Pues en el estado donde “no pasa nada”, y “toda la población está feliz con la transformación”, de acuerdo a informaciones oficiales claro está, un sacerdote católico mexicano fue asesinado este domingo, y me refiero al estado de Chiapas lugar donde ocurrió el asesinato, esta entidad federativa, que se encuentra en el sur del país, donde sus pobladores saben la realidad al parecer, ya que las autoridades federales suelen informar que todo está en calma, al igual que lo acaba de decir el gobernador de Sinaloa, el señor ROCHA MOYA, que declaró que el estado está en tranquilidad absoluta, y esa es la verdad absoluta.
Bueno, pero sigamos con el caso del sacerdote cuyo nombre era MARCELO PÉREZ, él salió de una iglesia después de oficiar una misa, informaron su orden religiosa y autoridades.
El jesuita Marcelo Pérez salía del barrio de Cuxtitali en San Cristóbal de las Casas, una de las ciudades más grandes del estado, y regresaba a su iglesia local cuando dos personas a bordo de una motocicleta dispararon contra el vehículo en que viajaba, dijeron los fiscales estatales.
“En el lugar se encontró una camioneta marca Ford Titanium color blanco, con placas de circulación del estado de Chiapas y al interior una persona del sexo masculino sin signos vitales que respondía al nombre de Marcelo ‘N’, padre de la parroquia de Cuxtitali”, dijo la fiscalía, que agregó que “continuará con las investigaciones”.
Su muerte se produce en un momento en que la violencia se ha intensificado en Chiapas en los últimos años en medio de la disputa de poderosos grupos criminales por las rutas para el tráfico de migrantes.
De enero a agosto, el estado registró alrededor de 500 asesinatos, frente a los 309 del mismo período del año pasado, según datos oficiales, el crimen del padre MARCELO, es la última muerte en una reciente ola de violencia en la zona.
El religioso encabezó una movilización contra la violencia en septiembre pasado, en medio de una disputa entre dos cárteles por territorios de Chiapas.
El religioso fue atacado a tiros a metros de feligreses que habían acudido a escucharlo en el barrio Cuxtitali.
Pero hay que ver las “terribles y amenazantes declaraciones” del gobernador del estado de Chiapas, en efecto, Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas, condenó el homicidio e informó que autoridades ya buscan a los responsables del crimen…”Condeno y lamento el cobarde asesinato del padre Marcelo Pérez, vamos a colaborar con todas las autoridades correspondientes para que su muerte no quede impune”, dijo, hay que aclarar que esto mismo ha dicho 500 veces, que son las 500 veces que han asesinado a alguien en lo que va del año, y seguramente cuando condena los crímenes, los delincuentes se ponen a temblar, claro, dicho esto en forma por demás irónica, pues si en 500 asesinatos no ha podido aclarar ni detener a nadie, en uno más, que es el cometido ayer con el jesuita, las cosas seguirán igual, él seguirá condenando los asesinatos, y los asesinos seguirán cometiendo sus crímenes, total el jueguito así ha sido y les ha funcionado, para que alterar las partes.
En septiembre, Pérez encabezó la marcha por la paz en Tuxtla Gutiérrez, junto a otros religiosos. Fue acompañado por casi tres mil ciudadanos.
Pérez es el primer religioso asesinado durante la administración de Claudia Sheinbaum Pardo.
La marcha que encabezó ocurrió en medio de la disputa de los dos grandes cárteles mexicanos en territorios chiapanecos.
En los últimos años, células del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se han confrontado en la región para ganar zonas para el trasiego de drogas.
El homicidio del sacerdote ocurre en un momento en que la violencia se ha intensificado en Chiapas en medio de la disputa de grupos criminales por las rutas para el tráfico de migrantes.
“El padre Marcelo ha sido un símbolo de resistencia y acompañamiento para las comunidades de Chiapas durante décadas, defendiendo la dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de una paz verdadera”, señaló una nota de la Compañía de Jesús.
La orden religiosa jesuita dijo también que Pérez se había pronunciado activamente contra el crimen organizado en la zona.
“Esta región sufre no sólo asesinatos, sino también reclutamiento forzado, secuestros, amenazas y el saqueo de sus recursos naturales”.
Y para colmo de males, a inicios de este mes, militares dispararon contra un convoy en ese estado que limita con Guatemala y que, según dijeron, confundieron con miembros de un grupo criminal. El camión transportaba a un grupo de migrantes y seis personas murieron, y en este caso, existe entre los pobladores que no fue una confusión, sino que fue algo que pudieron evitar, sabiendo que no eran de ningún grupo criminal, pues ni siquiera armas traían.
En resumen, la ironía de la vida es que, a un religioso jesuita, luchador por la paz, lo hayan asesinado aquellos que debieran reformarse y aceptar un alto al fuego, aquellos que al parecer saben que siguen los abrazos…hasta mañana
La Serpentina | Las ironías de los promotores de la paz
Al sacerdote jesuita MARCELO PÉREZ, por promover la paz en Chiapas, lo asesinaron, luego de 500 asesinatos cometidos este año, el gobernador de esa entidad, dijo que lo lamenta