“Por supuesto, aquí hay que tener en cuenta, como siempre, el coeficiente de adversidad de las cosas”
J. P. Sartre
En Nayarit, las finanzas públicas se manejan con habilidad, transparencia, racionalidad y, sobre todo, con honestidad. Los resultados requieren reconocimiento especial porque si comparamos con otras entidades de la República, Nayarit es ejemplo. El Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero ha sido riguroso en los lineamientos que ha dado en la materia. Los resultados son elocuentes: no son producto de la casualidad, sino de esfuerzo y pericia indiscutible.
La destreza con la que han debido solventar múltiples adversidades, reclama justo reconocimiento. El manejo que se ha hecho de las finanzas públicas en Nayarit, puede ser ejemplo para otras entidades del país. Es en extremo fácil hablar de finanzas sanas. Cuando evaluamos las dificultades que han debido ser superadas, el enunciado finanzas sanas, se valora y se eleva a una categoría superior, a niveles de órdago.
Suena todo lo anterior, lógico, obligado, obvio y simple. No obstante, no es así. Se han debido sortear obstáculos de grandes proporciones. Se ha debido evitar la catástrofe financiera del estado. No es ociosa la declaración del mandatario estatal al reconocer que uno de los dos principales problemas que se han debido resolver, tienen que ver con “el aspecto financiero”. El gobernante lo dijo con naturalidad como si fuera sencillo operar un gobierno cargando con un problema realmente monstruoso.
La problemática del estado es diversa y multidimensional. No obstante, todas las soluciones apuntan a las finanzas públicas. Si es salud, con dinero se resuelve en parte. Si es la seguridad, el dinero es indispensable. Si se trata de infraestructura carretera, la rúa lleva al dinero. Toda la obra social, los programas, las acciones de gobierno con esa marca, requieren recursos financieros.
Claro que las soluciones no se reducen solamente a dinero: se requiere tener altura de miras. Se requiere voluntad política y vocación rigurosamente democrática. Se requiere honestidad y se requieren estrategias. También se requiere de un equipo integrado con personas expertas, con pericia incuestionable y, sobre todo, se requiere de liderazgo con dominio técnico del tema financiero. Ese equipo lo tiene el titular del Poder Ejecutivo en la Secretaría de Finanzas.
Los resultados están a la vista. Esa es la razón por la que el doctor Navarro Quintero ha manifestado que “eso nos ha permitido, desde el primer momento de gobierno, hacer a un lado la sequía social. Esa sequía que reflejaba la ansiedad, la desesperación, la necesidad de mucha gente”. Seguramente que la tarea no ha concluido. No obstante, lo que se ha hecho son saltos enormes en dirección al bienestar general. No obstante, insístase, falta mucho por hacer.
Cierto es que el camino que se debe recorrer en los ulteriores años, es largo y sinuoso. No obstante, sería injusto, mezquino y vil, no reconocer lo que se ha avanzado y más, el coeficiente de adversidad que ha debido vencerse. Ese coeficiente de adversidad no tiene que ser un determinante subjetivo. La adversidad que ha debido vencerse en el manejo de las finanzas públicas, es medible e identificable. Podríamos agrupar esas adversidades en tres grandes campos. El primer campo podría ser denominado “deuda institucional”, la que involucra al Sistema de Administración Tributaria, a los Servicios de Educación Pública del Estado de Nayarit o al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. El segundo campo, es el de la deuda pública directa que recibió el gobierno del estado y que se generó en la Era de la Irresponsabilidad. El tercero de los campos de adversidad, se relaciona con el pasivo contingente derivado de obligaciones laborales; me refiero al peso de las pensiones y las jubilaciones que hasta ahora ve la luz al fondo del túnel. Que se sepa: la luz al fondo del túnel ya estaba, era la del tren de la catástrofe financiera y de la inviabilidad del pago de pensiones y obligaciones, ante el estío financiero al que se arribó por irresponsabilidad, ignorancia y deshonestidad.
Cuando hablamos de lo evaluable a partir de lo medible que resulta el tema aquí abordado, lo hacemos con evidencia en mano. Una de esas evidencias la registra la agencia Moody’s, que el pasado 9 de septiembre emitió un comunicado que resulta crucial para entender el tema que aquí se aborda. Me refiero al comunicado en el que se determina “la calificación del Estado de Nayarit a BB+.mx” y en el que se precisa que “mantiene la perspectiva positiva y afirma sus calificaciones de deuda”. En el documento que sintetiza el robusto análisis, se deja en claro que “El alza en la calificación de emisor del Estado de Nayarit refleja un crecimiento fuerte en la recaudación de ingresos propios, el registro de márgenes operativos positivos y recurrentes, y un nivel manejable y decreciente de la deuda de largo plazo. La acción también refleja una mejora en las prácticas de manejo del presupuesto y de la deuda observada en ejercicios recientes”. La reseña muestra una enorme potencia discursiva, que muestra lo que se ha hecho y el universo de adversidades heredada.
La Era de las Irresponsabilidad está detrás de las adversidades que han debido sortearse hábilmente. El problema de las pensiones y jubilaciones se gestó en esa Era. La deuda pública se desbarrancó en la Era de la Cleptocracia, como también la podríamos nombrar. La deuda institucional también es herencia maldita de la Era de la Mediocridad.
Toda la anterior digresión puede servir para darnos una idea de la dimensión de los problemas que han debido sortearse. Toda esa serie de datos, indicadores y demás, pueden servir para que tengamos una idea de los problemas que han debido resolverse para estar en condiciones de dar respuestas prontas a la gente que lo requiere y que lo reclama.
Se dice con relativa facilidad que las finanzas del estado han sido manejadas con habilidad, con transparencia, con racionalidad y, sobre todo, con honestidad. Ninguno de los cuatro ejes sobra en el manejo de las finanzas estatales. La pericia técnica en el manejo del dinero público es piedra angular en todo el esfuerzo del doctor Navarro Quintero. Sin esa maestría en el manejo de las finanzas públicas, el Gobierno con Perspectiva Social del Gobernador nayarita, habría sido imposible. No ha sido fácil nada de lo realizado. Eso cuenta a la hora del juicio que hará la historia.