La rectora Norma Galván: “Confío en el respeto a las instituciones y a las personas, y en las alianzas”

“No tenemos nada que esconder, lo dije desde un principio: transparencia, claridad en los procesos, orden, control, sistematización”, indica la rectora de la Universidad Autónoma de Nayarit.

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Por Óscar Verdín Camacho

A más de cuatro meses de asumir el cargo de rectora de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), Norma Liliana Galván Meza precisa que le gusta su trabajo y, acompañada de su equipo, sabe la responsabilidad que tienen para transparentar todo: las cargas horarias, el manejo de los recursos y, en esta tarea, ya se han ido y se irán más, quienes no quieren o no pueden cumplir con la Universidad.

Sobre la situación financiera que vive la UAN y si esta, podría decirse, pudiera hacerla sentir vulnerable dentro o fuera de la misma, responde que no, porque la Universidad es autónoma y porque confía en el respeto a las instituciones y en las alianzas que deben hacerse.

– ¿Cómo siente que ha sido recibida usted, la primera rectora, al interior y hacia fuera de la Universidad?, ¿cómo siente ese trato?, el hecho de que la Universidad tenga un problema financiero, pareciera que habría gente que quiera verla como vulnerable, ¿usted cómo ha vivido estos meses?

– Yo, la verdad es que me he sentido bien recibida, me gusta mucho lo que estamos haciendo. El trabajo me gusta, me gusta estar en las escuelas, tener contacto con la gente. La verdad es que hay una buena respuesta a la administración, con muchas expectativas y esperanza.

“Yo insisto en no cansarme de tocar puertas, de gestionar, de buscar, de tratar de encontrar estrategias para que cada vez esta problemática sea menos. ¿Cuál quiero que sea mi reto de aquí a seis años, junto con todos los que forman parte de la administración?, que hayamos logrado esa sostenibilidad de la Universidad y que esté en números negros. Es lo que me daría muchísima satisfacción, que hubiésemos podido encontrar esas soluciones en conjunto y en alianza de fondo y no año con año buscando recursos extraordinarios. En esa medida, el quinto o sexto año ya estaremos hablando de otras cosas. Y no es que ahorita no hablemos de lo académico, de las funciones universitarias, sí, pero también nos ocupa y nos preocupa el tema financiero.

– ¿Siente que algunos personajes podrían ver a la Universidad, por esta situación financiera, como una víctima, vulnerable?

– No, yo espero que no; somos una institución autónoma y esa misma, que incluso viene decretada en la ley, nos ha permitido hacer cosas, desempeñarnos, plantearnos, redefinirnos, y yo creo que todas las instancias que convergen, y la Universidad con ellas, tenemos claro hasta que punto llegan nuestras atribuciones, nuestras obligaciones y responsabilidades.

“Confío mucho en el respeto a las instituciones, en el respeto de las personas, del trabajo, y confío más en las alianzas que tendríamos que hacer de respeto, insisto, porque al final de todo lo que queremos es una institución saneada. Si está bien la Universidad está bien el Estado, y si está bien el Estado está bien la Universidad. Creo que estos 53 años que tiene la institución han dado la pauta de lo que es y lo que puede hacer para Nayarit y la región.

“Entonces yo creo que todos tenemos esa claridad, todos los que convergemos y participamos para que la Universidad pueda salir adelante. Es una institución que tiene sus propias dinámicas, su legislación y principios y lo que corresponde es seguir haciéndola grande. Nada menos que el gobernador, el doctor Miguel Ángel Navarro decía que las personas vamos de paso, pero las instituciones se quedan y a nosotros nos toca fortalecerlas. Yo estoy de acuerdo con eso.

“Claro, claro que hay respeto, creo que cada quien estamos concientes del papel que nos toca hacer en el lugar en donde estamos y de las posibilidades que hay para que las instituciones cada vez, insisto, se saneen más.

