Una serie de cambios en las cuotas arancelarias impuestas por el gobierno mexicano a inicios de 2024 está obligando a empresas del sector calzado a modificar drásticamente su modelo de producción y suministro. La medida, que busca proteger a la industria nacional, llevó a compañías como IB Group a trasladar parte de su fabricación y compras a países como Vietnam y México.
“Los aranceles son insostenibles, ya tenemos muchas acciones impuestas y en implementación y la más importante fue cambiar el origen de producción (y compra de calzado a México y Vietnam)”, señaló Patricio Ibarra, CEO de IB Group, en una entrevista para Forbes México. La imposición inicial fue de un 30% sobre el calzado importado desde China, cifra que posteriormente aumentó a entre 45% y 50% en octubre de 2024.
IB Group, que cuenta con oficinas tanto en China como en Vietnam, decidió reubicar su producción hacia Vietnam, país con tasas arancelarias preferenciales, y aumentar el volumen de fabricación en México. Esta última opción, según Ibarra, ofrece ventajas como un tipo de cambio favorable, tiempos de respuesta rápidos y la eliminación de aranceles. Actualmente, la empresa trabaja con dos o tres fábricas nacionales.
Cambios en el mercado y expectativas para 2025
Ibarra comentó que el impacto del cambio en la estrategia de producción se verá reflejado de manera más en el primer semestre de 2025, ya que las órdenes previas de producción no se pueden modificar de manera inmediata. Sin embargo, la expectativa es que los beneficios se comiencen a concretar a partir del segundo semestre de 2025.
“Nos gusta trabajar con terceros, no invertiremos en la fabricación propia. La empresa siempre contrata y trabaja de la mano con proveedores certificados y de un alto nivel que pueda satisfacer la demanda y los productos”, explicó el CEO de IB Group.
A pesar de los retos, la compañía espera un crecimiento del 30% al 33% en sus ingresos totales para 2025, impulsado principalmente por la marca Champion, que representa un 50% de sus ventas de calzado. El rendimiento de esta marca fue clave, con un crecimiento del 30% en ventas, mientras que el resto del portafolio mostró incrementos de doble dígito bajo.
No obstante, el CEO advirtió que la desaceleración del mercado y la cautela de los consumidores afectó a las ventas a través de las cadenas comerciales, uno de los principales canales de distribución de la compañía. “Hemos visto que nos ha afectado un poco, pero hemos encontrado la manera de contrarrestar los efectos de la baja confianza de los consumidores”, apuntó.
En cuanto al impacto de las promociones y eventos como El Buen Fin, Ibarra indicó que, aunque hubo buenos resultados en términos de ventas, las constantes promociones afectaron la rentabilidad. “El Buen Fin fue bueno en ventas para la empresa, pero sumamente promocional y acaba pegando en la rentabilidad”, concluyó.
