiera tenido un desenlace fatal.
En ese entonces, acusó a Trump de envalentonar a los racistas y a la extrema derecha.
“En cualquier otra ocasión en la que hubiera estado involucrado el Ku Klux Klan hubieran usado capuchas para no ser identificados”, dijo.
“Bajo su presidencia, salieron de ese bosque sin capuchas, sabiendo que tenían un aliado”.
La transferencia de poder
El presidente también repitió sus preocupaciones sobre lo que podría suceder después de las elecciones de noviembre, diciendo que “no tenía ninguna confianza” de que vaya a haber una transferencia pacífica de poder si Harris derrota a Trump.
Biden aseguró que le preocupaba que hubiera violencia.
“(Trum) habla en serio”, dijo Biden. “No lo tomamos en serio, pero lo dice en serio: ‘Si perdemos, será un baño de sangre’”.
“Es un peligro genuino para la seguridad estadounidense”, señaló el mandatario.
Trump había comentado en un mitin en marzo pasado que “sería un baño de sangre para el país” si perdía, sin embargo, su campaña ha dicho repetidamente que se refería a la economía y la industria automotriz y que los demócratas han sacado la cita de contexto.
Al mismo tiempo, el expresidente ha insistido repetidamente, sin pruebas, en que le robaron la victoria en 2020 y ha advertido que habrá intentos de “manipular” la votación este año.
Además, se ha comprometido a indultar a algunas o todas las personas que celebraron los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021.
Biden dijo que haría campaña en nombre de Harris y que había hablado con el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, sobre la posibilidad de recorrer el estado. Biden nació en la ciudad de clase trabajadora de Scranton, a unos 190 kilómetros al noroeste de la ciudad de Nueva York.
“También voy a hacer campaña en otros estados. Y haré todo lo que Kamala crea que puedo hacer para ser de mayor ayuda”, concluyó.
22 julio 2024
El personal de alto rango de la Casa Blanca y de la campaña de Joe Biden había pasado la última semana insistiendo en que el presidente planeaba permanecer en la carrera electoral a pesar de una avalancha de pedidos al interior del Partido Demócrata para que se retirara.
El sábado 20 de julio, los asesores del mandatario estadounidense prepararon un programa para que Biden retomara la campaña apenas regresara a la Casa Blanca la semana siguiente.
El presidente se ha estado recuperando de covid-19 en su casa en las costas orientales de Delaware. Desde allí, había persistido en su esfuerzo por ir a la reelección pero se enfureció cuando comenzaron a salir públicas las presiones coordinadas por parte de algunos demócratas para que diera un paso al costado.
Así, el domingo por la mañana (21 de julio), el presidente había cambiado de opinión, según fuentes a las que se les concedió el anonimato para hablar con franqueza sobre cómo se desarrollaron los acontecimientos.
Un día antes, el sábado por la noche, Biden comenzó a considerar si debía retirarse, una de las decisiones más difíciles de sus 50 años de carrera política.
Joe Biden analizó su decisión con un pequeño círculo de asistentes, entre ellos, Steve Richetti, uno de sus asesores más cercanos.
Steve Richetti, que ha colaborado con Joe Biden desde sus días en el Senado, se dirigió el viernes a la casa en la playa del mandatario.
Mike Donilon, otro colaborador que ha desempeñado un papel clave en algunas de las decisiones políticas más importantes del presidente, se unió a él el sábado.
Biden y sus asesores analizaron los nuevos datos de las encuestas y debatieron si iba a poder derrotar a Donald Trump en el panorama político actual.
ante la nueva información -y preparándose para otra semana de más deserciones públicas dentro del partido-, el presidente tuvo que tomar una decisión.
Trabajó con Donilon en la redacción de la histórica declaración pública con la que pondría fin a su candidatura, mientras Richetti pensaba en los detalles de la difusión del anuncio y la información al resto del personal.
Joe Biden tomó la decisión final de retirarse el domingo por la mañana, momento en el que llamó por separado a su jefe de gabinete Jeff Zients, a su jefa de campaña Jen O’Malley Dillon y a la vicepresidenta Kamala Harris para informarles, dijeron a la BBC fuentes familiarizadas con el desarrollo de los acontecimientos.
A las 13:45 (hora local) del domingo, el presidente mantuvo una videollamada con su personal de más alto rango en la Casa Blanca y en la campaña electoral, incluida Anita Dunn, quien gestiona su estrategia de comunicaciones.
Un minuto después, emitió la declaración pública que causó conmoción en el panorama político estadounidense y que cambió radicalmente las elecciones de 2024.
@salvadorcosio1