La crisis de desapariciones en México sigue en aumento, y en lugares como San Felipe, Baja California, madres buscadoras tuvieron que asumir la labor ante la omisión de las autoridades. Patricia Orozco, víctima de la desaparición de su hijo el 24 de diciembre de 2022, lidera el colectivo “Mi Madre Sigue con la Lucha Birzavit Roman”, un grupo de mujeres dedicadas a recorren el desierto en busca de fosas clandestinas, donde podrían estar los restos de sus seres queridos.
Según cifras oficiales del Gobierno Federal, en México hay 114,815 registros de personas desaparecidas, sin embargo, colectivos de búsqueda afirman que la realidad es aún más alarmante y que la cifra podría ser hasta tres veces mayor. En Baja California, las desapariciones han aumentado, dejando a decenas de familias en incertidumbre y obligándolas a buscar apoyo por su cuenta.
Una lucha sin apoyo gubernamental
A pesar de la gravedad de la crisis, las madres buscadoras enfrentan múltiples desafíos, desde la falta de respaldo institucional hasta la dificultad de acceder a zonas remotas donde podrían encontrarse cuerpos. Ante esta situación, este grupo organizó una recaudación de fondos a través de la plataforma GoFundMe, con el fin de adquirir vehículos todoterreno que les permita llegar a terrenos difíciles y continuar con la búsqueda.
“Tenemos mucha gente ayudando en la búsqueda, pero necesitamos apoyo. Intentamos recaudar fondos para comprar un Jeep o un RZR y así poder buscar tumbas“, explicó Orozco. La activista ha dedicado más de una década a apoyar a comunidades vulnerables en Baja California a través de su organización “Voluntarios Sin Límites”, que brinda atención a personas con discapacidad, enfermos y adultos mayores.
La lucha por encontrar a los desaparecidos
Dicha campaña de recaudación se encuentra disponible en en la página oficial de GoFundMe, plataforma reconocida por su seguridad y transparencia en la gestión de donaciones. De acuerdo con la información proporcionada a NotiPress, GoFundMe implementó múltiples controles para garantizar que los fondos lleguen a las personas indicadas, brindando apoyo a comunidades afectadas por crisis humanitarias como la que se vive en Baja California.
Las madres buscadoras continúan recorriendo el desierto con la esperanza de encontrar respuestas y justicia para sus hijos. Mientras tanto, llaman a la solidaridad de la sociedad para que su lucha no se detenga y puedan seguir buscando a quienes han sido arrebatados por la violencia.
