Volantín | Tensión en Bolivia es mayor (Segunda parte)

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Tal como lo mencionaba en la primera parte de este serial, el intento fallido de golpe de estado en Bolivia, que algunos interpretan como un autogolpe del propio presidente Luis Arce como un distractor para su polémico gobierno, no ha quedado del todo claro pero sí constituye una muestra de la creciente tensión en la que ha estado sumida Bolivia durante los últimos meses.

 Y compartí el primer punto de una consulta realizada por BBC mundo, en la que especialistas señalan tres factores que han alimentado esa tensión.

 El primer punto se refería a la Lucha política entre Luis Arce y Evo Morales, que fue debidamente detallado en la primera entrega, de manera que quedando por compartir los otros puntos. A continuación los replico:

2. Deterioro del “milagro económico” boliviano

Toda esta pugna política ocurre en un momento económicamente muy complejo para Bolivia.

Bloqueos de carreteras y manifestaciones han tomado fuerza en los últimos meses debido al deterioro de su economía que, paradójicamente, ha destacado dentro de América Latina en la última década debido a su rápido crecimiento, estabilidad y capacidad para contener la inflación.

Algunos le llamaron, incluso, “el milagro económico boliviano”.

Pero este modelo mostró sus grietas en marzo de 2023 cuando se evidenció una grave escasez de dólares y comenzaron a aparecer en las calles largas colas de ciudadanos que intentaban conseguir la divisa la cual solo se puede adquirir a 100 dólares por día.

Lo anterior ha dado paso a un mercado paralelo de dólares, explica el economista boliviano y consultor financiero internacional Jaime Dunn.

“Personalmente he estimado que tenemos 13 tipos de cambios paralelos, entre formales e informales”, según comenta.

Aunque el gobierno de Arce ha insistido en que la economía sigue siendo estable -y ha culpado de lo ocurrido a “un brote especulativo”- muchos expertos advierten que el problema es mucho más profundo.

Y que se explica, en parte, por la caída en el nivel de producción de gas natural que le dio cuantiosos ingresos al país luego de que en 2006 Evo Morales decretara la nacionalización de los hidrocarburos.

“Desde 2014 empezó a revertirse el efecto de esa bonanza y esto hizo que bajara el nivel de dólares que llegaban al país”, dice Dunn.

En forma paralela, disminuyeron considerablemente las reservas internacionales.

Según los informes del Banco Central, estas pasaron de US$15.122 millones en 2014 a US$1.796 millones en abril de 2024 (fecha en que se publicó el último informe).

Con esos recursos se han mantenido algunos de los programas sociales de los gobiernos de Evo Morales primero y Luis Arce después, como el subsidio a la compra de combustibles, que Bolivia tiene que importar y pagar en dólares en los mercados internacionales.

“Eso ha llevado al país a una crisis porque, a pesar de que se cayeron los ingresos, se mantuvo un gasto muy alto. Y desde 2014 los ingresos del gas natural se empezaron a reemplazar por deuda interna y externa”, explica Jaime Dunn.

La escasez de dólares ha repercutido especialmente en los sectores que importan o exportan bienes.

“Bolivia es importador de insumos y de bienes de capital en casi un 80% por lo que se ha visto muy afectado por la escasez de dólares”, señala Claudia Pacheco, presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz.

Según Marcelo Pérez, esto ya se puede sentir en las calles, con el aumento del valor de algunos productos básicos como el arroz o el tomate.

“En el supermercado han subido de precio algunos productos y otros directamente han desaparecido porque ya no los pueden importar con la frecuencia que lo hacían antes”, indica.

En los últimos días, no obstante, el viceministro de defensa de los derechos del usuario y consumidor, Jorge Silva, afirmó que se había logrado estabilizar el precio de estos productos.

La escasez de dólares también ha afectado directamente a la importación de combustible.

Bolivia impuso hace más de 15 años un subsidio a la compra del combustible, lo que ha significado un fuerte gasto en sus cuentas públicas.

Ahora, advierten los expertos, no tiene dólares para comprarlo. Esto es problemático si se considera que, según el propio presidente Arce, Bolivia importa el 56% de la gasolina y el 86% del diésel que consume.

“Bolivia ha pasado de ser un país exportador neto de energía a ser un importador. Habiendo sido hace apenas 10 años atrás una especie de centro energético para Sudamérica”, afirma Jaime Dunn.

El mandatario boliviano ha reconocido que la situación del diésel es “patética”.

Según él, se debe a una “falta de una política hidrocarburífera clara en el país” durante los últimos años.

Ahora, sin embargo, el presidente ha dicho que están “haciendo lo correcto” con la aprobación de proyectos que supuestamente ayudarán a garantizar reservas de gas, de diésel y gasolina.

3. Descontento entre los bolivianos

Lo anterior ha generado descontento en la población.

Comerciantes y transportistas han realizado manifestaciones y bloqueos viales en distintas ciudades del país.

Mientras que una multitud de vendedores ambulantes han marchado hasta La Paz denunciando la escasez de dólares y combustibles.

“En 2023 tuvimos casi 200 días de bloqueos, lo que perjudicó la importación y la exportación”, dice Claudia Pacheco.

En las gasolineras se han generado largas colas de personas que intentan conseguir combustible. Ante esto, el presidente Arce ordenó la militarización del sistema de provisión de combustibles.

“Hay días en que se vende diésel, pero otros en que no. A veces tienes que dormir en las gasolineras para conseguirlo”, le dijo un conductor a la agencia de noticias Reuters.

La situación ha llevado al gobierno a presentar medidas para combatir estos problemas.

En febrero, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, se reunió con colectivos empresariales y anunció una serie de reformas económicas como la relajación de las restricciones a las exportaciones y la creación de una subasta de diésel para los grandes productores.

Hasta el momento, sin embargo, las medidas parecen no ser suficientes.

La tensión generada por estos episodios también ha golpeado la popularidad de Arce, quien ha bajado en aprobación, según las encuestas.

Si opta por competir en las elecciones de 2025, esto puede ser un problema.

Su gran desafío, coinciden los analistas consultados por BBC Mundo, es resolver los problemas económicos, lo que no deja de ser paradójico para quien los expertos califican como el “padre del modelo económico” vigente en el país.

*con información de BBC mundo

@salvadorcosio1

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