El 20 de enero de 2025, Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos por segunda vez, declarando el inicio de una “edad de oro” y una “marea de cambio”. Durante su discurso inaugural, el mandatario anunció medidas energéticas inmediatas enfocadas en incrementar la producción de hidrocarburos dentro del país.
Novani Maritza Clemente Mateos, experta en petrolíferos, advirtió en información para NotiPress que estas acciones podrían utilizarse como herramienta de presión en futuras negociaciones con México. Explicó que la estrategia del gobierno de Trump busca priorizar los combustibles fósiles con tres objetivos específicos: reducir los costos de energía, mejorar la seguridad nacional y estimular la economía”.
Entre las principales medidas anunciadas por la nueva administración destacan las siguientes:
- Declaración de emergencia energética nacional. El gobierno de Estados Unidos pretende agilizar permisos y reducir regulaciones para facilitar la extracción de petróleo y gas en Alaska y otras tierras federales.
- Retiro del Acuerdo de París. La Casa Blanca argumentó que las políticas climáticas previas limitaban el crecimiento económico del país y reducían su independencia energética.
- Promoción de la perforación en tierras y aguas federales. Se han levantado restricciones para permitir nuevas concesiones en áreas como el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico y zonas costeras.
- Suspensión de proyectos de energía renovable. La administración de Trump eliminó incentivos para vehículos eléctricos y detuvo concesiones para energía eólica marina, señalando que estas políticas imponían cargas económicas.
- Reducción de impuestos y aranceles. Se anunció una disminución en el impuesto de sociedades y la imposición de aranceles del 25% a importaciones provenientes de México y Canadá.
Clemente señaló que hasta el 21 de enero de 2025 no hay información oficial sobre un cierre total de exportaciones de combustible a México. Sin embargo, Trump mencionó la posibilidad de imponer aranceles del 25% a partir del 1 de febrero de 2025. Esta medida podría impactar directamente el comercio energético entre ambos países debido a distintos factores.
Posibles repercusiones en México
De acuerdo con la analista, la imposición de aranceles a las importaciones de hidrocarburos desde Estados Unidos podría generar consecuencias económicas importantes. Algunas de las principales afectaciones serían las siguientes:
- Dependencia energética. México aún no ha alcanzado la autosuficiencia en producción de combustibles y su capacidad de refinación sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda de 1.2 millones de barriles diarios.
- Incremento en costos de combustible. La imposición de aranceles del 25% encarecería las importaciones, lo que afectaría directamente los precios finales para los consumidores mexicanos.
- Impacto en sectores clave. El sector transporte, que depende del combustible, vería un alza en sus costos operativos, generando afectaciones en la cadena de suministro.
- Presión para PEMEX. La petrolera estatal podría verse obligada a aumentar su producción, lo que elevaría costos de mantenimiento y generaría problemas operativos adicionales.
- Aumento de la inflación. Los precios más altos del combustible impactarían directamente en la inflación, reduciendo el poder adquisitivo de la población y complicando las metas económicas nacionales.
- Riesgo de tensiones comerciales. Clemente señaló que esta medida podría provocar represalias comerciales de México hacia Estados Unidos, afectando sectores como la exportación de alimentos y productos manufacturados.
La experta concluyó: “En resumen, el aumento de aranceles en la importación de combustibles desde EE.UU. podría tener un impacto grave en la economía mexicana afectando en general los precios al consumidor, la inflación y la estabilidad de sectores clave. No es marea de cambio, es Moneda de Cambio“.
