¡NOTICIA DE ÚLTIMA HORA!
¡Se les peló un reo de la Penitenciaría de Tepic! Un 16 de febrero de 1895, el semanario El Tepiqueño soltó tremenda noticia. Y no era cualquier reo… era EL CHUECAS, condenado a 20 años sabe Dios por qué fechorías.

El 14 de febrero de 1894, aprovechando un descuido, ¡se escapó como agua entre los dedos! Y no se fue solo, no señor, se fue con otro vale. Como dicen por ahí: “Dios los hace y ellos se juntan…”

Se fueron a Guadalajara, y allá vivió como pudo, medio bien, medio mal, pero el destino cruel, lo volvió a alcanzar.

Preso de nuevo por una falta menor en Guadalajara, EL CHUECAS se echó unos toques de corneta que dejaron a todos boquiabiertos. El oficial, encantado, le ofreció un trato: “¡Vente al ejército, mi muchacho!”. Y claro EL CHUECAS, con alma de artista y cuerpo de soldado, aceptó.

Peeeroo…
¡Toma chango tu banana!
De regreso a Tepic, el pasado le brincó encima como suegra en boda sorpresa. ¡Lo ataron y lo regresaron a la cárcel! ¿Y adivina qué día era? El 14 de febrero otra vez. Mismo día, mismo mes… ¡pero al revés! Regresaba preso para Tepic.
“¡Oh Fortuna, caprichosa y voluble!”
O como decimos por acá: “No hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla…” Esa antigua penitenciaría hoy es el Palacio de Gobierno de Nayarit. Imagina a EL CHUECAS, paseando justo por donde tú quizás has caminado.
La próxima vez que estés frente al Palacio, piensa en esta historia. ¿Qué habrá hecho El CHUECAS?