Durante la conferencia de prensa del martes 4 de noviembre, autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México negaron haber intervenido en asuntos internos del Perú y ratificaron la legitimidad del asilo político otorgado a Betsy Chávez, ex primera ministra del expresidente Pedro Castillo. Las declaraciones se produjeron luego de que el gobierno peruano anunciara la ruptura de relaciones diplomáticas con México.
El subsecretario para América del Norte, Roberto Velasco Álvarez, indicó que la decisión se tomó en estricto apego al derecho internacional y nacional. “La Secretaría de Relaciones Exteriores transmitió al gobierno de Perú que el gobierno de México otorgó asilo a la señora Betsy Chávez. Se entregó una nota con una solicitud para que se otorgue el salvoconducto para que se vaya del país”, afirmó.
Velasco sostuvo que, según la Convención de Caracas sobre asilo político, corresponde al Estado asilante determinar si una persona enfrenta persecución política. Agregó que la Constitución mexicana establece el derecho a solicitar asilo, y este se concede con base en tratados internacionales y la ley nacional vigente.
La subsecretaria para América Latina y el Caribe, Raquel Serur, subrayó que México fue históricamente un país comprometido con el asilo político. “Toda persona extranjera que encuentre en peligro su vida, su integridad y su libertad por sus ideas o actividades políticas, puede solicitar asilo político a México”, expresó. También destacó que el asilo es una figura humanitaria y un derecho humano, cuyo otorgamiento es competencia exclusiva del Estado receptor.
Pablo Monroy, director general para América Latina, expuso que el caso de Betsy Chávez está vinculado con el de Pedro Castillo, y ambos enfrentaron procesos legales con “irregularidades que son equivalentes a violaciones a derechos humanos“. Según Monroy, la solicitud de Chávez fue evaluada por la Cancillería y la Secretaría de Gobernación, y se encontraron elementos suficientes para conceder el asilo.
En la misma conferencia, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que México no respondió con medidas similares ante acciones previas del gobierno peruano. “México no ha declarado persona non grata a ninguna presidenta o presidente peruano y México mantuvo sus relaciones diplomáticas y consulares con el Perú”, puntualizó. Aclaró además que la embajada mexicana en Lima continúa en funciones y solo se recibió comunicación verbal sobre la ruptura, por lo tanto, esperan una notificación oficial.
Las autoridades mexicanas reiteraron que el asilo político no constituye un acto inamistoso y que su política exterior se guía por principios históricos y humanitarios. “Vamos a seguir defendiendo esta tradición humanista, actuando conforme al derecho internacional”, concluyó Velasco.



