El Gobernador de Nayarit Miguel Ángel Navarro Quintero ha ofrecido un mensaje para los nayaritas con motivo de su tercer informe. El mensaje es evidencia de que el poder ha regresado a manos del pueblo. De ese mensaje sobresale la potencia de sus palabras y la demostración de que el gobierno sirve a los nayaritas, a todos, sin exclusiones. Se trata de que el gobierno sirva a la sociedad nayarita, a pesar de la resistencia de aquellos que desearían ver al estado sometido a intereses ajenos al pueblo.
El liderazgo del Gobernador Miguel Ángel Navarro, ha sido fundamental para que Nayarit se transforme. La primera mitad de su gobierno ha debido sortear las resistencias de los que pretendían privatizar al estado, sus instituciones. Ese liderazgo no ha titubeado en su duro batallar contra la corrupción que endeudó y saqueó al estado de Nayarit. Ese liderazgo se construyó golpe a golpe, como lo dice Machado. Golpe tras golpe que recibió estoicamente y que le sirvió para forjar temple y talante.
De nuevo la fuerza y valor inconmensurable de los versos, ahora extraídos de la obra del gran Martí: “Cultivo una rosa blanca / en julio como en enero / para el amigo sincero / que me da su mano franca”. Para Navarro Quintero no procede la tesis la cual supone qué, “En política todos los amigos son falsos y todos los enemigos, verdaderos”. La vocación de servicio del doctor Navarro se impone en su estilo para ser y hacer gobierno: lo que hay es una sociedad a la que se le puede servir. Servir a tirios y a troyanos.
Se ha hecho un gobierno democrático, sin exclusiones y con rumbo claro. Los resultados están a la vista. El sistema de salud había sido desmantelado por golpes de simulación, ante la mirada indolente de personajes irresponsables. Lo peor de todo es que había empezado a concretarse la privatización silenciosa y licenciosa de los servicios de salud. Eso se acabó y las reacciones no se han hecho esperar: las resistencias están a la orden del día.
La inversión pública había sido escasa y pensada y ejecutada para beneficiar a unos cuantos y no al estado, no al desarrollo de Nayarit. Eso se acabó y la reacción de los representantes de intereses creados tampoco se ha hecho esperar. Ahora, el gobierno que preside el Gobernador Navarro ha canalizado recursos propios que no abundan, para responder a necesidades imperiosas. Con talento y habilidad política, se han realizado gestiones para que se destinen fuertes recursos para realizar obras clave para el desarrollo del estado.
Se han puesto obstáculos con la peor mala fe, para que el gobierno fracase. Esos obstáculos han sido vencidos a golpes de gestión, a golpes de respuestas a los reclamos de una sociedad que fue agraviada por saqueadores y por quienes faltaron al respeto hasta a la inteligencia de los nayaritas. Es increíble, pero hay quienes le han apostado a que el gobierno fracase.
La unidad fundamental de los nayaritas ha salido adelante. Los nayaritas en su inmensa mayoría han demostrado gratitud ante los resultados de un gobierno comprometido con el bienestar general, con estrategias para que todo mundo salga ganando con los cambios que se han logrado en Nayarit.
La unidad fundamental entre quienes piensan de manera diferente los problemas y sus soluciones, se ha impuesto. Esa unidad fundamental a la que aludía Mariano Otero a mediados del siglo XIX, es resultado del talante dialoguista del Gobernador Navarro Quintero. La unidad no hace de la nada, no se manifiesta por generación espontánea, se construye.
La unidad se construye dialogando, se construye con ánimo incluyente. Ese ánimo incluyente lo ha demostrado Navarro Quintero a lo largo de su vida como estudiante, como profesionista, como servidor público y ahora como mandatario estatal. El diálogo y la construcción de acuerdos es la cuna en la que se desarrolló su voluntad política. La naturaleza dialoguista, que favorece consensos, que favorece la gobernabilidad democrática, es la naturaleza política que caracteriza al titular del Poder Ejecutivo estatal.
Naturalmente que se han afectado intereses creados. Esos intereses creados son los que dejaron temblando las finanzas públicas de Nayarit y los que se apoderaron, a la mala (no podría ser de otra manera), de amplias porciones del patrimonio de los nayaritas. Esos emisarios del pasado ahora reaccionan molestos, furiosos por la determinación mostrada para recuperar para los nayaritas lo que es de los nayaritas. Los representantes de la corrupción y el saqueo, desearían ver el fracaso del gobierno y por eso dividen y siembran la discordia.
Los emisarios del pasado desean que el gobierno fracase. Los que se sienten afectados por el combate a la corrupción, se sienten agraviados. Los que saquearon el patrimonio de los nayaritas, reaccionan y lo hacen llamando a los nayaritas para que los apoyen en sus delirantes intensiones divisionistas. Van a fracasar. Ya fracasaron.
Los nayaritas ya saben quiénes usaron al gobierno para enriquecerse, para salir de pobres. A la gente no se le engaña. Esos que usaron al gobierno para su beneficio personal, ahora intentan descarrilar al gobierno y, peor, promueven la discordia, promueven la división. Van a fracasar. Ya fracasaron.
En Nayarit hay un liderazgo que ha dado resultados. Esos resultados son consecuencia directa del apoyo popular al mandatario estatal Miguel Ángel Navarro. Sin el apoyo popular, no hay gobierno que pueda dar los resultados que la gente demanda, no se pueden obtener los resultados que la gente merece. El pueblo no se equivocó hace tres años al llevar al poder al doctor Navarro. No se equivocan los nayaritas, al mantener elevado el nivel de confianza en un gobierno que da resultados.
