En un contexto marcado por la violencia y la creciente preocupación por los feminicidios en la región, el obispo de la Diócesis de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, hizo un llamado a reflexionar sobre la justicia social y las causas profundas de las agresiones, en especial las que han dejado huella en dos familias de Tepic, a raíz de un reciente feminicidio.
En sus declaraciones, el obispo destacó que antes de juzgar a aquellos que cometen actos de violencia, es esencial considerar los contextos personales y sociales que podrían haber influido en su comportamiento: “Muchos de los agresores, incluso de quienes cometen feminicidios, han sido víctimas de rechazos en su infancia. Este sufrimiento, esta falta de cariño y amor puede generar maldad, odio y rechazo en sus corazones”, señaló Flores Calzada.
Por ello, hizo un urgente llamado a las familias para que sean “comunidades de amor y vida”, con el fin de erradicar la violencia desde las primeras etapas de la vida.
El obispo también se refirió a la importancia del arrepentimiento y la redención en la vida cristiana. En su intervención, remarcó que el ser humano fue creado para hacer el bien, no el mal, y que las acciones humanas, aunque a veces no sean castigadas por la justicia terrenal, siempre serán juzgadas por la justicia divina: “Dios nos creó para el bien y cuando él regrese, vendrá lleno de poder para juzgar y los que han hecho el mal enfrentarán consecuencias terribles, pues no participarán de la gloria de Dios”, explicó.
Flores Calzada hizo énfasis en la importancia de la conversión y el arrepentimiento, destacando que el mensaje de Jesús fue precisamente el de buscar la salvación de los pecadores: “Jesús vino para buscar el bien de todos, incluso de los que han fallado. Si alguien muere en el mal, dañando a otros, sabrá que no tendrá parte con Dios y estará condenado al castigo eterno”.
El obispo concluyó su mensaje invitando a la sociedad a promover el amor y la paz, como bases fundamentales para erradicar la violencia y construir una comunidad más justa y humana.
