Los Gobernadores Mandatos al Centenario

Del 1 de enero de 1964 al 31 de diciembre de 1969,el Gobernador de Nayarit fue el doctor Julián Gascón Mercado, a quien los nayaritas atribuyen enteramente el mérito de ser el fundador de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), que es sin duda su obra más emblemática y transcendente, y la cual en 2019 cumplió sus primeros cincuenta años de vida.

Es el exGobernador de Nayarit con vida más longevo; nació el 28 de enero de 1925 y este 2021 cumplió 96 años de edad. Hace 51 años que dejó de ser mandatario y considera que el juicio de la historia aún no le llega:

“Todavía no se escribe, cuando yo me muera entonces ustedes sabrán”.

Así lo dice Gascón por teléfono desde su casa en Las Águilas, colonia al sur de la Ciudad de México, donde ha estado recluido junto con su esposa Julieta Muro desde marzo de 2020, manteniéndose a salvo del Covid-19, sin salir siquiera a su actividad de toda la vida, salvo durante el sexenio como Gobernador: ser primero médico, luego Patrono y años después Presidente del Patronato por treinta años, hasta agosto de 2019, y ahora Patrono Emérito del Hospital de Jesús. Dicho hospital es el más antiguo del Continente Americano, edificado por el conquistador Hernán Cortés, que opera desde 1524 y se ubica en el corazón de la capital del país.

Advierte que hasta que el semáforo sanitario se encuentre en verde podrá conceder una entrevista personalmente. Por lo pronto, la charla es vía telefónica: “Déjame ver, déjame ver”, promete cuando se le insiste para el encuentro en su casa bajo las estrictas medidas sanitarias. Las preguntas le han llegado en sobre, semanas atrás. Dice que casi termina de responderlas por escrito; recuerda el primer cuestionamiento: Preguntas como la primera, ¿usted soñó ser Gobernador?, yo le puse pues no, nunca soñé ser Gobernador, nunca lo imaginé, un hijo de un campesino, de un ejido olvidado del municipio de San Blas (Aután), ¿usted cree que podía soñar con ser Gobernador. Con ser alguien que pudiera ayudar a salir adelante de la pobreza a la gente de su pueblo, con eso sí soñaba.

Más adelante, ya cuando comencé a tener más experiencia deseaba ayudar a la gente… mi padre era campesino y pensé en ayudar en lo posible a todos los campesinos del estado; además pensé en lo que yo había pasado en la Ciudad de México para hacer la carrera de médico y pensé ayudar a los jóvenes del estado y fundé la Universidad.

Sus orígenes y familia

Es el mayor de los diez hijos del matrimonio de Anselmo Gascón Toribio y Victoria Mercado. Él y dos de sus hermanos, ya fallecidos, Petra y José, nacieron en lo que fue la Hacienda de El Trapichillo, municipio de Tepic. Su papá decidió que se irían a vivir a Aután tras discutir con el hacendado, quien le prohibió que sus vacas pastaran en los terrenos de la hacienda. Además, esa desavenencia con su patrón le permitiría a don Anselmo ser beneficiario del reparto agrario que iniciaba apenas en ese 1930 en San Blas. Otros de sus hermanos, también ya fallecidos, son Alejandro, Rosita, Raquelita, Rita y Enedina; aún viven José Luis y Elia; esta última es maestra jubilada y ha facilitado fotografías de su hermano exGobernador y de la familia para este capítulo.

Julián Gascón Mercado estudió la secundaria en Tepic, en el Internado para Hijos de Trabajadores Número 4. Luego se fue a la capital del país a estudiar la preparatoria en el Colegio de Enseñanza Superior, del cual era director José Vasconcelos. Vivía en el Internado Sección B del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario, donde pagaba treinta pesos al mes por la alimentación y el hospedaje. “Fundé la Sección Nayarit del Pentathlón, en 1946”, recuerda.

