Ayer escuché al El director general del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Nayarit ( CECyTEN) Nayarit, Juan Gabriel González, comentar sobre uno de los tantos flancos por los que la droga intenta -y a veces lo logra- convencer a nuestros muchachos de que ella-la droga- es agradable, benéfica, no causa daños, y se puede desfrutar de diferentes formas.
Ocurre que en uno de los 25 planteles que tiene el CECyTEN, en la entidad, se dio un hecho de que unos estudiantes, sin dar nombres para cuidar la investigación, empezaron a llevar BROWNIES, con mariguana como parte de su contenido y pues seguramente ya estaban siendo gustados y buscados por algunos de los bachilleres que estudian en el CECyTEN, pero como todo lo ilegal tiene su tiempo de ser descubierto, ocurrió que estos estudiantes fueron descubiertos y dice JUAN GABRIEL GONZÁLEZ, que tales promotores de los pastelillos, fueron expulsados sin mayores alegatos o conmiseración.
Pero antes de seguir, debo decirles para aquellos que, como yo, en nuestro tiempo no usábamos palabras de origen inglés, que un brownie es un bizcocho de chocolate pequeño, típico de la gastronomía de Estados Unidos. Se llama así por su color marrón oscuro, o brown en inglés, asi es que como el color facilita que se le ponga el ingrediente del cannabis, pues se empezó la promoción de la droga conocida como mariguana entre los estudiantes, algunos de los cuales de inmediato mostraron efectos de estupidez, en algunos casos risas sin motivo alguno, en otros casos, sueño en clases y en otros más, un tipo de estupidez mental.
También debo añadir que el cannabis es una droga psicoactiva que se obtiene de la planta Cannabis sativa. También se le conoce como marihuana o hachís. El cannabis contiene tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto psicoactivo de la planta. El THC es el responsable de los efectos psicológicos y fisiológicos del cannabis.
Bueno pues el caso es que el director general de los CECyTEN, determinó la expulsión de los promotores de estos bizcochitos adictivos llamados brownies.
Pero luego el mismo director general del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Nayarit, dijo que estaban programando realizar la operación mochila entre los estudiantes de cada uno de los 25 planteles que existen en Nayarit, nada más que para esto, requerían la autorización de los padres de familia para no entrar en conflictos con problemas legales.
Y aquí es precisamente en donde la maldad, o las malas costumbres ganan ventaja, me refiero a que cuando se proponga la medida de revisar la mochila de cada estudiante, algunos de los padres de familia, pondrán el grito en el cielo, argumentando que eso es un atropello a la privacidad de cada estudiante de preparatoria, o bachillerato, que al revisar el contenido de las mochilas o bolsas de los alumnos, se están violentando sus derechos humanos, etcétera, y es aquí en donde precisamente la delincuencia encuentra su mejor aliado.
El aliado son los propios padres de familia que se molestan porque sus inmaculados muchachos serán vulnerados en sus propiedades que van dentro de una mochila, portafolio o bolsa, lo que es un terrible embuste.
En primer lugar, porque se da por hecho que lo que puede traer un estudiante en su mochila o bolsa, son libros, cuadernos, reglas, bolígrafos, lápices, colores, un sándwich, torta, fruta o botana comercial, y probablemente un termo con su café o con agua para ahorrarse el comprar a diario una botella con agua para tomar, entre las principales cosas que a diario usa un estudiante.
Así que ningún padre de familia debería de poner el grito en el cielo si se hace una operación de esculcar la mochila o el maletín de su hijo, y si al contrario debe estar contento porque a los estudiantes malandrines, se les descubrirá el contenido de lo que quieren introducir al CECyTEN.
Experiencias desagradables ya las hemos publicado en esta misma columna, por ejemplo, en una conocida secundaria de Tepic, alguna vez se descubrió que un alumno llevaba en la mochila una pistola, navajas fueron incautadas por docenas, y en algunos casos, muy pocos, alguna bebida con contenido de alcohol.
Así que no veo porque pudiera molestarse un padre de familia del CECyTEN, o de cualquier otra escuela media superior, porque se vigile la seguridad en el lugar en donde sus hijos pasan la mitad de su vida de día.
Sin embargo como los grupos colectivos han ganado mucha fuerza, debido a que los grupos de bien y de bondad, son pasivos, hemos llegado a ese extremo, me refiero al extremo de que incluso un programa que beneficie a la ciudadanía, tenga que consultarse con los propios beneficiarios…Hasta mañana
