Durante la conferencia matutina del 30 de diciembre, autoridades del sector salud informaron sobre el estado actual del proceso de formación médica especializada. El subsecretario de Integración y Desarrollo al Sector Salud, Eduardo Clark, señaló que el proceso 2026 de ingreso a residencias médicas cerró su segunda ronda de asignación el 19 de diciembre, y está prevista una tercera etapa para febrero. La integración de nuevos profesionales se da bajo el contexto de un déficit de personal médico a causa de los extensos periodos de formación.
El mecanismo vigente prioriza a los aspirantes con mayor puntaje en el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM), quienes pueden elegir directamente la sede y especialidad, con el fin de reducir la incertidumbre y la discrecionalidad. “Este es un modelo en el cual todos los aspirantes entran bajo las mismas reglas (…) elimina la incertidumbre de procesos posteriores en la elección de la sede”, indicó Clark.
De acuerdo con lo expuesto, el sistema también busca optimizar la distribución de personal médico en las distintas unidades hospitalarias del país y reducir la tasa de deserción entre residentes. En este proceso participan la Secretaría de Salud, el IMSS, el ISSSTE, servicios estatales y otras entidades del sistema nacional de salud.
Por su parte, el secretario de Salud, David Kershenobich, subrayó la importancia de ampliar la presencia de médicos especialistas en todo el territorio nacional. “Si queremos avanzar en la calidad y seguridad, tenemos que tener la formación de recursos humanos y necesitamos diseminarlos por todo el país a los especialistas, no nada más médicos de atención primaria”.
Esta declaración se enmarca en un contexto regional donde persisten diferencias entre instituciones públicas y privadas: mientras que nueve hospitales privados de México fueron incluidos en el Ranking de los Mejores Hospitales y Clínicas de América Latina 2025, mientras que las instituciones públicas no participan en estos procesos desde 2011.
Desde Palacio Nacional, se abordó el desfase existente entre la demanda actual de especialistas y los tiempos necesarios para su formación. Se explicó que algunas especialidades de alta complejidad requieren entre seis y diez años de preparación. “El que no se formó en 2011, pues ya no lo vamos a tener ocho años después”, afirmó Claudia Sheinbaum.
Como parte del seguimiento institucional, se detalló el comportamiento de la demanda por especialidad. Medicina interna y cirugía concentran el mayor número de aspirantes, seguidas por pediatría y gineco-obstetricia. También se identificaron especialidades con menor preferencia, aunque esenciales para el perfil epidemiológico de la población.
Por último, se informó que el modelo de asignación y formación de profesionales permanece en revisión continua y opera bajo criterios técnicos. Las autoridades recalcaron que el objetivo es contar con personal médico mejor distribuido y con la preparación adecuada para fortalecer la atención pública en salud.



