Por Salvador Cosío Gaona
Luego de la destrucción del Seguro Popular, el sistema de salud en nuestro país no tiene ni pies ni cabeza, nadie sabe qué hizo el INSABI y el IMSS-Bienestar no da una.
El ex director del Seguro Popular y secretario de Salud, Salomón Chertorivski, ha declarado urge que el gobierno ponga en marcha la reconstrucción del sistema:
“Lo que hoy están haciendo y estos esquemas mixtos que están intentando tienen un doble problema, ni el personal, ni la historia, ni los recursos, ni las capacidades le dan al programa IMSS-Bienestar aunque hoy está convertido en un OPD no le dan para poder atender a esa gente y por lo tanto al tratar de satisfacer los caprichos de quien mandató que se hiciera eso van a descuidar al IMSS régimen ordinario porque los médicos, los servidores públicos que están atendiendo a la población derechohabientes del IMSS están distraídos viendo cómo hacer funcionar un sistema que no va a funcionar”.
El ahora diputado lamentó que el sistema de salud “esté patas pa’arriba” y se encuentre todavía más fragmentado de lo que estaba:
“Hoy ante estos nuevos pedazos, ante estados de la república que sí centralizaron, estados que se mantuvieron por su lado, el INSABI que sigue funcionando sabrá qué cosas haga, ahora el IMSS Bienestar tomando responsabilidades sin diálogo entre la Secretaría de Salud y el propio IMSS, con una destrucción absoluta del sistema de planeación, compra y distribución de medicamentos, con los rezagos a partir de la pandemia, sí tenemos una situación complicada”.
Por otro lado, el colectivo Cero Desabasto, reportó en su último informe que este nuevo programa cayó de 96.7 por ciento a sólo 84 por ciento en su nivel de surtimiento de recetas, de 2017 a 2021. Precisó que, aunque en 2022 elevó 16 por ciento su índice de surtimiento de recetas, se ubicó apenas en 89.6 por ciento.
“En 2022, de las casi 2.4 millones de recetas presentadas, no se surtieron efectivamente 10.4 por ciento, que equivalen a 249 mil 224 recetas. Si bien hubo una mejora con respecto a las no surtidas efectivamente en 2021 (16 por ciento), aún se está lejos de tener el porcentaje de surtimiento que se tenía en 2017: 96.7 por ciento”, indicó.
El colectivo ciudadano –impulsado por la organización civil Nosotrxs, que reúne a pacientes, familiares de pacientes, médicos, organizaciones, académicos y autoridades para lograr el acceso efectivo a medicamentos e insumos médicos con el fin de garantizar el derecho a la salud– resaltó que, mientras en 2018 el IMSS-Bienestar no pudo surtir sólo 11 mil 264 recetas de las 3 millones 169 mil 426 que recibió, en 2021 no pudo surtir 371 mil 924 de las 2 millones 330 mil 156.
En 2017, de las 3 millones 298 mil 984 recetas que recibió, no surtió 109 mil 159, pero, en 2022, de las 2 millones 398 mil 396 recetas, no surtió 249 mil 224. En 2019, de 3 millones 5 mil 851, no surtió 177 mil 928, y en 2020, de 2 millones 442 mil 864, no pudo surtir 226 mil 802 recetas.
En otro apartado de su reporte, Cero Desabasto expone que los juicios de amparo por la no existencia de medicamentos en el IMSS, el ISSSTE y el Insabi crecieron de 220 que se presentaron en 2018 a 2 mil 307 presentados en 2021; es decir, 950 por ciento. En 2017 –año en que inició el conteo de este estudio– se presentaron 229 juicios, y en 2022 –cuando concluyen este reporte– la cifra se ubicó en mil 602. En 2019 recibieron 387 juicios y en 2020 otros mil 92.
El IMSS pasó de tener 200 juicios en 2018, a mil 299 en 2021. En 2017 recibió 229 y en 2022 llegó a mil 24 amparos en su contra. En 2019 recibió 325 y en 2020 se elevaron a 776. El ISSSTE recibió 17 amparos en 2017, 20 en 2018, y se elevaron a 62 en 2019, a 141 en 2020, a 397 en 2021 y 227 en 2022.
El Insabi se estrenó con 175 juicios de amparos en 2020, se dispararon a 611 en 2021 y cerró 2022 con otras 351.
