Menos horas de luz, temperaturas más bajas y alteraciones en la rutina diaria pueden desencadenar una baja en el estado de ánimo. Frente a este panorama invernal, especialistas en salud mental advierten sobre un aumento en los síntomas del trastorno afectivo estacional (TAE), una condición que afecta funciones como el sueño, la energía y la motivación.
Aunque el invierno en ciudades como Houston no es extremo, la disminución de luz solar puede impactar la salud emocional. “En Houston aún se experimentan cambios en las horas de luz, lo que puede afectar nuestros ritmos circadianos e impactar la energía, el sueño y el apetito”, indicó la Dra. Chandra Bautista, psicóloga del Hospital Houston Methodist. Según detalló, esta época también reduce la interacción social y la actividad física.
Bautista explicó que el TAE se presenta principalmente en otoño e invierno, aunque existen variantes en otras estaciones. “El trastorno afectivo estacional es una afección que se parece a la depresión, pero sigue un patrón estacional”, afirmó. En promedio, cerca del 5% de los adultos cumplen con los criterios del diagnóstico cada año, según estimaciones compartidas por la experta.
Los síntomas del TAE invernal incluyen exceso de sueño, retraimiento social, aumento del apetito y deseos de alimentos ricos en carbohidratos. En contraste, la variante estival suele manifestarse con irritabilidad y sobreestimulación, influenciada por presiones sociales o psicológicas. “El trastorno afectivo estacional (TAE) de primavera/verano es mucho menos común y suele manifestarse con irritabilidad”, señaló la doctora.
Para mitigar los efectos del TAE, especialistas recomiendan el uso de fototerapia, una técnica basada en la exposición controlada a luz artificial. “En la práctica, consiste en sentarse cerca de un dispositivo que emite luz con una longitud de onda e intensidad específicas durante 20 a 30 minutos, generalmente durante la primera hora después de despertarse”, explicó. Advirtió que el uso de estos dispositivos debe ser guiado por un profesional, ya que algunos fueron diseñados para otras condiciones.
Junto con la fototerapia, mantener rutinas saludables puede reducir el impacto de la depresión estacional. “Mi sugerencia sería, en primer lugar, centrarnos en lo básico: dormir, la alimentación, el nivel de actividad y el manejo del estrés“, recomendó. También destacó la importancia del ejercicio como antidepresivo natural: “La actividad física es nuestro mejor antidepresivo natural”, expresó.
Durante la temporada festiva, la alimentación puede convertirse en un factor emocional. “Sugiero buscar el equilibrio, y si no lo consigues del todo, practicar la autocompasión te ayudará a retomar el buen camino”, añadió la psicóloga. En cuanto al sueño, recomendó establecer horarios regulares y rutinas relajantes para favorecer el descanso.
Finalmente, Bautista hizo un llamado a buscar atención médica si los síntomas persisten o interfieren con la vida diaria. “Si tienen dificultades para satisfacer esas necesidades o descubren que ya tienen cubiertas todas las necesidades básicas, pero aún así tienen problemas con el estado de ánimo o la energía, es un buen momento para consultar con su médico de cabecera o con un profesional de la salud mental“, concluyó.



