La noche del lunes, el gobernador Miguel Ángel Navarro encabezó la ceremonia del Grito de Independencia en un escenario inédito: el recinto ferial de Tepic. La decisión de trasladar la conmemoración patria a ese lugar respondió a un objetivo central: evitar la confrontación con el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM), que mantiene desde hace semanas la toma de la Plaza Juárez, frente al Palacio de Gobierno.

El gobernador, acompañado de su esposa y de funcionarios estatales, salió al escenario del Foro Cultural del recinto ferial para lanzar las tradicionales arengas que recordaron a los héroes de la independencia mexicana. Ante miles de asistentes, ondeó la bandera nacional y gritó el “¡Viva México!” en un ambiente festivo, con música de mariachi, juegos pirotécnicos y verbena popular.

En entrevista previa con NTV+ y Meridiano, Navarro destacó que la celebración tenía un doble propósito: honrar la memoria histórica y preservar la armonía social. “Es una noche para unirnos como pueblo, no para dividirnos”, afirmó el mandatario.
La decisión de cambiar la sede de la ceremonia estuvo marcada por el plantón que la dirigencia del SUTSEM mantiene frente al Palacio de Gobierno. La organización sindical ha reiterado sus exigencias de reconocimiento y mejoras laborales.

El traslado del acto fue interpretado como un mensaje político: el llamado “Grito de la no confrontación”. Con esta medida, el gobernador buscó evitar un choque directo con la base sindical y, al mismo tiempo, garantizar que la ciudadanía pudiera disfrutar de la fiesta nacional en un espacio seguro y controlado.
Este martes 16 de septiembre, el tradicional Desfile de la Independencia también tendrá cambios. La ruta no será la acostumbrada, pues iniciará en el bulevar Tepic–Xalisco, continuará por la calle Brasil y culminará en la avenida Rey Nayar, donde se espera la participación de contingentes militares, educativos y civiles.


