Adilene Sánchez Rodríguez, Reyna Sandoval López y Sofía Daniela Sepúlveda, estudiantes del Instituto Tecnológico de San Felipe del Progreso en el Estado de México, vivieron una experiencia académica y humana sin igual al participar en el 30 Verano de Investigación Científica y Tecnológica DELFÍN, colaborando en el proyecto Bioconversión de residuos agroindustriales, pastos y maderas para la creación de biocombustibles.
Bajo la guía de los doctores José Pérez Pimienta y Miguel Arenas Quevedo, docentes e investigadores de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), las jóvenes estudiantes de Ingeniería Química se adentraron en el fascinante mundo de la investigación científica, compartiendo aprendizajes, superando retos y fortaleciendo sus habilidades dentro del Laboratorio de Biorefinerías.
El doctor Pérez Pimienta explicó que en el laboratorio trabajan con la bioconversión de residuos agroindustriales y vegetales para obtener biocombustibles y bioproductos mediante distintos procesos biológicos. Por su parte, el doctor Arenas Quevedo detalló que también realizan investigaciones sobre la síntesis de ácidos grasos y su conversión en tensioactivos, compuestos fundamentales en diversas aplicaciones industriales. La bioconversión se refiere a la transformación de materiales orgánicos, como los residuos agroindustriales, en productos útiles mediante procesos biológicos, a menudo utilizando microorganismos. Esto permite obtener biocombustibles, que son fuentes de energía renovable derivadas de biomasa, y bioproductos, que son compuestos químicos o materiales biodegradables con diversas aplicaciones industriales. Los tensioactivos, por su parte, son sustancias que disminuyen la tensión superficial de un líquido, permitiendo que se mezclen o dispersen mejor, siendo fundamentales en la fabricación de jabones, detergentes, cosméticos y productos farmacéuticos.
Con orgullo, Pérez Pimienta resaltó el desempeño de las estudiantes: “Este año recibimos a algunos de los mejores estudiantes que hemos tenido. Son muy trabajadoras, dedicadas, y han hecho un excelente papel con nosotros”.
Las tres estudiantes compartieron sus vivencias con entusiasmo. Adilene expresó: “Me he llevado una muy buena experiencia, la gente es muy amable y en general es muy bonito. Invito a más jóvenes a participar, porque es una experiencia única que te transforma: no regresas siendo la misma persona que llegó”.
Reyna comentó: “He aprendido bastante y ampliado mis conocimientos. Muchos de los equipos que usamos no los conocíamos, pero ahora ya sabemos cómo manipularlos. Esta experiencia me ha dado mucha confianza”.
Sofía, quien trabajó en la extracción de compuestos naturales por el método Soxhlet, detalló: “Extraje compuestos de plantas como tepemezquite, tepezcohuite, cuastecomate y valeriana. Fue muy interesante ver el rendimiento del extracto vegetal y realizar la reacción para crear biocombustibles y amidas. Es algo que realmente vale la pena vivir”. El método Soxhlet, es una técnica de laboratorio utilizada para la extracción continua de compuestos de difícil solubilidad a partir de un material sólido, empleada ampliamente en química, farmacia y ciencia de alimentos para obtener extractos puros de plantas o muestras. Plantas como el tepemezquite, tepezcohuite, cuastecomate y la valeriana, reconocidas por sus propiedades y usos en diversas culturas, fueron la materia prima para la extracción de compuestos.
Además, animó a otros estudiantes a sumarse al programa: “Les recomiendo venir. Observar y aprender del trabajo de dos grandes doctores es una experiencia única que te abre horizontes”.