Donald Trump anunció que Estados Unidos aplicará un arancel global de 50% al cobre, medida que entrará en vigor el 1 de agosto. El mandatario difundió la decisión mediante Truth Social, donde aseguró cómo la medida responde a “una sólida evaluación de seguridad nacional”, sin detallar algún riesgo identificado.
La medida impactará a sectores industriales clave los cuales dependen del cobre como insumo esencial. Entre ellos destacan fabricantes de automóviles, electrodomésticos y componentes eléctricos para viviendas, cuyas cadenas productivas requieren importaciones constantes. Además, el arancel forma parte de una serie de acciones comerciales orientadas a fortalecer la minería y el procesamiento interno de metales críticos. La estrategia Washington se ha promovido desde años previos con productos como el acero y aluminio.
Durante su conferencia matutina del 10 de julio de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el arancel tiene un alcance global. “Fue una decisión del gobierno de EEUU de ponerle arancel al cobre de todo el mundo. Nosotros vamos a tratar estos temas en una mesa, en una reunión el próximo viernes”, declaró.
Así, México figura entre los diez principales productores mundiales del mineral. Según el informe Mineral Commodity Summaries 2025 del United States Geological Survey (USGS), el país ocupó el décimo lugar global, con una producción estimada de 700 mil toneladas métricas en 2024. Las exportaciones mexicanas abastecen principalmente a la industria manufacturera estadounidense, donde el insumo es fundamental en sectores como la construcción, la automoción y los dispositivos electrónicos.
Igualmente, la presidenta Sheinbaum recordó cómo, aunque Estados Unidos es un socio comercial relevante, China representa el principal mercado para el cobre mexicano. La mandataria ya había mencionado, durante su conferencia del 9 de julio, que “los dos países principales de exportación del cobre son China, en primer lugar, exportamos más a China que a Estados Unidos”, indicó. Además, explicó cómo una parte importante del cobre enviado a territorio estadounidense corresponde a chatarra, refinada posteriormente por las industrias locales.
Ante este panorama, México y otros países exportadores ajustan sus estrategias comerciales. La entrada en vigor del arancel, prevista para el 1 de agosto, reconfigura el comercio internacional del cobre, colocando a Estados Unidos y China como actores centrales en las tensiones económicas globales. El gobierno mexicano prevé abordar el tema en una reunión bilateral programada para este viernes, donde presentará su postura frente a las nuevas medidas comerciales