Todo aquel que ha seguido la trayectoria del doctor Miguel Ángel Navarro, sabe de su vocación de servicio y de su voluntad política a toda prueba. Si ha competido en las urnas para obtener cargos de elección popular, lo ha hecho convencido de que puede dar. Ese es el verbo que más se acerca a su perfil: dar. Así es: Navarro Quintero no ha competido para obtener empleos sino para ganar la confianza de los ciudadanos a los que desea dar, dar, dar. Dar su tiempo, dar el sudor de su frente, dar su talento, dar su afecto. Da su afecto y su amistad y lo hace a manos llenas, lo hace sin mezquindades y sin exclusiones.
¿A qué viene toda esa digresión? Viene el tema al caso, porque en el estado dio inicio un proceso sucesorio en el que se pondrá en juego la integración del Congreso del Estado, en el que se renovará la integración de los ayuntamientos, en el que se elegirán los principales cargos del Poder Judicial local y naturalmente, el cargo que ejerce sabiamente el Gobernador Navarro Quintero.
Me decía el querido doctor Alejandro López Díaz (†) que don Emilio, desde los primeros días de su paso por la titularidad del Poder Ejecutivo, decía a quien quería escucharlo que la sucesión gubernamental había dado inicio desde el primer día de su gobierno. Es verdad: hay lógica contundente en esa aseveración. Hoy la sucesión parece que da inicio desde mucho antes de que inicie un periodo de gobierno. Como sea, lo que nos queda claro es que actualmente los actores de la escena pública no dejan de moverse en esa dirección.
El Gobernador Navarro Quintero siempre ha sido respetuoso de las reglas escritas y de las no escritas. Ahora no es ni será la excepción. Ahora, el Gobernador es consciente de su responsabilidad para que Nayarit se mantenga en la ruta de una transformación que él mismo ha iniciado. Esa transformación debe seguir en el estado para que el Estado de Bienestar se consolide. Para eso se requiere que Nayarit elija entre el siguiente paso para transformar o el siguiente paso para regresar por las ollas de Egipto.
El Gobernador ha mostrado un estilo personal de gobernar que se caracteriza por su incuestionable amor a su estado, por la lealtad a su gente, por la fidelidad a sus convicciones. Sobre esa base, Navarro avanza en el rescate de las finanzas públicas habiendo depositado su confianza en una persona honesta y con robusta formación profesional. Ha dado pasos significativos en la consolidación de un clima de seguridad y de respeto indubitable a la ley. Ha transformado la administración pública reconstruyendo los procesos de la administración pública que se habían extraviado por irresponsabilidad, por despotismo, por ignorancia y por corruptos afanes. En términos generales, el Gobernador Navarro ha dado pasos ingentes para reconstruir la administración pública en lo abstracto y en lo concreto, en la administración y en las leyes.
Los resultados que ha obtenido el gobernante nayarita en el rescate de las instituciones, deberán tener continuidad para bien de Nayarit. Eso lo sabe el Gobernador Navarro. Esa es la razón por la que entidades como Nayarit, no se pueden dar el lujo de dar bandazos en materia de políticas públicas. El estado de Nayarit perdió cien años de su historia, el siglo XX; ese subdesarrollo ha empezado a revertirse bajo el liderazgo y la altura de miras que ha demostrado Navarro. Por tanto, lo que está en juego para 2027 no es un simple cargo o unos cuantos cientos de cargos públicos. Lo que está en juego no es el “empleo” de Gobernador. Lo que está en juego es el destino del estado, lo que está en juego es la continuidad de un proyecto de cambios que han sido presididos por la voluntad política de Navarro Quintero y que ha demostrado por su vocación de servicio.
El nombre de la persona que asumirá la gubernatura de Nayarit en septiembre de 2027, seguramente que saldrá de las filas de las siglas que integran lo que se conoce como 4T: Morena, PT, PVEM y otras que se sumen para esas fechas. De otras denominaciones no saldrá nada porque carecen de cuadros, porque se han cerrado desde hace décadas a la renovación y al mundo de las ideas, de las convicciones y de los principios y valores.
Por el contrario, a la 4T le sobran figuras y ese puede ser su problema. Ahí, en ese orden de ideas, es donde descansa la responsabilidad histórica de Navarro Quintero. Con su trabajo deberá garantizar la unidad del movimiento en el que se ha comprometido. Bajo su ejemplo, las decisiones deberán definir un rumbo y no aspiraciones personales de quienes desean sucederlo en el cargo. Todo eso lo deberá hacer respetando tiempos, el marco que define la ley y acatando el mandato de la continuidad. La responsabilidad de Navarro Quintero en la sucesión nayarita, es a la responsabilidad que llevó a cuestas López Obrador en el proceso de la sucesión presidencial.
Lo que está en juego para Nayarit en el 2027 no es un empleo, no es un puñado de empleos. Hay quienes toman el cargo de Gobernador, de Diputado, de alcalde, de regidor, como un empleo. Puede serlo, pero se trata de un empleo sui generis. Se trata de un empleo en el que se manda obedeciendo. El mandatario es el que ejerce un cargo público en el que el que mandante es el pueblo.
Esa es la razón por la que Navarro Quintero ha hecho un papel ejemplar en el cargo. Esa es la razón por la que la sucesión deberá privilegiar la voz del pueblo. La voz del pueblo es la voz de Dios mismo. El mandatario no manda, sino que acata lo que el pueblo manda, pues ese es el mandante, el pueblo.