Está casado con Julieta Muro, con quien procreó cuatro hijas: Patricia, Marisela, Verónica y Julieta. A su esposa la recuerda como una mujer trabajadora, en su responsabilidad al frente del DIF y en favor de las mujeres. “Mi esposa, aparte de su labor importante como Presidenta del DIF, cuyos informes anuales deben estar en los archivos correspondientes de Gobierno, montó un taller de costura en la colonia Heriberto Casas de Tepic, se llamó Rubén Martí, y empezó con quince máquinas de coser que regaló la mamá de mi esposa, que tenía un taller muy importante en el Distrito Federal”.

También le atribuye un gran entusiasmo en el impulso a la UAN: Después mi esposa recorrió los ejidos hablando con las madres de los niños nayaritas y con las esposas de los campesinos para hacerles notar la importancia que tenía la Universidad que se estaba construyendo en Tepic, para que estudiaran sus hijos sin salir del estado… consiguió muchos apoyos, le regalaban costales de maíz, de frijol, talegas de camarón; todos estos apoyos se usaron en la construcción de la Universidad. La labor de mi esposa fue muy importante en el nacimiento de la Universidad, ella ganó muchos simpatizantes entre el sexo femenino del estado.

Dice que no solamente creó la Universidad de Nayarit, sino que también construyó los edificios de la Preparatoria Número 1, de la Rectoría, el Mesón de los Deportes y espacios deportivos que inauguró.

Al Mesón de los Deportes le puse ese nombre, porque cuando veníamos de Aután a Tepic no había hoteles, nada más el Bola de Oro; solamente había mesones. Ahí llegábamos a dormir y pasábamos muy bien, y es en honor a esos mesones por lo que nombré Mesón de los Deportes a ese espacio.

También menciona que inició la construcción de la Escuela de Agricultura en Xalisco, así como la de Ingeniería Pesquera en San Blas.

Su candidatura al Gobierno

Una de las preguntas planteadas a los exGobernadores que aún viven es: “¿A quién deben el haber sido candidatos al Gobierno?”

Se le recuerda la interrogante al doctor Gascón Mercado y se hace por partida doble: “¿A usted quién lo impulsó para ser el candidato al Gobierno de Nayarit? y ¿a quién le debe su candidatura?” Precisa de inmediato que en esa época quien controlaba el estado era Gilberto Flores Muñoz, era Secretario de Agricultura y Ganadería del Gobierno federal.

Él influía en la nominación de los Gobernadores; en José Limón Guzmán, que fue Senador y luego fue Gobernador. Luego se vino como Secretario de Agricultura y Pancho (Francisco) García Montero fue su Director de Administración, quien después, en 1957, fue Gobernador de Nayarit. Entonces había un Senador de Tuxpan que estaba apuntado para ser el próximo Gobernador, para suceder a

García Montero, Ledón creo que se apellidaba. Él se pensaba que iba a ser el Gobernador y Gilberto Flores Muñoz pensaba que iba a ser candidato a la Presidencia de la República, pero don Adolfo (Ruiz Cortines) se inclinó por López Mateos, entonces ya no tuvo el apoyo; si hubiera sido Presidente hubiera impulsado no solamente a Ledón, sino a otros que él quisiera.

Narra la manera en que llegó a ser candidato al Gobierno de Nayarit, del proceso cuesta arriba y la forma en que se entera y cómo se manejó todo el asunto:

Mira, había en el periódico Excélsior un periodista que estaba tirado al Secretario de Gobernación (Gustavo Díaz Ordaz), que decían que era el que ponía a todos los candidatos a Gobernador en el país, y un día aparecieron en la columna de ese periodista, Carlos Denegri, un total de diecinueve precandidatos al Gobierno de Nayarit: Enrique Ledón Alcaraz encabezaba, luego el Oficial Mayor de Relaciones Exteriores, Alfonso Guerra Olivares (Embajador de México en Alemania de 1953 a 1954), el general de división Ricardo Marín Ramos, Alberto Tapia Carrillo… yo era el número diecinueve, el último de la lista.

En 1964, tras la nominación de Gascón Mercado, el PRI hizo sus candidatos al Senado de la República y ocuparon las curules Ricardo Marín Ramos y Alfonso Guerra Olivares en el periodo 1964-1970.

