Poco antes de las 11:28 de la mañana de este miércoles se prendió una luz verde en una pared de la sala 2 del Centro Regional de Justicia Penal Federal en Tepic, ubicado por avenida Aguamilpa, por lo que había que ponerse de pie para recibir a una jueza de Distrito en funciones de jueza de Control.
Así iniciaba la primera audiencia en torno al ex subfiscal General de Justicia y ex magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Nayarit, Rodrigo Benítez Pérez, que ya había sido ingresado a la sala en compañía de un elemento de seguridad, sentándose al lado de dos defensores particulares.
Rodrigo volteó brevemente hacia atrás para saludar a dos familiares ahí presentes.
Del lado opuesto se encontraban tres agentes del Ministerio Público de la Fiscalía General de la República (FGR), adscritos a la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Desaparición Forzada, así como un asesor de víctimas. Otros dos asesores se encontraban en salas diversas, así como un psicólogo, en compañía de víctimas y de un testigo protegido. Varias de las voces se escuchaban distorsionadas por razones de seguridad.
La audiencia arrancó con una detallada narración ministerial de lo sucedido el martes nueve en el puente internacional de El Paso, Texas, en Estados Unidos, y Ciudad Juárez, Chihuahua, México, citando que ahí se encontraba personal de la Interpol y del ICE -el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos-, que se produjo una “deportación controlada” y que aproximadamente a las 10:28 horas elementos de la Policía Federal Ministerial dieron cumplimiento a una orden de aprehensión en contra de Benítez Pérez, ya en territorio mexicano.
“Bajo protesta, tengo suspensión de amparo contra mi desafuero”, se anotó la expresión que hizo el ex magistrado.
Se le dio lectura a sus derechos, firmó de haber comprendido y a las 10:38 fue trasladado a las oficinas de la corporación en Ciudad Juárez. A las 10:42 se le practicó un examen médico y 17 minutos después se le permitió realizar una llamada por teléfono con un familiar.
Un avión de la FGR partió a las 13:00 horas de Ciudad Juárez con Rodrigo Benítez a bordo, aterrizando en el aeropuerto de Tepic a las 3:59 de la tarde, hora local.
A las 4:33 nuevamente fue revisado por un médico y a las seis con 23 minutos de la tarde recibió la visita de su hija, a quien se entregaron algunas pertenencias. Rodrigo Benítez pasó la noche en instalaciones de la Policía Federal Ministerial en Tepic.
Una vez concluida la narración anterior, se produjo un debate con un tema central: ¿había sido legal la aprehensión del ex subfiscal y ex magistrado?
La agencia ministerial sostuvo que el cuatro de diciembre del 2024 fue girada la orden de aprehensión, mientras que hasta el 23 de abril del 2025 un Juzgado de Distrito de Amparo Civil y Administrativo concedió a Benítez Pérez una suspensión definitiva -respecto a actos del Congreso del Estado, que el 21 de noviembre del 2024 le quitó el fuero de magistrado-, por lo cual, insistió, la orden ya era un acto consumado.
Por el contrario, la defensa particular advirtió que el 23 de abril Rodrigo Benítez no estaba detenido, por lo que la suspensión definitiva era para que las cosas se mantuvieran en ese estado, considerando que la detención fue ilegal porque se violó la suspensión, debiendo entonces ser puesto en inmediata libertad.
La intervención de las partes se produjo en tres oportunidades, a las que se sumó la representación de las víctimas.
“Yo no estaba detenido”, pareció escucharse al micrófono a Benítez Pérez, luego que su defensor indicó que haría algunas manifestaciones, sin embargo un agente ministerial advirtió a la jueza que debía precisarse bajo qué reglas sería la declaración.
Tras un receso de algunos 20 minutos, finalmente el detenido se desistió de hacer manifestaciones.
La jueza de Control calificó de legal la detención del ex funcionario, haciendo referencia a lo resuelto por un Juzgado de Distrito en un diverso amparo, argumentos que hizo suyos, mismos que no le eran favorables a Benítez Pérez.
Inmediatamente después, tras realizarle algunas preguntas sobre el trato que recibió de los policías aprehensores, de los que no se quejó mayormente, la jueza señaló que la audiencia continuaría sin la presencia de público, dado que minutos antes la agencia ministerial había adelantado que se formularía imputación por el delito de violación agravada.
Así entonces, una asistente de sala acompañó a familiares de Rodrigo y a este reportero a la salida de la sala.
Además del ya citado, es del conocimiento público, la FGR imputa otro delito relacionado con la desaparición de objetos que tenía la Fiscalía local y que hace años habían sido encontrados en una fosa con cuerpos humanos.
A solicitud ministerial y dado que el delito de violación es de medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, la jueza se la impuso, por lo que Benítez Pérez debió ser recluido en la cárcel federal El Rincón.
La medida de prisión se mantendrá en contra del ex subfiscal, a menos que en una nueva audiencia a efectuarse no fuera vinculado a proceso.
* Esta información es publicada con autorización de su autor. Oscar Verdín Camacho publica sus notas en www.relatosnayarit.com