– Cuando se habla de la Fiscalía y la Auditoría Superior que están haciendo investigaciones, auditorías, finalmente ustedes tienen que coadyuvar con ello.

– No tenemos nada que esconder, lo dije desde un principio: transparencia, claridad en los procesos, orden, control, sistematización. Yo he comentado que somos muy respetuosos de las instituciones y sus autonomías y que la información que nos requieran, la vamos a estar dando en los tiempos que nos la soliciten y que cada institución haga la parte que le toca. A nosotros nos corresponde revisar que el personal de trabajo venga, que se cumplan las cargas horarias, que se lleven a cabo los planes de estudio, que hagamos las funciones universitarias, generar convenios, alianzas, estar cerca de la comunidad.

– ¿Fue suficiente el proceso de entrega-recepción?, ¿o qué parte la sorprendió ya en los hechos como rectora?

– Más que sorprenderme…

– ¿Así lo esperaba?

– No, ya cuando junto con mi equipo de trabajo asumimos la administración, sí me he dado cuenta que tenemos una gran necesidad de un mayor orden y control de nuestros procesos internos. Hay muchas cosas que se hacen por inercia, por usos y costumbres, porque así son las dinámicas, pero que requieren tener una mejor sistematización, por un lado para facilitarnos el trabajo, pero también para poder transparentar de la mejor manera lo que hay, lo que sí es o lo que no en todos sentidos: la cuestión de nómina, los procesos administrativos y académicos.

“Si bien cuando yo estaba en la Secretaría Académica tenía conocimiento y contexto de buena parte del funcionamiento de la Universidad, pero ya ahora, desde esta posición, y que tengo y debo estar enterada de todos los procesos, me doy cuenta que sí hay muchas áreas de oportunidad en las que tenemos que enfocarnos, unas de manera inmediata y otras se van a reflejar en el corto o mediano plazo.

– ¿Puede ponerme ejemplos?

– Simplemente, la normativa que tiene que ver con los permisos con goce o sin goce de sueldo. A veces los usos y costumbres eran los que determinaban el proceso, pero si nos vamos a la normatividad, nos damos cuenta que el proceso es distinto o se tiene que documentar de tal o cual manera.

“Estamos haciendo revisiones de cargas horarias, en donde aún y cuando se supondría que cada encargado de departamento, cada jefe inmediato tendría que hacer lo propio con relación a inasistencias, incidencias, faltas, pues también, parte de lo que comento, no se documentaba de la manera que debe ser.

“Revisando las cargas horarias, los controles de asistencia e inasistencia que se tienen que reportar, hay directores que dicen: ‘es que yo reporté y reporté y reporté y no pasó nada’; a eso me refiero con sistematizar los procesos y aplicar la norma. Sí nos hemos encontramos con situaciones de incumplimiento de cargas horarias, incidencias, inasistencias, de gente que simplemente no se presenta.

“Ya tenemos varias renuncias y bajas porque hemos estando insistiendo que se tiene que cumplir con el proceso de cargas horarias, pero también hemos emprendido procedimientos, suspensiones de gente que está con tendencia a ser dada baja porque no se presentan a sus espacios y eso quiere decir que no quieren estar aquí o no tienen condiciones para estar aquí. Esto se ha dado en personal docente y administrativo.

“Cuando llegamos, lo que hicimos en todas las dependencias fue: ‘a ver, agárrate la nómina que se entregó en cada dependencia, y sobre ello empezar a revisar.’ Que se quede en la Universidad quien realmente quiera trabajar.

“Estamos también planteando con la SEP y el Gobierno del Estado un programa de retiro voluntario que permita a las personas decidir con la certeza de alguna indemnización. Para eso se tendría que tener una bolsa financiera.”

De acuerdo con la entrevistada, está por reunirse con el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, como parte de las gestiones

para buscar cumplir con el pago de nómina y prestaciones de fin de año, una situación que se ha tornado crónica en la Universidad en los últimos años.