Imagina exacto el momento que comparte:

Un día, estaba yo con mi esposa haciendo fila en un cine que estaba en Reforma, el cine Latino, se llamaba, y vi que en la parte última de la fila estaba un nayarita distinguido, le decían el Mariachi (su nombre era Evaristo Lerma Ríos), quien fue inspector de Mercados, muy deshonesto, él pagaba a un secretario para que le dijera “mi Coronel”; traía una carrillera a la cintura y una pistola, se encargaba de cobrar en los mercados… el Mariachi se acercó y compró los boletos, y vino hacia conmigo y me dijo: “Oiga, Doctor, vi en la columna de Denegri que usted es precandidato y a pesar de que está en la cola de la lista, le compré los boletos por aquello de que se le haga ser Gobernador y me ayude a pasarla bien”.

La columna de Denegri actualizaba periódicamente a los aspirantes al Gobierno de Nayarit; el doctor Gascón dice que fue subiendo en el ranking, fueron descartándose nombres hasta quedar solo tres.

Un día me hablaron de Gobernación y el secretario Gustavo Díaz Ordaz me dijo: “Usted está propuesto junto con otros nayaritas para ser candidato de nuestro partido”. En ese entonces ya quedábamos tres, al final me escogieron a mí, Marín (Ricardo Marín Ramos) que había sido Jefe de la Policía de la Ciudad de México y Alfonso Guerra, no estaba seguro que era nayarita, llegó y se quedó en Nayarit… llegó a ser Embajador en Alemania y Oficial Mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

De la primera publicación del periodista de Excélsior a su llamado a la Secretaría de Gobernación pasaron muchos meses, dice, y Javier Rojo Gómez, quien había sido Regente de la Ciudad de México de 1940 a 1946 y ya en 1963 era dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), uno de los tres sectores del PRI, al cual pertenece el doctor Gascón, fue quien le dio la noticia de su nominación.

Un día me recibió en sus oficinas de la CNC en México y me dijo que habían decidido que yo fuera su candidato al Gobierno de Nayarit; luego Alfonso Martínez Domínguez, que era dirigente de la CNOP (Confederación Nacional de Organizaciones Populares), me hizo lo mismo, también en Tepic.

Una vez cumplido el ritual priista de pronunciarse los sectores por el candidato, hacerlo público, vino la siguiente etapa: “Ya como candidato de los sectores, Alfonso Corona del Rosal, que era el Presidente del partido a nivel nacional, me hizo oficialmente candidato al Gobierno de Nayarit”.

Las obras en su Gobierno

Cuando el análisis es puntual, con rigor, del gobernante, se recuerdan sus obras; sin embargo, la creación de la UAN es de tal relevancia que pareciera que el resto de su esfuerzo es opacado; por ello, en este apartado de la entrevista comienza a citar algunas obras sobre las cuales considera que no se les ha hecho justicia:

Yo llevé la televisión a Tepic y llevé la luz, la energía eléctrica, porque antes había puras plantas termoeléctricas con las cuales no se podía hacer la industrialización; entonces, le pedí al presidente Gustavo Díaz Ordaz me ayudara para llevar una línea de energía nacional; estuvo de acuerdo, me dijo que platicara con Juan Gil Preciado, quien era el Gobernador de Jalisco, porque ahí estaba la planta de Santa Rosa (presa hidroeléctrica) y los de Jalisco quieren toda la energía, apenas se iba a inaugurar para ellos (2 de septiembre de 1964), ‘a ver si aceptan que haya una línea para Nayarit’. Hablé con el Gobernador y me dijo que sí; él a su vez habló con los industriales y los convenció y se autorizó la línea.

Se siguió de frente en el empeño por traer la luz a Nayarit: Luego vine con el director de la CFE para tender los postes y cables, hicimos una terminal en el Mololoa (El Punto), todavía está; otras en Compostela, en Santiago, en Tuxpan y una más en Acaponeta. Cuando llegamos aquí nos comunicamos con la línea nacional que venía de Mazatlán y ya Nayarit pudo entrar a la línea nacional eléctrica.