El pasado 31 de mayo el colectivo Cero Desabasto, que por cierto, está integrado por más de 100 organizaciones, presentó el informe “Radiografía del Desabasto de Medicamentos en México 2022”.
En este nuevo informe muestran los datos de acceso a medicamentos, vacunas e insumos para la salud en nuestro país, exhibiendo nuevamente, las consecuencias de nuestro fragmentado y segmentado sistema de salud mexicano: durante 2022, más de 15.2 millones de recetas no se surtieron efectivamente en las principales instituciones de seguridad social.
Negarles a las personas su tratamiento, es “una clara vulneración al derecho a la salud de las personas que vivimos en México” menciona el colectivo. Sin embargo, señalan que este número crecería exponencialmente si se sumarán los datos del INSABI, los Servicios Estatales de Salud, el IMSS-Bienestar y los hospitales e institutos de la CCINSHAE.
Cabe mencionar que existen diferencias entre las instituciones de salud de las distintas entidades federativas en cuanto al surtimiento de recetas, por ejemplo, en Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima e Hidalgo se registró un surtimiento completo de recetas inferior al 50%, mientras que, en la Ciudad de México el porcentaje de recetas surtidas completamente fue de 81.1%.
De la misma manera, el derecho a la vacunación es otro pilar fundamental del derecho a la salud que también se ha visto gravemente afectado, en los últimos años se ha observado una disminución en las tasas de cobertura de vacunación. Hablando de cobertura, el informe muestra que, la BCG tuvo una cobertura en 2020 de apenas el 27%; la Hepatitis B presentó una cobertura de 39.4% en 2021; la SRP cobertura de 54% en 2019, previo al brote de sarampión y “falta de aplicación de la vacuna contra el VPH durante 2020 y 2021 debido por un lado al desabasto internacional y por otro a la lenta gestión de las autoridades para su adquisición”, señala el informe.
Aunque si bien, los datos para 2022 muestran una mejora de las coberturas, éstas aún no alcanzan el 100%, lo que es indicativo de que aún hay un gran rezago que atender.
Como consecuencia de este desabasto de medicamentos y ante la necesidad de las personas de contar con sus medicamentos, las quejas de pacientes ante la CNDH por concepto de no surtimiento aumentaron un 36.24% entre 2021 y 2022. El IMSS fue la institución con más quejas registradas, seguida por el ISSSTE y el sistema penitenciario. Las quejas más frecuentes se relacionaron con medicamentos para salud mental, diabetes, parkinson e hipertensión.
Ante el agotamiento de todas las opciones institucionales disponibles para recibir los medicamentos, suministros y vacunas que les corresponden por derecho, miles de personas recurren a asesoramiento legal para obtenerlos, presentando amparos indirectos para garantizar su derecho a la salud, los cuales han tenido un incremento significativo desde el año 2020, alcanzando su máximo en el 2021 y manteniendo su magnitud durante el 2022. Aunque en el informe no se menciona, será necesario analizar posteriormente si este recurso funciona para las personas.
Ante la escasez de medicamentos, la delincuencia ha encontrado una oportunidad para aprovecharlo. Algunas personas o mafias se han dedicado a introducir medicamentos falsificados, robados o ilegales en el mercado, que son consumidos por la desesperación de los pacientes y proveedores de atención médica de obtener los medicamentos que necesitan. Esto se exhibe en el incremento del 142% en las alertas sanitarias emitidas por robo, falsificación o adulteración de medicamentos en comparación con 2021 que registra la COFEPRIS. Las áreas más afectadas por el robo de medicamentos fueron: oncología, gastroenterología, hematología y de uso estético.
Definitivamente, la Cuarta Transformación nunca planeó ofrecer un servicio de salud como el de Dinamarca.
De hecho, tan solo para regresar al sistema que teníamos en 2018, antes de que Morena llegara al poder, faltaría una inyección de miles de millones de pesos para subsanar todo lo que por negligencia y austeridad destruyó.
Tan solo si hablamos de lo urgente, habría que emprender la construcción de nuevos hospitales, unidades de medicina familiar, centro de servicios, recuperación de instalaciones dañadas, mantenimiento, sustitución y adquisición de equipo, reemplazo y mantenimiento de electromecánico y médico, servicios médicos integrales, materiales para curación, abasto de recetas médicas, ampliación de plazas para personal de salud, y tecnología de vanguardia.
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