Mientras el dictador venezolano Nicolás Maduro, se va quedando solo, siendo que cada día que pasa continúa perdiendo adeptos ante su negativa de mostrar las actas de su presunto triunfo en las pasadas elecciones presidenciales de su país, un personaje que se mantiene leal a su causa es nada menos que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
En los último días, dos de los mandatarios que en un principio le palmearon la espalda y cerraron filas con el sucesor de Hugo Chávez mientras la oposición cantaba su triunfo, fueron nada menos que Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula Da Silva de Brasil, pero súbitamente han modificado sus respectivas posturas, pues sugirieron el jueves repetir las elecciones presidenciales en Venezuela, después de la cuestionada proclamación de Nicolás Maduro y las denuncias de fraude de la oposición, que reivindica su victoria y en principio rechazó la propuesta.
Lula ha aventado su sugerencia de nuevos comicios y un Gobierno de coalición en una entrevista, mientras que Petro ha divulgado en X un detallado plan basado en “la experiencia del Frente Nacional colombiano”. Los pasos serían: “Levantamiento de todas las sanciones contra Venezuela. Amnistía general nacional e internacional. Garantías totales a la acción política. Gobierno de cohabitación transitorio. Nuevas elecciones libres”. Ambos mandatarios conversaron este miércoles para coordinar sus posiciones.
Aunque en un primer momento el presidente estadounidense, Joe Biden, ha respondido con un “sí” a la pregunta de una periodista de si apoyaba la repetición electoral en Venezuela, horas después la Casa Blanca ha aclarado que la malinterpretó. La posición de EEUU es la expresada, poco antes, por el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, que rechazó que Washington esté dispuesto a ofrecer incentivos a Maduro para que abandone el poder. “Edmundo González es el ganador de las elecciones”, reiteraba Kirby, que instaba de nuevo al régimen venezolano a hacer públicas las actas electorales.
El brasileño Lula ha confirmado, en una entrevista, que no piensa reconocer una victoria de Maduro din ver las actas oficiales y ha sugerido la posibilidad de que el presidente venezolano convoque nuevas elecciones. Eso sí, para esos hipotéticos futuros comicios ha pedido unas garantías que los del 28-J no tuvieron y ha mencionado un posible Gobierno de coalición. La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, ha dejado clarísimo que rechaza de plano otras elecciones, que el chavismo tampoco desea. Unos y otros se proclaman vencedores.
Las diplomacias de Brasil y de Colombia encabezan la mediación después de que el mexicano Andrés Manuel López Obrador se descolgara del pelotón de cabeza de mediadores, según aseguran las autoridades brasileñas.
Para Petro es vital que la crisis se resuelva pacíficamente, ya que comparte una amplia frontera con Venezuela y su país ha acogido en los últimos años a casi tres millones de venezolanos.
Por otro lado, el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó este viernes por consenso una resolución que exige a las autoridades de Venezuela la publicación “de manera expedita” de las actas de las elecciones del pasado 28 de julio en ese país.
El texto, no vinculante, fue presentado en nombre de Estados Unidos y de Antigua y Barbuda, Argentina, Canadá, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, República Dominicana, Suriname y Uruguay en calidad de copatrocinadores.
La resolución insta al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a que “publique de manera expedita las actas con los resultados de la votación de las elecciones presidenciales a nivel de cada mesa electoral” y “respete el principio fundamental de la soberanía popular a través de una verificación imparcial de los resultados que garantice la transparencia, credibilidad y legitimidad del proceso electoral”.
Su llamamiento se une al que también este viernes efectuaron la Unión Europea y 22 países, entre ellos España, en favor de la “inmediata publicación de todas las actas originales” de las elecciones y la verificación “imparcial” e “independiente” de los resultados de esos comicios, en los que según el CNE Nicolás Maduro se impuso a Edmundo González Urrutia.
La resolución de la OEA resalta también la importancia de “proteger y preservar todos los equipos utilizados en el proceso electoral, incluyendo todas las actas y resultados impresos, a fin de salvaguardar toda la cadena de custodia” de dicho proceso.
Asimismo, solicita proteger las instalaciones diplomáticas y al personal residente en territorio venezolano, incluidas las personas que soliciten asilo en tales instalaciones.
Llama también a las partes interesadas a “abstenerse de cualquier conducta que pueda comprometer la construcción de una salida pacífica de esta crisis, respetando la voluntad soberana del electorado venezolano”.
El Consejo Permanente apostó porque sea “una prioridad absoluta y una obligación para Venezuela” respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, (…) especialmente el derecho a reunirse pacíficamente y al ejercicio pleno de los derechos civiles y políticos sin represalias, el derecho a no ser sometido a detenciones ni encarcelamientos arbitrarios y el derecho a juicio imparcial”.
“Mostremos al pueblo de Venezuela que no está solo”, había dicho al inicio de la sesión el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Francisco Mora.
El pasado 31 de julio había fracasado en ese organismo panamericano con sede en Washington otra resolución que exigía la difusión de inmediato de las actas electorales.
Ese primer texto contó con 17 votos a favor, ninguno en contra, 11 abstenciones y cinco ausencias, de manera que no logró la mayoría absoluta necesaria para salir adelante.
Rompió la votación en esa ocasión la frase que impulsaba a efectuar “una verificación integral de los resultados en presencia de organizaciones de observación independientes para garantizar la transparencia, credibilidad y legitimidad de los resultados”. En el texto aprobado ahora no fue incluida.
En esta ocasión, México, Bolivia, Honduras y San Vicente y las Granadinas no se hicieron presentes en la sesión y por lo tanto no hacen parte del consenso alcanzado pues este solo cobija a los estados presentes al momento de la votación, que incluyó a los representantes de Bogotá y Brasilia.
*con información de medios
@salvadorcosio1