Ahí se inauguró todo el sistema eléctrico del estado, en 1967, con el

presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien realizó una gira por la entidad con

motivo del 50° aniversario de Nayarit como Estado Libre y Soberano.

También recuerda don Julián su gestión ante la entonces empresa

Telesistema Mexicano, hoy Televisa: En 1968 México realizó las Olimpiadas, pero no tenía Nayarit señal de televisión para ver eventos especiales televisivos; las personas tenían que trasladarse a Guadalajara para verlos allá con amigos o familiares.

Fui con don Emilio Azcárraga, dueño de la televisión en México y de la radiodifusora XEW; le pedí que, de ser posible, se instalara en Tepic una planta televisiva y que mi Gobierno apoyaría en todo lo posible para llevar a cabo este programa. Después de analizar las posibilidades de la empresa, me informó que había mandado una planta a Zacatecas, pero por diversas razones no estaba

funcionando y me prometió desmontarla para volverla a montar en Tepic.

Me pidió que le auxiliara pagando el transporte de la planta de Zacatecas a Nayarit, que le consiguiera también un terreno de una o dos hectáreas para instalar la planta, y que con personal del Gobierno del estado ayudara a levantar la torre; las tres condiciones las acepté, y con el Comisariado Ejidal de Lo de Lamedo conseguí el terreno…

Julio Mondragón, jefe de Turismo, entonces dueño de una estación de radio de Tepic, en lo personal y con trabajadores de Turismo comenzaron a trabajar cuando llegó la planta; previamente hicimos una campaña informativa en el estado para pedir que compraran televisores y justo en el momento en que Queta Basilio ascendía por la plataforma para encender el pebetero, en ese momento llegó la

señal de la televisión y desde entonces Nayarit tiene ese medio de

comunicación.

Hubo otros esfuerzos por traer industria a Nayarit: Hice con un ingenio un esfuerzo fallido; había un señor de apellido Flores, en Santiago Ixcuintla, que tenía un ingenio azucarero en Coacalco, Morelos, pero no tenía allá espacio suficiente para sembrar caña; se desmontó el ingenio, consiguió las tierras para sembrar caña

en La Presa y el ingenio se montó ahí, era el Ingenio El Cora, operó y

con esa azúcar tomamos café el presidente Díaz Ordaz y yo, ahora

solamente está el chacuaco.

Hasta 1963, cuando asume el cargo de Gobernador, la Penitenciaría estatal funcionaba en la planta baja del Palacio de Gobierno.

Cuando yo llegué, la cárcel del estado era Palacio de Gobierno, con novecientos presos del fuero federal, común y mujeres; entonces aceleramos la construcción de la cárcel que estaba ya edificándose en la colonia Los Fresnos; cambié los presos, le pedí al arquitecto Renato Caballero (secretario de Obras) que remodelara la planta baja porque antes solamente estaba en la planta alta la oficina del Gobernador, del secretario general y el Oficial Mayor, y ya

remodelado, traje a Palacio el resto de oficinas.

Algo más que refiere como logro y se desconoce es que había una Orquesta Sinfónica en Xalapa, Veracruz, dirigida por el maestro Luis Ximénez Caballero, y cuando llega el nuevo Gobernador de ese estado, Fernando López Arias, quien había sido Procurador General de la República, lo primero que hizo fue suprimir

la orquesta, y pensando en la UAN, hablé con el maestro y le dije que les daría espacios en Nayarit para construir casas para los músicos; hablé con el Gobernador de Sinaloa, Leopoldo Sánchez, y le dije que por qué no me ayudaba con 20 000 pesos mensuales para formar la Orquesta Sinfónica del Noroeste; también hablé con el Gobernador de Sonora, Luis Encinas, y con Raúl Sánchez

Díaz Martell de Baja California y cada uno dábamos 20 000 pesos mensuales, por lo cual la orquesta hacía recorridos mensuales: iba a Mazatlán, Hermosillo y Mexicali; se tuvo tres años y desapareció cuando terminó mi Gobierno y que me vine (a la Ciudad de México). Hijo de campesino y con el ejemplo de su padre que logró sacar adelante a sus diez hijos con mucho esfuerzo, dice haber echado

mano de la “Ley de Tierras Ociosas” que había promulgado el Presidente sustituto Adolfo de la Huerta en 1920.

