En Nayarit, más de la mitad de la población carecía de seguridad social en 2022. Eso significaba que uno de cada dos habitantes no tenía pensión garantizada, licencia médica, guardería ni cobertura en caso de accidente de trabajo. Dos años después, la proporción bajó: en 2024, 49 por ciento de los nayaritas seguía en esa situación, es decir, 608 mil personas según el cálculo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) había registrado en 2022 que el 51.5 por ciento de la población del estado estaba en condición de carencia por seguridad social. En 2024, con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), el INEGI consignó que la cifra bajó a 49 por ciento, de acuerdo con la gráfica 17 del Reporte de Resultados de la Medición de la Pobreza Multidimensional 2024.
El panorama nacional es similar. El INEGI reportó que el 50.2 por ciento de los mexicanos carecía de seguridad social en 2022 y que en 2024 la proporción descendió a 48.2 por ciento. En números absolutos, sigue siendo casi la mitad de la población sin acceso a pensiones, guarderías y atención médica vinculada al empleo formal.
Las diferencias entre entidades son marcadas. En 2024, los estados con mayor carencia fueron Chiapas, Oaxaca y Guerrero, todos con más de 70 por cada cien habitantes sin cobertura. En el otro extremo, las cifras más bajas correspondieron a la Coahuila, Nuevo León, Baja California Sur, con proporciones entre el 23.4 a 28.5 por ciento.
El indicador se define con claridad: se considera carente a quien no cuenta con acceso a instituciones como el IMSS, ISSSTE, ISSSTE estatal, Pemex, Fuerzas Armadas o esquemas privados de seguridad social.
El impacto en la vida diaria es directo. Quien no cuenta con seguridad social enfrenta la vejez sin pensión, la enfermedad sin respaldo institucional y la maternidad sin licencias. La mayoría de estas personas se desempeña en la informalidad, donde los ingresos son inestables y no generan derechos laborales.
En Nayarit, el paso de 51.5 por ciento en 2022 a 49 por ciento en 2024 refleja una mejora ligera, pero significativa: miles de familias cuentan hoy con un respaldo que antes no tenían. El estado, sin embargo, se mantiene ligeramente por encima del promedio nacional y con un reto pendiente en materia de empleo formal.