La inspección sanitaria a expendios de pollo es un tema de rutina, que no debe incomodar a nadie y por el contrario, favorece la venta de un producto de calidad: “son parte de las reglas de operación y funcionamiento, al consumidor le dan certeza que están adquiriendo productos sanos y de calidad”, insistió el dirigente de los expendedores en Tepic, Marco Antonio Rojas Rivera, en entrevista con Meridiano.
La inspección de la Secretaría de Salud se realiza cada seis meses a expendios elegidos aleatoriamente, con el propósito de determinar si en el proceso de crianza de las aves se utilizan métodos no permitidos, como la aplicación de hormonas que pudieran favorecer el crecimiento más rápido del pollo.
“Esa es una situación que nada más el avicultor sabe sus fórmulas, por lo tanto, esa pregunta podría responderla con mayor certeza quienes están allá en las granjas. Tengo muchos años vendiendo pollo y el pollo siempre ha salido a las siete semanas con un promedio de dos kilos, a dos kilos y medio, siempre ha salido a las siete semanas y sigue saliendo en la actualidad a las siete semanas, entonces si se aplicaran hormonas pues yo creo que los sacarían a las cuatro o cinco semanas, entonces ellos se ahorrarían dos semanas de alimento que es muchísimo, pero siguen saliendo a las siete semanas”, precisó Rojas Rivera.

Según el dirigente de los expendedores de pollo en la capital, no es necesaria la aplicación de hormonas: “si ustedes revisan un poco la fisiología del ave, es muy rápida, es más que cualquier otro animal, entonces qué es lo que pasa, porqué sale el pollo tan rápido, es sencillo, de las 24 horas del día, hay como aproximadamente 12 horas de luz, entonces ellos le ponen 18 horas de luz y el animal mientras haya luz está come y come, esto aprovecha su fisiología tan rápida para aprovechar el cambio, esa es la razón por la cual el animal sale más rápido, en siete semanas y no es porque le pongan hormonas”.
Finalmente, el líder comerciante consideró, que quizás se trate de una incorrecta información porque: “por ejemplo, las granjas avícolas surten a los expendios de pollos asados y el requerimiento de esas personas, es de un kilo o de 900 gramos cada pollo, entonces se saca de cuatro semanas de crianza para que tengan ese peso, obviamente que tienen ese peso porque les faltan tres semanas para completar su ciclo normal”.