Repartí tierras siguiendo la emoción de este esfuerzo revolucionario de los mexicanos de entregar las tierras a quienes las trabajen en el campo, y poner a cultivarlas con voluntad productiva que estaban ociosas.

Nayarit, prosigue, logró ser entonces el principal productor de tabaco con 25 000

o 30 000 hectáreas de ese cultivo, pero las compañías pagaban muy poco por kilo, dos pesos con 50 centavos; entonces hicimos esfuerzos por que se aumentara el precio y encontramos resistencia.

Buscamos nuevos mercados en Europa y logramos vender el tabaco nayarita a once pesos el kilo en Checoslovaquia (hoy República Checa) y por lo tanto, las compañías que controlaban la producción en el estado tuvieron que igualar el precio de la solanácea y subir los precios, trayendo bienestar a los productores y sus familias.

A ese país del este de Europa se le compraron también tractores para el campo nayarita; costaron 20 000 pesos y eran similares a los tractores de la marca Johnson, de Estados Unidos, que tenían un valor de 60 000 pesos.

Hay siempre algo que en una administración no se hizo por falta de tiempo, que se planeó formalmente, incluso, pero no hubo recurso económico, quizás. Viendo su Gobierno en retrospectiva, ¿qué haría con mayor fuerza o dejaría de hacer?

Durante su último informe del Gobierno federal, en 1884, el Presidente de la República, Manuel González, escribió que había construido veinticinco kilómetros de ferrocarril del puerto de San Blas a Tepic, quizás pensando en reforzar el puerto, que junto con el de Acapulco, eran los más importantes del Pacífico, a donde llegaban barcos de China y de Filipinas a descargar mercancías; me hubiera gustado lograr que se hubiera proyectado la construcción de una

vía de ferrocarril de San Blas a Tepic y un muelle de exportación en el puerto para enviar productos agropecuarios nayaritas al Continente Asiático.

Durante mi Gobierno, en San Blas, construí la carretera que va de La Tovara a Santa Cruz, por toda la bahía de Matanchén; llevé el agua potable de La Tovara al puerto de San Blas. Conseguí en la Secretaría de Marina un barco para enviar una delegación de más de cien nayaritas al puerto de San Diego, en Estados Unidos, para conmemorar los doscientos años de su fundación por fray Junípero Serra, quien hizo ese viaje en el siglo XVIII, desde Matanchén; además logré que la Secretaría de Marina enviara una Sección de marinos al puerto, que es el antecedente de la actual Zona Naval.

Recuerda que intentó acabar con el mosquito conocido como jején, en San Blas:

Llevé a dos biólogos al puerto para estudiar la forma de combatir la plaga del jején, y después de permanecer en el puerto los biólogos me recomendaron que había que combatir la larva del jején, y era necesario traer del estado de Florida un pez come-larvas de la especie gambusia. Trajimos los pececitos y los echamos en

los esteros y manglares de San Blas, poco después apareció un depredador voraz de los pececitos y el programa no tuvo éxito.

El poder ¿se disfruta o se padece?

Ambas emociones se viven, dice y las describe según su experiencia: Se disfruta cuando el Gobernador se presenta en un ejido y se encuentra con un grupo de campesinos, esperando la resolución de una dotación ejidal, de una ampliación ejidal, o de una confirmación ejidal y entrega los documentos, lo cual hace que los campesinos se sientan seguros, porque el documento ampara la posesión de una parcela, que es patrimonio de la vida de un campesino. Se disfruta cuando el Gobernador inaugura una carretera que comunica a los pueblos con su cabecera

municipal, como fueron los casos de los ejidos de Santa Cruz, Aticama y La Palma con la cabecera municipal de San Blas, a través de la carretera por toda la bahía de Matanchén.

