La nueva Autopista Jala-Puerto Vallarta, un sueño que comenzó a gestarse en 2009, finalmente se ha hecho realidad tras 15 años de planeación y construcción. Esta vía de 173 kilómetros conecta a Guadalajara con Puerto Vallarta en sólo dos horas y media, representando un paso enorme en la infraestructura y conectividad de México, además de un alivio para millones de viajeros y turistas que visitan estas importantes regiones.
Desde su concepción, la autopista fue vista como una solución imprescindible para reducir los tiempos de traslado entre dos de las zonas más importantes del occidente del país: la Perla Tapatía y las paradisíacas playas de Nuevo Nayarit, así como las de Puerto Vallarta. Por años, el trayecto de cinco horas por la carretera existente representó un desafío para el comercio, el turismo y la conectividad de los estados de Jalisco y Nayarit. Con cada año de retraso en su construcción, crecía la presión social y política para hacer realidad una obra de tal magnitud.
Un sueño anunciado en 2009
La génesis del concepto de una carretera que uniera a Guadalajara con Puerto Vallarta a través de una vía corta fue planteada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa. En 2009, el mandatario destacó la importancia de esta obra para mejorar la conectividad y fomentar el turismo en la región. En diciembre de 2010, el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Francisco Molinar Horcasitas, confirmó que la autopista formaba parte de los planes de la administración. Este anuncio se realizó durante la inauguración del nuevo puente sobre el Río Ameca, una obra que evidenciaba ya la urgencia de mejorar las vías de comunicación en la región.
A pesar de la voluntad política inicial, cuando Calderón concluyó su mandato en 2012, el proyecto seguía siendo sólo un plan en el papel. El reto de iniciar su construcción recaía en el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien enfrentó tanto los retos técnicos como las expectativas ciudadanas.
Avances y obstáculos en el sexenio de Enrique Peña Nieto
Durante la administración de Peña Nieto, los problemas de derechos de vía con ejidatarios y propietarios de tierras fueron un obstáculo importante. Adicionalmente, grupos ambientalistas manifestaron preocupaciones sobre el impacto de la obra en la flora y fauna de la región, lo que retrasó considerablemente el avance. Sin embargo, el gobierno logró avances significativos con la construcción del tramo Jala-Compostela, una sección clave de 68 kilómetros que fue concluida en 2017 y oficialmente entregada el 14 de febrero de 2018. Este tramo, con una inversión de 5 mil millones de pesos, fue un paso importante que permitió que el sueño de la autopista tomara forma.
No obstante, al concluir el mandato de Peña Nieto en 2018, aún quedaban pendientes dos tramos fundamentales: Compostela-Las Varas y Las Varas-Puerto Vallarta. La responsabilidad de completar el proyecto recayó en el siguiente gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La continuidad durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador
Desde el inicio de su administración en 2018, López Obrador destacó que una vía entre Guadalajara y Puerto Vallarta no sólo mejoraría la conectividad, sino que también impulsaría a comunidades rurales aledañas y facilitaría el flujo comercial entre Jalisco y Nayarit. Por tal motivo asumió el compromiso de concluir la autopista Jala-Puerto Vallarta, reconociendo su relevancia como una obra estratégica para el desarrollo turístico y económico del occidente de México. La autopista, junto con proyectos como el distrito de riego Alejandro Gascón Mercado, formó parte de su legado de infraestructura para Nayarit.
En mayo de 2019, el presidente emitió un ultimátum a las empresas constructoras encargadas de los tramos pendientes, exigiendo acelerar los trabajos y cumplir con los plazos establecidos. La presión presidencial fue un catalizador para destrabar conflictos administrativos y logísticos, incluyendo disputas de derechos de vía y permisos ambientales.

Pese a que los avances fueron constantes durante toda su administración, los resultados comenzaron a materializarse en marzo de 2024, cuando se inauguró el tramo Compostela-Las Varas. Esta sección de 32.2 kilómetros fue completada justo a tiempo para la temporada de Semana Santa, reduciendo de manera significativa el tiempo de traslado entre Guadalajara y Puerto Vallarta. La nueva infraestructura representó una mejora en la experiencia de viaje para turistas nacionales e internacionales, así como también se convirtió en un motor económico para los habitantes locales al facilitar el acceso a mercados y servicios.
Aunque la inauguración oficial estuvo limitada por la veda electoral, la apertura del tramo marcó un avance decisivo en el proyecto. Miles de usuarios comenzaron a disfrutar de los beneficios inmediatos de una mayor agilidad en sus viajes, consolidando así la relevancia de la obra para el turismo y la economía local. Además, este logro simbolizó el cumplimiento de una de las promesas más importantes de la administración de López Obrador con Nayarit, reafirmando su compromiso con las obras de alto impacto para el desarrollo regional.
Culminación bajo el mandato de Claudia Sheinbaum
La culminación definitiva de la autopista llegó en septiembre de 2024 bajo el mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. En esta fecha, se inauguró el último tramo de la vía, que conecta Bucerías con Puerto Vallarta. Esta sección, que requirió una inversión de 2 mil 24 millones de pesos, reduce el tiempo de traslado entre Guadalajara y Puerto Vallarta a sólo dos horas y media. Además, disminuye el tiempo de viaje entre Tepic y la costa sur de Nayarit y Jalisco a sólo una hora y media.
Durante la ceremonia de inauguración, el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva Medina, anunció también que el tramo Tepic-Compostela está en construcción y se espera su finalización para mayo de 2025. Este tramo completará el corredor Tepic-Vallarta, mejorando aún más la conectividad en la región.
La Autopista Jala-Puerto Vallarta representa una inversión total de más de 20 mil millones de pesos en infraestructura vial. Este proyecto, que atravesó tres administraciones presidenciales, no sólo mejora la conectividad entre importantes centros turísticos y económicos, sino que también marca un avance significativo en el desarrollo regional.
Para los estados de Nayarit y Jalisco, esta obra salda una deuda histórica con sus comunidades, facilitando el libre tránsito, incentivando el turismo y generando nuevas oportunidades económicas. Con la expectativa de nuevas expansiones, como el tramo Tepic-Compostela, la región se prepara para consolidarse como uno de los destinos más accesibles y atractivos de México.