Antes del inicio de la pandemia por el Covid-19, la Universidad se acercaba a los 30 mil estudiantes, pero se tuvo un bajón, aunque ahora rondan por los 28 mil.

A manera de ejemplo, la rectora observa que en la Casa del Estudiante, con capacidad para recibir a más de 80 alumnos, aún hay espacio para jóvenes que provengan de comunidades alejadas.

En las últimas semanas, buena parte de su tiempo lo ha dedicado a promover y recorrer las instalaciones universitarias en el estado.

Se nota que este andar es parte de lo suyo:

– Particularmente del tercero al cuarto mes no sentí el tiempo, supongo porque estamos trabajando muchísimo en el tema del diagnóstico institucional 2022-2028, haciendo foros regionales, actividades también aquí en el campus.

“Hemos estado saliendo mucho, dos o tres veces a la semana estoy en alguno de los municipios donde está la Universidad, participando en los foros o en actividades de alguna unidad académica.

“Este diagnóstico tiene varias actividades y etapas, entre ellas hacer siete foros regionales y tener encuentros con el sector social, productivo, económico, la sociedad en general, madres, padres,  miembros de esas comunidades académicas, representaciones municipales, gubernamentales. Este miércoles sería la séptima en Tuxpan. Antes las hicimos en Acaponeta, Villa Hidalgo, Compostela, Valle de Banderas, Ixtlán del Río y en Puente de Camotlán. Insisto, son regionales. Por ejemplo, en Ixtlán del Río estuvieron presentes autoridades de distintos municipios y miembros del sector productivo, asociaciones civiles y otros rubros. En otros municipios fue igual, con mucha participación.

– ¿Qué encuentran ahí?

– Es un ejercicio muy interesante. En una primera fase es un trabajo con miembros de la comunidad, estudiantes, profesores, personal directivo, administrativo, y se trabaja respecto a que nos hagan un pequeño diagnóstico, desde su perspectiva, qué le falta a la Universidad, qué estamos haciendo, hacia dónde podríamos ir.

“Y luego de esa sesión, posteriormente, dependiendo de lo nutrido de la convocatoria y las aportaciones, ahí estamos con los actores externos al campus, en donde hemos tenido, como decía, presencia de presidentes municipales, presidentas, regidoras y regidores, representaciones incluso de delegaciones federales.

“Yo les digo que es un ejercicio que quiero que lo vean de honestidad, de autocrítica, que queremos escuchar qué sienten, qué ha hecho la Universidad o en qué hemos quedado a deber, qué podemos hacer en conjunto.

“También tenemos foros temáticos que hacemos los jueves, abierto a toda la comunidad y ahí hemos hablado de temas de identidad, de diversidad, de Universidad sustentable, de cómo hacer un mejor entorno universitario.”

De las palabras de la rectora Galván Meza, se siente una constante de acercar más a la Universidad con la sociedad en general. Adelanta que se está trabajando en un proyecto de que las instalaciones puedan ser usadas por adultos mayores bajo un programa:

– Tengo un planteamiento y espero, con mi equipo, poderlo llevar a cabo, de la ‘Universidad para los Mayores’, algo así, en donde estemos teniendo una oferta permanente, a partir de la escucha de sus necesidades, para los adultos que puedan venir a la Universidad a hacer actividades recreativas, deportiva, cultural, de participar en alguna actividad literaria. Abrir todavía más las puertas de la Universidad a la sociedad en general.

“Aquí tenemos al personal necesario, a estudiantes y profesores que pueden ayudar. Ya tenemos cursos que se dan a estudiantes que tienen que ver con cuestiones artísticas, manualidades, o jóvenes que estudian psicología y podrían apoyarnos. Es algo que estamos madurando, pero creo que sí podemos generar algunas propuestas.”

* Esta información es publicada con autorización de su autor. Oscar Verdín Camacho publica sus notas en www.relatosnayarit.com

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