La queja de la presidenta de la Confederación Patronal de México, COPARMEX por sus siglas, en su representación nayarita, la señora LILIANA HERNÁNDEZ MAGALLANES, abarca no sólo a los comercios y negocios que ella representa en el estado, abarca a las empresas de todo México y muy probablemente a las de todo el mundo.
La queja de la presidenta de la COPARMEX en Nayarit, es que el auge de las compras en línea, impulsado particularmente por la importación masiva de productos provenientes de China, ha generado un escenario de competencia desigual que pone en riesgo la estabilidad del comercio establecido en Nayarit, y como ya lo dije, probablemente pone en riesgo al comercio establecido de todo el mundo.
Y es que como sabiamente lo acepta, la líder de COPARMEX, si bien este fenómeno ofrece alternativas económicas atractivas para las familias, representa un freno para el dinamismo de las empresas formales que sí cumplen con todas sus obligaciones fiscales y laborales.
Y ahí está el meollo del problema, los productos chinos, son baratos, hoy día, fácilmente adquiribles, ofrecidos en las plataformas sociales, y por si todo esto no fuera ya competencia, también se venden a plazos comerciales, es decir que los clientes los pueden adquirir con tarjetas de crédito para pagarlos en mensualidades, y pues ante un panorama como este, se podría decir que la competencia se vuelve un tanto desleal o injusta, por llamarla de manera más concreta.
Y miren, factores como la legalidad o la lealtad, poco o nada importan para la persona que busca ahorrar, este es otro conflicto que denuncia la dirigente de COPARMEX, quien señala que si bien este fenómeno -el del comercio en línea con productos chinos-ofrece alternativas económicas atractivas para las familias, también representa un freno para el dinamismo de las empresas formales que sí cumplen con todas sus obligaciones fiscales y laborales.
La líder empresarial reconoció que es difícil competir contra la conveniencia logística y los precios del mercado digital. Explicó que la mayoría de los usuarios acceden a estas plataformas por la facilidad en los tiempos de entrega y la agilidad en las garantías de devolución. Sin embargo, el punto crítico radica en el costo, es decir en lo barato que se pueden adquirir en línea muchos productos que son parte de la vida de los nayaritas y de los pobladores del mundo.
Y la dirigente de COPARMEX, da un ejemplo, dic que el usuario o cliente de diversas mercancías, no está peleado con su bolsillo; “si algo que puede comprar en 100 pesos [en un local], lo puede comprar en 60 pesos [en línea], pues cualquiera lo va a comprar en 60”, lo cual es siempre una realidad, pues todo cliente no solo en Nayarit, sino en cualquier parte del mundo, lo que busca es ahorrar, e incluso a veces sabe que los productos de origen asiático no tienen la calidad esperada, pero poco le importa este factor y lo que quiere por lo pronto es saber que de 100 pesos que tenía planeado o presupuestado para unas botitas de niña o niño, de pronto lo encuentra en esos conocido sitios chinos, en 60, arriesga la calidad, por la cantidad, es decir, sin importarle que sea de menor calidad la materia prima con lo que fue hecho determinado producto, lo compra, esto es un pensamiento de siempre, y con el que difícilmente podrán enfrentarse y salir victoriosos los comerciantes locales.
Y si usted cree que, a los consumidores locales, les importa que se frene el crecimiento de las empresas locales formales, por estar estos consumidores comprando productos en línea, pues debo decirle que poca por no decir que ninguna conciencia mercantil existe en un comprador que va a dejar su dinero producto del trabajo que realizó, al pensar en el comercio local.
La situación es que incluso el comercio local, estatal, nacional y mundial, se surte de productos hechos en China, así que es difícil erradicar el consumo de estas mercancías.
Dice la señora LILIANA HERNÁNDEZ MAGALLANES, que, desde su punto de vista sobre este asunto en particular, la raíz del problema no es la tecnología, sino la falta de un “piso parejo”.
Y es que los productos chinos, al no tener aranceles específicos que regulen su entrada bajo ciertas modalidades, generan una desventaja directa contra el producto mexicano y el comerciante local. En este sentido, sugirió que el análisis de las medidas arancelarias podría ser la vía necesaria para equilibrar el mercado, permitiendo que las empresas formales compitan en condiciones más justas sin negar el acceso de las familias a opciones accesibles.
Una buena sugerencia sin duda, pero pues esto del cobro de aranceles, es cosa de que lo decida la presidenta del país, quien ya ha dicho que los productos chinos pagarán una cierta cantidad como aranceles por vendernos sus productos, pero esto será hasta el año que entra y ¿quién sabe? hasta el lunes
