El cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, presidió este domingo la ceremonia de dedicación del altar en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en La Barranca de El Pichón. La celebración congregó a una multitud de fieles y marcó un momento significativo en la vida de esa comunidad.
La dedicación de un altar es un rito solemne establecido por la Iglesia Católica. De acuerdo con el Canon 1237 §1 del Código de Derecho Canónico, todo altar fijo destinado al culto debe ser formalmente dedicado mediante un ritual específico, contenido en el Ordo Dedicationis Ecclesiae et Altaris, documento aprobado por la Santa Sede.
Dicho ritual incluye, entre otras acciones, la unción del altar con crisma, su incensación, la colocación de manteles y su iluminación, como expresión simbólica de que el altar representa a Cristo mismo, piedra viva y fundamento de la comunidad eclesial. Se trata de signos que normalmente se emplean en este tipo de celebraciones litúrgicas.
La presencia del Arzobispo Primado y la convocatoria abierta a la feligresía indican que se trató de una celebración especialmente relevante para la región. Con este acto, el santuario queda consolidado como espacio sagrado y lugar estable para la celebración eucarística, conforme a las normas litúrgicas de la Iglesia.