Se disfruta, insiste, cuando el Gobernador, frente a un conjunto de mujeres y hombres y de un poste eléctrico en la vía pública, enciende el switch y se prende

la luz eléctrica en todo el pueblo, lo que facilita la vida de las mujeres porque tienen plancha y otros electrodomésticos, porque tienen en su casa radio y escuchan las noticias, porque en la noche pueden prolongar sus esfuerzos con la luz eléctrica, ya sea leer, conversar.

Como Gobernador electrifiqué más de noventa pueblos en el estado. Se disfruta, cuando usted lleva el agua potable a un pueblo como en el caso de La Yesca, que no tenía caminos, y las mujeres tenían que bajar a un arroyo y sobre una cuesta, con los músculos del cuello contraídos porque llevaban un bote de agua en la cabeza con peligro de caerse. Como no había caminos, tuvimos que llevar los tubos del agua en helicóptero y cuando inauguramos el agua potable, las mujeres celebraron dejar aquel esfuerzo tan terrible.

Se disfruta, cuando usted lleva una planta de luz a la sierra, al pueblo de Huajimic, en medio de una hermosa explanada. Lo visité cincuenta años después y el pueblo tenía iglesia y sacerdote, a quien saludé y además tenían una planta eléctrica nueva. Pero también se padece cuando se recibe una comisión de un pueblo para pedirle un camino que lo comunique con su cabecera municipal porque viven aislados y usted no tiene recursos para hacerlo. Se padece, cuando usted solo, como es mi caso, que no había agua potable en La Virocha (hoy Guadalupe Victoria, en el municipio de San Blas), en Aután, ejido donde me crié, en La Goma y en La Culebra, pero no teníamos recursos para hacer la obra y afortunadamente veinte años después, cuando estuve en el Senado de la República, por Nayarit (1988-1994), apoyamos las gestiones que se hicieron y se llevó el agua potable a los ejidos de La Palma, Guadalupe Victoria, Aután, La Culebra y La Goma.

El final

Sobre dejar el poder es una pregunta central, y al respecto indicó que

cuando en 1963 se formalizó la candidatura al Gobierno del estado, en ese momento era yo cirujano del Hospital de Jesús y Presidente del Patronato de este Hospital, primero del Continente Americano y tercero del mundo, renuncié al Patronato. Era también maestro de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y ahí pedí licencia para separarme del magisterio

para irme a Nayarit como gobernante y cuando terminé el Gobierno, en 1970, regresé a la Ciudad de México al Hospital de Jesús, donde el extitular de la Secretaría de Salubridad y Asistencia del Gobierno federal (1940-1946), el doctor Gustavo Baz, me nombró Jefe de Enseñanza, y al mes siguiente estaba yo operando.

Acudió, recuerda, a la Universidad Nacional Autónoma de México, cuyo Rector era el ingeniero Javier Barros Sierra.

Me presenté con él y le dije que había terminado mi encomienda de Gobernador y deseaba volver a dar clases en la Facultad de Medicina; el Rector me dijo:

“‘Por supuesto”, y agregó que “algunos maestros de la Universidad salen con prestigio de la Universidad para ocupar un cargo público y regresan, algunos, sin

prestigio; en su caso, usted se fue con prestigio de la Universidad y regresó con más prestigio del que llevaba”. Considera que su Gobierno se esforzó por cumplir y satisfacer las necesidades más apremiantes del estado, y señala que el resultado del esfuerzo de un Gobierno no es un esfuerzo personal, sino de un grupo de colaboradores, y en esta ocasión quiero recordar y agradecer a mis amigos que me ayudaron a llevar a cabo las funciones administrativas; casi todos ellos estudiaron en el Internado de Enseñanza Federal de Tepic y muchos fueron compañeros míos.

El sucesor de Julián Gascón Mercado al frente de la administración estatal fue precisamente su Secretario General de Gobierno, Roberto Gómez Reyes.

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